Image: Jeannine Mestre y Gerardo Malla

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Teatro

Jeannine Mestre y Gerardo Malla

“No somos actores quemados por la televisión, no se nos ha visto haciendo de porteros o de vecinos”

3 enero, 2008 01:00

Jeannine Mestre y Gerardo Malla. Foto: Sergio Enríquez

Hace un par de años se pusieron de moda en la cartelera madrileña las funciones protagonizadas por mujeres en las que se apuntaba al macho sin piedad. A tenor de las últimas incorporaciones, la moda de ahora son comedias en torno a conflictos conyugales. La última en estrenarse es Delirio a dúo, de Ionesco, con Jeannine Mestre y Gerardo Malla. Dirigida por Salvador Bolta, se estrena el día 10 en la sala Princesa del Teatro María Guerrero.

Que desde ciertos sectores "correctos" se critique una serie televisiva como Escenas de un matrimonio entra dentro de lo normal; también que, al comprobar que se trata del mayor éxito de audiencia de la televisión, se persiga la estela de las comedias matrimoniales. Con un baño menos popular y más "intelectual" asistimos en la cartelera madrileña a acontecimientos de esta naturaleza: Hay que purgar a Totó, de Georges Feydau, es una discusión conyugal en torno al estreñimiento que padece el hijo de una pareja, un vaudeville más propio de Lina Morgan que de una actriz dramática como Nuria Espert, quien lo protagoniza. En el mismo teatro, el Español, Juan Margallo y Petra Martínez también dan vida a un matrimonio que, desde su ideología "reaccionaria", pasa revista a los acontecimientos con humor y mucha autobiografía. Y ahora llega a la pequeña sala de La Princesa, en el Centro Dramático Nacional, una piececita de apenas 30 folios, firmada por Ionesco, en torno a una discusión aparentemente absurda pero tan verosímil como la que pueda vivir una pareja asentada: Delirio a dúo.

La pareja, eterno argumento, tiene una estructura que permite hablar de cualquier asunto. Así lo ve Gerardo Malla, media costilla masculina de esta pieza, quien interpreta a un intelectual tranquilo y pasivo unido a una mujer que por él se divorció de su primer marido. "En la pareja", dice Gerardo Malla, "se dan contradicciones que si las ampliáramos nos daríamos cuenta de que ahí esta el germen de lo que nos rodea. E igual ocurriría si hiciéramos el proceso inverso, es decir, si analizáramos el mundo y fuéramos reduciéndolo, acabaríamos en la pareja. Siempre ha sido así".

Esta opinión la corrobora Jeannine Mestre, quién da vida a una amargada mujer que no deja de quejarse de su destino por haberse unido al hombre equivocado. "La familia es como un microcosmos de lo que sucede en el mundo. Nos sirve para entender los amores, los desamores... pero aquí se agradece muchísimo que haya humor, si no, sería muy duro", dice la actriz.

Delirio a dúo es una de las obras más realistas de Ionesco. El texto es la discusión de una pareja en torno a una nimiedad absurda, una bronca que sucede en un apartamento, donde los personajes están encerrados en el mejor estilo buñueliano. Mientras, en el exterior, se oyen los ecos de una revolución o de una guerra. El director de la pieza, Salvador Bolta, la ha montado desde la perspectiva de que es una obra "hiperrealista".

"Es el Ionesco menos absurdo si por éste se entiende La cantante calva, que es un ejercicio de lenguaje, el texto absurdo por excelencia", explica Bolta. "Por el contrario, Delirio a dúo es más profundo, tiene aspectos de La cantante... pero por el texto pasa toda su vida y toda su percepción de la realidad social, de las relaciones humanas, del pesimismo y de la desazón que le caracterizaba. Es, desde luego, algo más que un ejercicio de escritura teatral, hay una voluntad de ofrecer una comprensión catastrófica de las cosas. Este año se han publicado los Diarios completos de Ionesco y estos han sido una fuente y una referencia para este montaje tan importante como el texto, porque hemos vinculado la obra a ellos. Hay mucho de la propia ideología, su aventura personal forja su ideología y este texto sin ser un panfleto, respira sus ideas sobre la guerra, sobre la realidad social, sobre la incapacidad de los políticos y sus estrategias para gobernar, sobre las relaciones humanas".

José Hierro y el existencialismo
Mucho de estos citados Diarios, además de un poema de José Hierro (Vida), deben haberse incluido en el montaje de la obra para reconocer la ideología del escritor a la que se refiere el director. En la obra hay dos acciones -la discusión de la pareja y lo que ocurre en la calle- pero las referencias políticas son contadas. "En esta obra hay dos planos", explica Bolta, "pero predomina la relación de la pareja. Uno de los planos es la realidad exterior, el otro la realidad interior, ambos están en conflicto y se encuentran y eso es a lo que asistimos durante este segmento de una realidad infinita. Porque la obra sigue una estructura en espiral, cuando empieza la función las cosas ya vienen ocurriendo y cuando termina no hay una resolución, sino que continuarán ocurriendo porque la relación prosigue".

Sí hay una conexión de la pieza con el lugar y el tiempo que la vio nacer y las corrientes intelectuales del momento. Es decir, París, años sesenta y el existencialismo. Comenta Malla que "pensando en la función mientras íba en el metro de pronto me dí cuenta que, obviamente, tiene que ver con la cultura francesa, pero hay una hilazón con la frase famosa de Sartre "el infierno son los otros"; de algún modo en esta obra ves que esa frase es algo recurrente. Para cada persona los demás son el "infierno". De pronto pensé en que había un puente entre Sartre e Ionesco.

-Salvador Bolta: Sí, Ionesco es un pesimista, un existencialista, un nihilista,
-Jeannine Mestre: ¿Y qué haces para sobrevivir? Pues intentas reír un poco, porque de lo contrario...
-Gerardo Malla: Además, en la pieza hay una guerra de sexos clarísima, porque para él todo es, no digo violento, pero sí absurdo. Son absurdas las relaciones y todo lo que las rodea. Su definición de la vida es que ésta es "para pasar el tiempo". Ionesco estaba obsesionado con la muerte, pero sobre todo obsesionado con la vida. Todo está aderezado con humor, un humor amargo, cínico, muy inteligente. Hay pocos textos que haya encontrado a lo largo de mi vida, y ésta ya es larga, con tanta profundidad. A mí me ha revelado cosas de su visión del mundo que me han impactado ".

Más que a asuntos concretos que le hayan sorprendido, Malla se refiere a la forma, el tono que Ionesco emplea: "Yo me considero un señor comprometido, algo que me enseñó José Monleón", dice Malla. "Yo soy una persona preocupada por la política, pero a veces es difícil expresar lo absurdo de determinadas acciones políticas, y sin embargo, encuentras que Ionesco decía cosas tremendas sobre los políticos y sobre esta especia de revuelto de ajetes que es el mundo en el que vivimos con un cinismo comprometido. Gente como Ionesco, como Beckett lo expresaban de una manera clarividente".

Uno de los actractivos de la obra es la conjunción de estos dos actores, que coincidieron en el escenario ya hace mucho tiempo, en el Instituto Alemán y de la mano de Kafka. Malla salta del espectáculo de Presas, también en el CDN, a éste, y Jeannine Mestre, vuelve al Centro tras su intervención en Flor de Otoño de hace un par de temporadas.

Una pareja verosímil
Ambos juntos por obra y gracia del director, quién explica que "conocía a los actores por separado, desde el patio de butacas, y en mi cabeza se juntaban muy bien. Esta función necesitaba de la verosimilitud de la relación de sus personajes. Mi mejor acierto, me salga como me salga, habrá sido elegirlos a los dos. Creo que humanizan a los personajes, te crees a esta pareja. Si esta relación no funcionara en el escenario, te distanciarías como espectador de lo que esta ocurriendo. Y me parece que la mejor manera de vehicular este texto es intentar hacerlo como si ocurriera en el mundo real, que estos dos personajes existen en la realidad.

-Gerardo Malla: Sin embargo, quiero reivindicar que hay una característica que tenemos Jeanine y yo que ayuda: no somos actores quemados por la televisión, no nos han visto haciendo de vecinos, de policías, de esas cosas que se hacen en las series de televisión y en ese aspecto nuestra aportación es que vamos a llegar antes al público como los personajes de la obra de Ionesco.

-El Cultural: No entiendo por qué.
-Gerardo Malla: El público no nos identifica con ningún personaje de la tele y, por tanto, nos identificará más rápidamente con los personajes de la obra. Y cuanto menor sea ese tiempo, mejor para la credibilidad de la obra.
-El Cultural: Por esa misma razón podría decirse que un actor de televisión siempre será peor que un actor que no la haga.
-Gerardo Malla: Una película como El limpiabotas tenía que estar protagonizada por un actor desconocido, para que tuviera esa credibilidad. También es cierto que se pueden poner ejemplos contrarios. Ana Magnani, cuando hizo Roma, ciudad abierta.

Lo que no está escrito
-Jeannine Mestre: Habitualmente se suele producir una radiografía del personaje y del personaje-actor. Pero por otro lado, Delirio a dúo es una obra extraña, la lees y dices: ¡Ah! qué claro! Pero luego te das cuenta de que hay un recorrido del texto, unas miradas de los personajes, lo que no está escrito, pero está...

-Gerardo Malla: Aquí ya se plantea un problema de conflicto de pareja. Dice Jeanine, leo la obra y está clarísima. No, yo la leo y está muy oscura, y voy descubriendo al final y a medida que avanzamos cómo son nuestros personajes. ¿Por qué Jeanine lo ve claro desde el principio? Pues tal vez porque hay una identificación entre Jeanine personaje en el sentido de la acción. En mi caso, que se supone que soy el intelectual, tengo que leer la función muchas veces para llegar a comprenderla .
-Jeannine Mestre: Es una obra complejísima y, de hecho, es la única de Ionesco que se montó en el teatro de Francia, en La Comedie, porque las otras obras pertenecían al teatro de repertorio, se representaban en el circuito comercial.

Termina este breve encuentro periodístico y actores y director vuelven a la sala de la Princesa del María Guerrero. Allí, donde el público está tan cerca de la escena, Ana Garay ha recreado el apartamento de esta pareja con una bonita escenografía decorada con abundantes piezas animales de taxidermista.