Una de las producciones más atrayentes e insólitas del cartellone del Real de hace un par de temporadas hubo de ser pospuesta a causa de la pandemia. Se ha vuelto a programar ahora para una sola función concertante a celebrar el próximo 19 de junio. Hablamos de la ópera-ballet El nacimiento del Rey Sol, en la que se rememora el hecho histórico de que en ella intervino por primera vez en escena, en calidad de bailarín, cuando tan solo contaba 14 años, el rey Luis XIV.
Fue un feliz acontecimiento para el monarca, que dedicaría muchas de sus atenciones a la escena lírica a lo largo de su vida desde su sitial versallesco, él mismo como auténtico actor y director, como maestro de ceremonias de todo lo que se moviera en su reino. El espectáculo, nada inocente en términos políticos, disipaba las tinieblas de la noche, dispuestas musicalmente a lo largo de cuatro vigilias que alternaban números cantados y bailados.
La partitura durmió durante siglos entre los archivos de la colección Philidor del antiguo conservatorio de París, hasta su redescubrimiento en 2004 y su recreación musical en 2016 por parte de Sébastien Daucé y el Ensemble Correspondances, que son los que nos la traen a Madrid.
El coliseo madrileño rememora la ópera-ballet en la que intervino como bailarín Luis XIV con tan solo 14 años
La obra está poblada de exquisiteces en las que se reconocen tanto los ecos de la ópera veneciana temprana como el germen de la tragedia lírica de Jean-Baptiste Lully. En un tiempo en el que la influencia de los italianos, algo más tarde aupados por el cardenal Mazarino, se hacía sentir; siempre en la estela en la que se daban la mano los distintos elementos que intervenían en los espectáculos palaciegos, fundamentalmente los llamados air de cour y ballet de cour.
En el espectáculo se escuchan músicas de Jean de Cambefort, Antoine Boësset, Michel Lambert y el muy posterior Louis Constantin por la parte francesa, y de Francesco Cavalli (Ercole Amante) y Luigi Rossi (Orfeo), bastante más significativos, por la italiana. La acción se desarrolla sobre un libreto de Isaac Benserade. Estarán sobre las tablas, entre otros, Lucile Richardot, Caroline Weynants, Caroline Bardot y Perrine Devillers.