Teatro

Café para todos

Mercado teatral y subvenciones

31 enero, 2008 01:00

El otro gran estudio que se presenta en Escenium aborda uno de los asuntos más espinosos del sector escénico y que nunca antes había sido analizado pormenorizadamente: las subvenciones públicas a las artes escénicas. Coordinado por Arturo Rubio, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y por Arturo Rodríguez, de la Universitat de Barcelona, el estudio ha investigado sobre las distintas tipologías de subvenciones y el gasto hecho por las administraciones en los últimos diez años por este concepto.

Con la ausencia de cifras del Ayuntamiento de Madrid, que se ha negado a colaborar con la investigación, y con datos muy parciales de la Generalitat de Catalunya, porque técnicamente ha sido imposible descifrar el material aportado, el estudio señala que el 40% del gasto que las administraciones públicas dedican al teatro, la música y la danza lo hacen a través de políticas de fomento, es decir, de subvenciones.

El estudio distingue varias tipologías de subvención: las nominativas, las de libre concurrencia y los cachés pagados por los municipios y autonomías a la red de teatros. Como explica Arturo Rubio, "entendemos que es dinero público que contribuye a fomentar la distribución y exhibición de obras". El estudio revela que mientras ha habido un gasto creciente tanto en las administraciones autonómicas (con Madrid a la cabeza, que dedicó 27.300.222 euros en 2006) como en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), éste se ha ido atemperando en los últimos tres años. "Ha crecido el gasto, pero también los beneficiarios, y la fórmula del ‘café para todos’ ha hecho que el valor de las subvenciones percibidas sea cada vez menor". De las artes escénicas, está claro que la apuesta en nuestro país ha sido la música. Entre 1997 y 2006, el Inaem se gastó más de 424 millones de euros en subvenciones, de los que el 77% correspondieron a la música y a la lírica. Un 19% fue para el teatro y tan solo el 4% a la danza, la hermana más desprotegida de las artes escénicas.

Ni objetividad, ni transparencia. Otro aspecto interesante del estudio se refiere a cómo las administraciones autonómicas y central no cumplen con la sugerencia que hace la Ley General de Subvenciones del año 2003. "La ley dice que en la medida de lo posible las subvenciones deben ser en libre concurrencia, y no nominativas", explica el profesor Rubio. " Pues observamos todo lo contrario, es creciente la opción de las administraciones por seguir el modelo de subvención nominativa". Hay comunidades como Murcia, Galicia, País Vasco y Castilla y León que sí han contenido el gasto en este tipo de subvención, pero hay otras como Madrid, Navarra y Castilla-La Mancha que siguen el camino opuesto. A diferencia de las de libre concurrencia, las nominativas carecen de una base reguladora concreta y se establecen mediante un convenio en el que figuran identificados los beneficiarios. Además, los beneficiarios de estas subvenciones tienden a perpetuarse ejercicio tras ejercicio. Los festivales y recintos escénicos de titularidad pública, así como la lírica y la música suelen ser los beneficiarios.

También la forma de cómo se otorgan las subvenciones ha sido motivo de estudio. "Hemos analizado cómo se adjudican y hemos confirmado que no cumplen criterios de objetividad y transparencia. Así como en los países anglosajones y escandinavos figuran los Arts Council (Consejos de las Artes) en donde las decisiones son tomadas a un ‘brazo de distancia’ del poder político. En nuestro país, que sigue el modelo de Francia y otros países del sur de Europa, son las comisiones de asesores las que deciden el destino de las ayudas. Sin embargo, hemos detectado que en las convocatorias autonómicas no suelen identificarse a los evaluadores y cuando lo hacen, éstos suelen ser personal de la institución. El Inaem sí tiene más cuidado en este aspecto".

A la pregunta de si estas políticas han tenido un efecto positivo sobre el sector escénico, Arturo Rubio se remite a las encuestas de hábitos y consumo: "Las últimas encuestas indican que no hay un mayor interés por parte de la población por acudir a espectáculos de música o de teatro. Lo que quiere decir que habrá que ir pensando en tomar medidas que estimulen la demanda, más encaminadas al campo de la educación artística. Posiblemente, será inevitable proseguir con las ayudas, habría que aplicar criterios muchos más explícitos en sus convocatorias, que exijan un compromiso a los beneficiarios". ¿Se augura el fin del "café para todos"?