En su vigésimo séptima edición, el Festival de Jerez, que se celebra desde este viernes al 11 de marzo, ha elaborado una programación en la que ha intentado evidenciar todas las tendencias que hoy presenta el flamenco en su diversidad, ofreciendo tres y hasta cuatro propuestas diarias en diferentes escenarios.
La muestra, de prestigio internacional, a la que acuden aficionados de más de treinta países, muchos de ellos, además, para asistir a los cursos de baile, desde que inició su andadura es el acontecimiento más importante de danza flamenca y española, aunque también ofrece conciertos de cante y guitarra solista.
Al lado de El loco, del Ballet Nacional de España; Sota, caballo y reina, de Marco Flores; Re-fracción, de Eva Yerbabuena; De Scheherezade, de María Pagés; Los bailes robados, de David Coria; o La leona, de Olga Pericet, espectáculos de danza flamenca que ya han pasado por citas principales, como la Bienal de Sevilla o el Festival de Nimes, en Francia, tenemos una serie de conciertos de gran calado, como Mi viaje a través del cante: Cádiz, Sevilla, Jerez, de Vicente Soto; Cuarenta años en la música, de Esperanza Fernández; Tres golpes, de Tomás de Perrate, o Mirando al Sur, de La Macanita, además de la presencia de la guitarra solista con 45 aniversario en los escenarios, de Gerardo Núñez; Flamenco y Clásica, de José Luis Montón, o Las tres orillas, de Manuel Valencia.
Pero el hilo argumental del festival es el baile, siendo en esta disciplina la cita más destacada del mundo, siguiendo los principios, digamos fundacionales, como son “la apuesta por la evolución del flamenco y por la modernización –desde la tradición– de sus lenguajes” y “propiciar el encuentro y el mestizaje, apoyando la actividad de los artistas empeñados en encontrar nuevos caminos”.
Entre los muchos estrenos sobresalientes, podemos anotar Atrevida, de Gema Moneo; Odisea, de Soraya Clavijo; Anairein, de Alberto Sellés; Bailar para ser, de María José Franco o, el que clausura el festival, Bailahora. La tradición hecha vanguardia, de María del Mar Moreno, con Andrés Marín y David Lagos como artistas invitados.
Cesa de definirte
“Se da la maravillosa casualidad –dice Moreno– de que todos los que estamos en este espectáculo compartimos generación, tenemos un fuerte vínculo emocional y necesitábamos encontrar una oportunidad para unirnos. Hay una frase de Alejandro Jodorowsky que dice: ‘Cesa de definirte’. Nosotros disponemos de un pasado que no pesa y un futuro que no te produce ansiedad, sino que te ofrece ilusión. En realidad, lo que tenemos es un presente absoluto. Por eso es lo de bailar aquí y ahora, y eso es mágico. Es una liberación. ‘Ese instante que agoniza’, que diría Gala. Bailahora recupera el riesgo que tiene el momento de la creación y la improvisación”.