Falla. Perspectives Ensemble/Ángel Gil-Ordóñez
La grabación de estas dos obras maestras es encomiable por la limpidez, el fraseo, la acentuación, el respeto a lo escrito y por la atmósfera, conseguida a partir de una cuidadosa aquilatación tímbrica y unas dinámicas bien calibradas. Se utiliza con buen criterio la versión original de la pantomima, la de 1915, que alcanza más verdad que la arreglada después para gran orquesta. “Hay que tomar la inspiración directamente del pueblo”, decía don Manuel, que construyó una partitura de espíritu verdaderamente jondo. Admirable cómo Gil-Ordóñez modela, con duende, cada número, desde los iniciales trémolos y los sensuales giros hasta el jubiloso cierre de Las campanas del amanecer. Soberbia, por su vigoroso y auténtico declamado, la cantaora-recitadora Esperanza Fenández.
El retablo…, como dice Justo Romero, “rompe con los periodos andalucista y castellano y se acerca a la corriente neoclásica de Stravinski, Honneger, Satie o Poulenc”. Una obra concebida para marionetas que ejemplifica la capacidad de síntesis del gaditano, que buscó inspiración en la música española de los siglos XV y XVI. La interpretación está llena de hallazgos. Los tres solistas vocales cumplen las instrucciones del compositor: nada de amaneramiento, sencillez, energía… Don Quijote es el barítono Alfredo García, de impecable dicción, puede que de timbre en exceso claro. Maese Pedro el tenor Jorge Garza, menos ligero de lo habitual, algo gutural, y la soprano ligera Jennifer Zetlan, fresca y, como incluso solicitaba el compositor, un poco nasal. Estupendos los componentes del Perspectives Ensemble.