Image: Duelo en nombre de Dios

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Teatro

Duelo en nombre de Dios

'Agnes de Dios' en el Albéniz

6 diciembre, 2007 01:00

Faltoyano e Higueras, en Agnes de Dios

El director Fernando Méndez-Leite vuelve a dirigir a Cristina Higueras y Fiorella Faltoyano en Agnes de Dios. El caso de una novicia que asesina a su bebé es el punto de partida de esta obra que estará en el Albéniz de Madrid hasta el 16 de diciembre.

Cristina Higueras y Fiorella Faltoyano son un ejemplo de perseverancia artística y empresarial en el teatro español. Con una dilatada carrera como actrices, hace quince años se embarcaron en crear una productora de teatro, Nueva Comedia, con la que han venido ofreciendo títulos de manera regular, procedentes casi siempre del teatro anglosajón. El hecho de que después de tantos años estas mujeres sigan con su productora, recorriendo España con sus obras y conquistando al público es un buena señal del trabajo que hacen. Ahora, tras una larga gira por España, llegan a Madrid, con Agnes de Dios, una obra que, como su anterior trabajo, dirige Fernando Méndez-Leite. El cineasta es asimismo el responsable de la adaptación teatral de la obra original del autor norteamericano John Pielmeier.

Un hecho real
La obra, estrenada en el cine con la participación de Anne Bancroft, Jane Fonda y Meg Tilly, reúne un doble interés porque al tiempo que desarrolla una trama que atrapa al espectador desde principio a fin, se vale de las creencias de sus personajes para plantear la teológica polémica entre religión y razón; es éste un debate que ha cobrado relevancia en los últimos años, a raíz del nombramiento del cardenal Joseph Ratzinger, un experto en la materia, como papa Benedicto XVI. La noticia de que una monja había asesinado en su propia celda a su bebé recién nacido inspiró a Pielmeier, que escribe un texto con una poderosa trama para medir a dos actrices que en el montaje interpretan Higueras y Faltoyano.

La primera encarna a la agnóstica psiquiatra Livingstone, a quien el juez encarga que investigue los sucesos y la participación en ellos de la presunta asesina y de las personas que la rodean. Entre ellas está el personaje interpretado por Faltoyano, la madre Miriam que es la superiora del convento donde han ocurrido los hechos y que recibe a la doctora con cortesía y desconfianza. En medio de la disputa se encuentra una novicia, papel que representa la joven Ruth Salas, quien interpreta a una delirante y mística joven que achaca su embarazo a la visita de Dios.

A partir de ahí se entabla un duro combate entre la doctora y la monja que Pielmeier controla con pequeñas dosis de información que suministra para mantener al público en una intriga permanente hasta llegar al acto final de un montaje que cuenta con la participación de unos colaboradores de lujo, como son Roberto Verino, encargado de la realización del vestuario, y Javier Artiñano, responsable del espacio escénico.