Image: Doctor Faust resucita en Sevilla

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Ópera

Doctor Faust resucita en Sevilla

El Maestranza da luz al sueño de Busoni

16 octubre, 2008 02:00

El barítono Christopher Robertson, en un momento de Doktor Faust

Voluntad eterna

El 21 de octubre el Teatro de la Maestranza de Sevilla recuperará, en versión operística, a uno de los grandes mitos de la literatura. Christopher Robertson, Robert Brubaker y Mary Mills protagonizarán un estreno absoluto en España que rubrican Peter Mussbach y Erich Wonder. El crítico José Luis Pérez de Arteaga repasa la historia de Doctor Faust, una ópera con vida propia.

Son varios los coliseos líricos españoles que han apostado por las grandes obras del repertorio alemán para abrir sus temporadas. Así, el Gran Teatro del Liceo ofrece, desde el pasado 2 de octubre, Tiefland, el título más célebre de Eugen d’Albert, y el próximo día 25 el Palau de les Arts de Valencia estrenará la esperada propuesta de Lorin Maazel y Werner Herzog del Parsifal wagneriano. Pero, posiblemente, el teatro más arriesgado ha sido el Maestranza, al presentar el estreno en España de una de las partituras fundamentales del periodo de entreguerras, Doktor Faust, la obra maestra del compositor italo-alemán Ferruccio Busoni (1866-1924). El proyecto responde a un empeño muy particular del director artístico y musical del teatro hispalense, Pedro Halffter, quien prosigue así su labor en la difusión del repertorio germánico situado entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con el que posee una especial afinidad, como ya ha demostrado tanto en Sevilla (con Salomé de Richard Strauss, Lulu de Alban Berg o El sonido lejano de Franz Schreker) como en el Teatro Real de Madrid (donde asumió la creación en nuestro país del Orfeo y Eurídice de Ernst Krenek). El director y compositor madrileño vuelve a probar aquí su afinidad con el repertorio germánico de principios del siglo XX, aunque afirma: "Es un error considerar Doktor Faust una ópera alemana. El que Busoni conociera bien la trayectoria de la ópera italiana y al mismo tiempo fuera un compositor con una formación eminentemente germana enriquece muchísimo una obra en la que consigue dar un paso más en la concepción operística que se venía haciendo hasta el momento".

Esta inmersión en la tradición faustiana integra en lo musical un repertorio -en el que también se podría incluir, entre otros, títulos como La Fanciulla del West de Puccini, obra que, por cierto, dirigirá también Halffter esta temporada en el Maestranza- muy abandonado en España y que empieza a incorporarse poco a poco a nuestros teatros.

Para esta ocasión, se ha acudido al montaje de Peter Mussbach y Erich Wonder, creado originalmente en el Festival de Salzburgo y actualmente propiedad de la Staatsoper de Berlín, lo que ha hecho posible que la obra regrese a los escenarios. Cuenta con algunos cuadros realmente fascinantes, como la aparición de los tres sabios, la escena en la corte de Parma o la sorprendente escena final. Quienes tengan la posibilidad de verla, comprobarán que es un montaje de líneas muy convincentes, no sólo en el apartado visual, y provista de una fina complejidad.

El versátil barítono norteamericano Christopher Robertson (que tiene en su agenda hasta el Urdaspal de Zigor de Francisco Escudero, que cantó para la ABAO) dará vida al exigente papel titular, que se debate entre los conflictos de la carne y los del espíritu y aspira a la máxima sabiduría y plenitud en su vida, mientras que el tenor asimismo estadounidense Robert Brubaker, gran especialista en esta música, será su diabólico e inseparable compañero, completando el elenco la soprano Mary Mills en la Duquesa de Parma, único personaje femenino de la obra, el tenor español José Ferrero como su esposo y el bajo alemán Matthias Hülle, criado de Fausto y posteriormente Rector Magnificus.

Pedro Halffter
"Es un error considerar Doctor Faust una ópera alemana"



-¿Cuál es el mayor atractivo de la obra?

- Para empezar, que la música de Busoni es una gran desconocida en España. Es también una composición muy personal, tremendamente bella, donde el compositor trata de dar un paso más en la concepción operística. Utiliza una forma muy característica, no la denomina en actos, dispone de unos grandes coros y escénicamente da mucho juego. Suficientes atractivos, creo yo, para que no sólo el público hispalense se acerque a ver este estreno en España.



- Ferruccio Busoni es un compositor entre dos aguas, la italiana y la germana. ¿En qué sentido eso afecta a la obra?

- Es un error considerar Doctor Faust una ópera alemana. El que Busoni conociera bien la trayectoria de la ópera italiana y al mismo tiempo tuviera una formación eminentemente germana enriquece muchísimo una obra en la que, insisto, trata de dar un paso más en la concepción operística que se hacía hasta el momento. 1925, con el estreno de Doctor Faust y Wozzeck de Alban Berg, fue un año clave para la ópera.



- Doctor Fausto es el trabajo de toda una vida en el que es posible encontrar algunos elementos autobiográficos.

- ¡Son tantos detalles! Hay una parte heredera del Parsifal, cuando Fausto quiere saberlo todo del mundo, sin excluir el sufrimiento, algo muy ligado a la tradición católica. Eso conecta asimismo con el propio Busoni, el artista romántico que cree que a través del sufrimiento la obra se hace más verdadera.



- ¿Cómo situaría estéticamente esta obra? ¿Cuál es su mayor dificultad?

- La obra es extremadamente difícil, demanda un grandísimo esfuerzo desde el punto de vista vocal, sobre todo por parte de Fausto y Mefistófeles, que participan en casi todas las escenas. La parte coral, dependiendo del momento, nos llega desde dentro o desde fuera del escenario, por no hablar de la orquestación, que cuenta con varios interludios orquestales muy exigentes. Escénicamente, se suceden muchas localizaciones, la casa de Fausto o la corte de Parma, entre otras, que ponen a prueba las posibilidades cualquier teatro.



- Es un Fausto bastante diferente al que conocemos por la tradición, ya que indaga en las raíces mismas del mito. ¿Qué tiene de diferente frente a otras conocidas inmersiones en el mismo texto?

- Durante mi internado en Alemania, estudié con detenimiento el Fausto de Goethe. Puedo decir que el acercamiento que hace Busoni al personaje es quizá el más cercano al original: plantea una pregunta que va más allá del pacto que indaga, en lo que parece una contradicción, en la cuestión de la libertad. Es precisamente cuando Fausto le pide al diablo que le haga libre que se encadena. Fausto deja de ser libre por desidia, por no tener la capacidad de enfrentarse al mal y rechazarlo. Así, no es difícil pensar que Fausto y Mefistófeles son las misma figura.



- Una producción que rubrica Peter Mussbach.

- Tuve la suerte de asistir al estreno en Berlín de 2006, el acercamiento de Mussbach a la figura de Fausto me parece muy acertado, en la línea que he comentado de intercambio de atributos entre Fausto y Mefistófeles, describiendo ese mal cotidiano al que se refiere la obra. Por mi parte, he dedicado todos mis esfuerzos a resumir al máximo la complejidad, no sólo musical sino filosófica, que requiere la obra.



Benjamín G. ROSADO