Teatro

Un Lima de alto riesgo

La Triángulo repone una de sus primeras obras

18 octubre, 2007 02:00

Escena de las Siamesas del puerto

Conocido como director de la compañía Animalario y por trabajos ajenos a la formación, actor de cine o de televisión, la carrera de Andrés Lima también paladeó la autoría en solitario para el teatro. Fue hace bastantes años, en los noventa, cuando escribió algunos textos que subieron a los escenarios. Entre otros estaba Las siamesas del Puerto, una obra que estrenó entonces con la compañía en la que el propio Lima formaba parte, Riesgo, y que ahora dirige Celia León e interpretan Sandra Collantes, Vanesa Espín y Aitor Merino en la sala Triángulo de Madrid hasta mediados del mes de noviembre.

La obra surgió tras leer Lima el relato de Hermann Kinder Las siamesas de Bohemia. "Siempre me ha atraído la monstruosidad", rememora el autor para explicar por qué decidió escribir un texto que navega por unos personajes distintos a los habituales en los escenarios. Como ocurre con muchos de los que luego se ha ocupado Animalario -un nombre que parece enlazar con esa atracción- aunque sean unos monstruos distintos, aparentemente personas normales cuyo físico no delata su profundo desarreglo interior. Junto a ese tema figuraba el del amor entre unos seres deformes y el que les dispensa a las dos chicas un doctor que ha acudido a examinarlas como científico.

En ese estado de atracción-rechazo, Lima encontró "unas personalidades y situaciones muy dramáticas" que auguraban unos buenos mimbres para tejer con ellos teatro. Pero a los que veía "muy lejanos" en la obra de Kinder, por lo que decidió acercarlos a la tradición popular de exhibir los renglones torcidos de la naturaleza por las barracas de feria que recorrían España, aunque en la obra se convirtieron en dos mujeres unidas por la cadera que se ganan la vida actuando en tugurios de El Puerto de Santa María.

La localización en el pueblo gaditano permitió regar el espectáculo con flamenco. La inclusión de ese mundo hizo posible introducir la connotación de "fiesta y juerga en el montaje, una característica de Riesgo para acercarse al público de una manera sencilla y directa" que la nueva producción mantiene con la guitarra y el cante interpretados en directo por el grupo Bassotangos. Esta línea de "comenzar con un tono de comedia que luego se convierte en drama" permite ensamblar una historia poética sobre "seres monstruosos hasta que verdaderamente se les conoce como son y entonces se les empieza a amar".

A partir de entonces, mediados los años noventa, Lima empezó a amar la autoría teatral de otra manera. Su compañía se unió con la que formaba gente como Alberto San Juán y Willy Toledo, entre otros, dando lugar a la actual Animalario, que ha combinado los montajes de creación propia -los primeros- con los que, aun partiendo de textos de autores ajenos a la formación, crean a pie de escenario. De este último modelo es, por ejemplo, Hammelin que construyeron con un texto de Juan Mayorga. Y pasos parecidos seguirá el que prepara la compañía para La Abadía de Madrid, una visión muy particular del Arlecchino que no será el personaje afable e ingenioso de Goldoni, sino "un verdadero monstruo".