Bono y el resto de miembros de U2 en el acto de presentación del disco, junto al CEO de Apple, Tim Cook, en Cupertino, California.

U2 son tan grandes que la etiqueta banda de rock se queda corta para describirlos. Son tan grandes que su primer disco en cinco años, Songs of Innocence, se ha descargado a la vez en 500 millones de servidores pertenecientes a tantos usuarios de la tienda de iTunes por cortesía de Apple. Todo para celebrar el lanzamiento del nuevo iPhone 6, una acción de marketing espectacular por la que el grupo ha cobrado, según The New York Times, 100 millones de dólares. "La música es gratis para la gente pero nosotros hemos cobrado. Porque si nadie pagara, no estoy tan seguro de que la música gratis fuera tan libre", dijo Bono en la presentación del nuevo teléfono flanqueado por el CEO de Apple, Tim Cook, haciendo un juego de palabras con la polisemia de "free", que tanto significa gratis como libre en inglés. No son los primeros, hace un par de años Jay Z llegó a un acuerdo similar con Samsung pero en aquella ocasión los números eran más modestos y la compañía surcoreana "solo" regaló un millón de ejemplares.



Dice Bono que el nuevo disco está "inspirado en las más sólidas raíces de la banda, incluyendo los Ramones, The Clash y Bob Dylan. Es un regreso a los inicios de U2 en Dublín y su transformador peregrinaje a California". A estas alturas, hace mucho tiempo que la superbanda irlandesa ya no compone canciones sino himnos llenaestadios de esos que agrandan el corazón y sirven para que uno vuelva a creer en uno mismo mientras contempla el sol naciente con renovadas esperanzas. Songs of Innocence es menos pop y no queda un solo vestigio de aquellos ritmos electrónicos que les dieron fama y grandeza en los 90 aunque por supuesto es un disco que suena a U2 tanto como puede sonar un disco de U2, con ese sonido épico y esos intrincados y espectaculares riffs de guitarra eléctrica que The Edge domina con insuperable maestría y que en esta ocasión suenan más rockeros y contundentes, muy cerca de ese rock de Los Angeles que ellos consideran "transformador" aunque sin abandonar del todo su querencia por la música comercial pura y dura.



Songs of Innocence no dará más gloria a un grupo que ya ha superado cualquier récord habido y por haber pero contra toda tentación de cinismo demuestra que U2 no es lo que era, ni lo será, pero siguen siendo una banda de rock con una potencia y dominio de su propio medio al alcance de pocos y cuando lo hacen bien, lo hacen muy bien, la pena es que no siempre lo hacen tan bien. Comienza (bien) el disco con The Miracle (Of Joey Ramone), homenaje en clave rockera (con uno de esos estribillos pegadizos que forman parte de su leyenda) al mítico músico en el que Bono rememora sus tiempos de juventud y su descubrimiento del rock y el punk. Su (ya un tanto lejana) juventud es un tema esencial y vuelve a protagonizar Cedarwood Road, un regreso a las raíces rockeras que suena desvaído y la cosa mejora con Every Breaking Wave, uno de esos temas de medio tiempo marca de la casa (recuerden One) con una bonita melodía y California (There Is No End To Love) le hace un guiño al rock de Los Angeles donde sobresalen esos coros omnipresentes en todo el disco que nos remiten de inmediato a los Beach Boys.



Hay, por supuesto, baladas "emocionantes" como Song for Someone, en la que Bono recuerda "que hay una luz, no la dejes escapar", o la canción que cierra el disco, The Troubles, donde se parecen demasiado a Coldplay. Más interesante resulta una canción como Sleep Like a Baby Tonight, donde un logrado estribillo casa perfectamente con la canción musicalmente más ambiciosa y original del álbum. Producidos por Danger Mouse (el hombre que dio gloria a The Black Keys) no queda muy claro qué ha hecho exactamente porque es un disco que da la impresión de no haber sido producido en absoluto, lo cual quizá era la intención, por eso de recuperar el sonido añejo, pero no acaba de jugar a favor de un álbum que más que purista da la impresión de ser parco. De todos modos, qué importa, nos vamos a hartar todos de escuchar canciones como Raised by Wolves o Volcano, canciones típicamente U2, eléctricas, épicas y grandiosas, y por qué no decirlo, bastante buenas.