Image: Ollé indaga en Gombrowicz

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Teatro

Ollé indaga en Gombrowicz

Yvonne, princesa de Borgoña, en el Lliure

20 marzo, 2008 01:00

Foto: Ros Ribas.

Humor cáustico, absurdo, el individuo ante el poder y la condición humana son algunos de los ingredientes que Joan Ollé ha valorado a la hora de llevar al Lliure, "con un poco de vinagre", Yvonne, princesa de Borgoña, de Gombrowicz. Será a partir del próximo día 26.

Joan Ollé es un hombre de teatro a quien yo consideraría un enamorado de la palabra. Sus puestas en escena son originales por la fidelidad que mantiene al texto, modernizando sólo los elementos escénicos pero respetando siempre la obra, su significado más profundo a partir del texto. Desde Fedra de Racine, Le malentendu de Camus, Soldados de Salamina de Javier Cercas o Tío Vania de Chejov hasta la puesta en escena de la poesía de Estellés en Coral romput, en todos los espectáculos de las últimas temporadas, Ollé nos muestra cómo poner en pie un texto, dándole toda su actualidad y modernidad, sin alterar las palabras.

También le gusta jugar con la sonoridad de las palabras como nos demostró en La illa del tresor , y lo hace a menudo en su columna semanal de El Periódico. Según me dice, en los últimos seis años, ha ido haciendo "repertorio" en el Lliure y tanto aquel Victor o els nens al poder de Roger Vitrac, como la obra que está a punto de estrenar, corresponden a autores poco conocidos, pero cuyo pensamiento y teatro han sido relevantes para nuestra cultura.

La mirada humana. Ivonne, princesa de Borgoña tiene el humor cáustico y absurdo de Gombrowicz, un autor roto entre la situación política de su país, Polonia, su exilio y su tardío retorno a Europa. En su obra nos hace reflexionar sobre la capacidad creadora de la mirada humana, sobre la manipulación que ejerce el poder sobre los individuos. Ollé dice sentir una comunicación emocional muy fuerte con el tema y dice querer hacer siempre con el alma sus puestas en escena. Ivonne es un ser extraño, una mujer que no habla, díscola, nada atractiva, fuera del mundo. El príncipe, con su libertad de espíritu, decide casarse con ella y la presencia de Ivonne en la corte, será un silencioso espejo, un elemento subversivo para ese microcosmos que constituye la corte de Borgoña. Pero según Ollé, no se trata de una obra política. "Es semántica, es una monarquía de feria que no tiene otra cosa que hacer que no sea vivir. Es un modo de examinar la condición humana".

Máscaras y etiquetas. Cuando le pregunto a Joan Ollé si Ivonne es fea o guapa, responde "¿Qué eres tú?¿Qué soy yo? Todos llevamos etiquetas. Ivonne es una página en blanco que los otros clasifican. Todos somos las máscaras que nos ponen. La base está en el baile de máscaras. La actriz que interpreta el personaje es una bailarina, es una estrategia metateatral. En mi puesta en escena intento decir al público lo que decía la obra de Gombrowicz. Pero en Ivonne, princesa de Borgoña hay una desconfianza radical en el género humano. Convenía un toque de vinagre", dice. Junto a autor y director, su escenógrafo habitual, Jon Berrondo, su iluminador Lionel Spycher y un gran reparto en el que figuran nombres como el de Angels Poch o Joan Anguera y Lluís Marco, ambos premios de la crítica de Barcelona a los mejores actores de la temporada pasada.