Image: La Juan March hila Mavra con El pelele

Image: La Juan March hila Mavra con El pelele

Ópera

La Juan March hila Mavra con El pelele

1 abril, 2016 02:00

Fundación Juan March

En su fructífera colaboración la Fundación March y el Teatro de la Zarzuela brindan un programa doble, en contra de lo que se pudiera creer a primera vista, totalmente lógico, que incluye dos obras de estética diferente pero de contenidos bastante próximos, separadas sólamente por tres años: El pelele de Julio Gómez (1925) y Mavra de Stravinski (1922). Se enfrentan dos mundos: el heredado de la tonadilla escénica y el que bebe en la tradición popular rusa. El uno salido de la pluma literaria de Rivas Cherif, el otro de la de Boris Kojnó.

Son composiciones alejadas en lo musical y en lo teatral, pero con curiosas concomitancias. El director de escena, Tomás Muñoz, cita las siguientes: en ambos casos aparecen una casita, un mundo femenino delicado (dos mujeres que esperan el amor), una realidad doméstica (labores, tejidos, ropas), un sueño (representar el papel de novia); en los dos casos se plantean acciones mecánicas para atrapar un trozo de vida a través de lo grotesco, ya que los personajes actúan como muñecos y viceversa.

Por otra parte, en ambas obras encontramos las mismas clases populares urbanas del XVIII y principios del XIX, como muestran los referentes de Goya y Pushkin. Y los personajes son arquetipos. Todo lo cual permite realizar un montaje unitario desarrollado por Muñoz con la ayuda de un equipo muy eficiente, en el que destaca Gabriela Salaverri, autora de unos muy bellos y expresivos figurines. En El pelele la única voz es la de la soprano lírica, de bellos tornasoles, Susana Cordón, cada vez más asentada y expresiva. En Mavra intervienen, además de ella, las mezzos Marina Makhmoutova y Anna Moroz, y el tenor José Manuel Montero. La dirección musical es de Roberto Balistreri, que gobernará desde el piano el discurso musical, ya que se interpretan las transcripciones para ese instrumento de los propios autores.