Image: Pasos argentinos

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Teatro

Pasos argentinos

El Ballet de Julio Bocca actúa en Madrid

5 junio, 2008 02:00

Cecilia Figaredo e Igor Yebra

El Ballet Argentino que dirige el bailarín ya retirado Julio Bocca llega hoy a Madrid, al teatro Compac Gran Vía. Y lo hace con Felicitas, un ballet protagonizado por la argentina Cecilia Figaredo y el bailarín español Igor Yebra. El ballet lo ha diseñado la coreógrafa habitual de la compañía, Ana María Sketelman, y se inspira en una leyenda bonaerense de tintes góticos: Un bella viuda joven y rica es asesinada durante el carnaval por un amante despechado; los padres de la joven erigen una iglesia en su recuerdo por cuyo atrio dicen que el fantasma de la mujer se aparece en todos los carnavales. Es ya tradición que las mujeres con penas de amor aten pañuelos a la reja de la iglesia para que el fantasma solucione sus pesares.

Esta producción supone la vuelta a los escenarios madrileños del bailarín bilbaíno Igor Yebra, quien había trabajado con Bocca hace doce años y que aceptó incorporarse a esta compañía en Madrid durante el tiempo libre que le deja sus compromisos con la Opera Nacional de Burdeos, donde es estrella, y con la ópera de Roma, en la que figura como primer bailarín invitado permanente. Sobre las dificultades de bailar el estilo de Sketelman, una coreógrafa que ha fundido la danza contemporánea y la clásica con el folklore argentino, Yebra explica que "no he tenido dificultad. Lo bueno de Sketelman es que sabe contar muy bien historias en el escenario y da mucha libertad al bailarín".

Yebra, que desde hace dos años ha montado en Bilbao una escuela de danza, prefiere adoptar una actitud positiva cuando se le pregunta por los males de la danza clásica en España. "Es una pena que no haya una compañía de clásico, pero sólo hay que mirar atrás para ver que estamos mejor que antes, aunque tengamos que seguir saliendo fuera del país para bailar, algo que, por otro lado, suele ser habitual en esta profesión. No comparto el discurso tremendista que suele esgrimirse para hablar de la danza clásica. Tampoco exigir constantemente que sea el Estado quien haga las cosas, hay que forzar la imaginación".

En vez de crear una nueva compañía nacional, ¿no sería más aconsejable que la Compañía Nacional de Danza abriera el repertorio? Yebra dice: "Eso es lo ideal y es la pega que se la ha puesto a la CND, una de las mejores del mundo en contemporáneo. Pero esa medida sería beneficiosa sobre todo para el público".