Image: Unidas por Reza

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Teatro

Unidas por Reza

Verdú y Sánchez-Gijón actúan con 'Un dios salvaje' en el Alcázar

25 septiembre, 2008 02:00

Aytana Sánchez-Gijón y Maribel Verdú. Foto: Sergio Enríquez

"Reza tiene una virtud que dramáticamente funciona muy bien: toma pequeños conflictos -en Arte, el cuadro en blanco; en Un dios salvaje, una pelea de crios- y los convierte en metáfora de algo más sin ser excesivamente pedante, sin hacer muchos discursos". Quién así se explica es Jordi Galcerán, el autor actual de mayor éxito de nuestro país y adaptador de Un dios salvaje, obra de otra autora laureada, la francesa Yasmina Reza. La pieza se estrena el día 3 en el Alcázar de Madrid, dirigida por Tamzin Townsend y protagonizada por Aitana Sánchez Gijón y Maribel Verdú, a quienes acompañan Antonio Molero y Pere Ponce en un cartel de los más atractivos de la cartelera madrileña.

Se dijo que después del bombazo de Arte, Reza tenía difícil superar su propio listón. Aquí parece que lo consigue. La obra se ha estrenado en París, protagonizada por Isabelle Huppert, y en Londres por Ralph Fiennes, y en ambas plazas ha funcionado muy bien. Ahora, Pedro Larrañaga se ha lanzado a esta producción que finaliza en enero, tenga el teatro abarrotado o no. Así son los actores y sus compromisos profesionales.

El argumento de Un dios salvaje enfrenta a dos parejas que se reúnen para intentar resolver la pelea que han protagonizado sus hijos respectivos. Todo comienza con muchas cortesía por ambas partes, pero continúa por un camino plagado de minas para finalizar en tremenda "balasera". "Es una obra que habla del conflicto entre cultura y biología, entre lo que los humanos hemos construido para poder convivir en paz y el cavernícola que no podemos evitar ser", añade Galcerán.

Desde el punto de vista teatral, su escritura también merece elogios del autor: "Teatralmente tiene cosas que a mi me encantan: centra el conflicto en una sola escena, en tiempo real... El teatro es concentración, intensidad, y esta obra la tiene. Juega muy bien con lo que no se dice, que siempre es más importante que lo que se dice. Los personajes se definen más por lo que callan, que por lo que afirman. Y además es realmente divertida. Tiene otra cosa muy acertada: muestra el conflicto interno de esa clase que podríamos llamar ‘progre’, gente tolerante y liberal que, en el fondo, cuando rascas un poco es tan intolerante como cualquiera".

Un texto que las uniera. Tanto Aitana Sánchez-Gijón como Maribel Verdú vienen alternando sus apariciones en cine y teatro y llevaban tiempo tras un texto que las uniera en escena. "En un viaje a París que hice con Pedro (Larrañaga, su marido) fuimos a ver esta obra. Me encantó y aunque Aitana y yo ya teníamos otro texto entre manos, la llamé para decirle que ésta era mucho mejor", comenta Verdú. Ella interpreta a Annette, una mujer casada con una abogado chanchullero, Alain (Pere Ponce). "En realidad, aquí nada es lo que parece", comenta Verdú, "ella se muestra como una mujer que siempre está contemporizando. Las dos parejas son de un nivel medio alto, con carrera, pero empiezan a perder los papeles y aquí se acaba la educación para enfrentarse uno con otro y todos contra todos. El público ríe pero queda un poso incómodo si reflexiona sobre las barbaridades que se dicen".

Para Verdú este año que acaba ha sido uno de los mejores de su carrera cinematográfica: Ganó el Goya a la mejor actriz y ha estrenado Los girasoles ciegos; además, ha terminado el rodaje con Coppola de Tetro. "Ahora atravieso por el mejor momento de mi carrera, pero después de una temporada agitada casi siempre me refugio en el teatro. Es como merterme en una buhardillita que me proporciona un momento de paz".

Por su parte, Aitana Sánchez Gijón se muestra eufórica con el texto de Yasmina Reza. "Es una bomba de relojería, tiene sentido del humor y no sólo está a la altura de Arte, sino que creo que el público se va a identificar más todavía con lo que ocurre en escena". Aitana interpreta a Veronique, casada con Michell (Antonio Molero), vendedor de sanitarios. "Mi personaje es un ser absolutamente insoportable, una ‘hinchapelotas’. Una mujer que trabaja en una librería de arte y que cree en el poder pacificador de la cultura. Es una mujer perfecta, pero no deja de culpar a los demás. En realidad, los cuatro personajes son cuatro bichos. Yo creo que Reza lo que hace es reírse de sí misma al plantear temas con los que uno se identifica, pero que acaba desenmascarando".