El hombre que quiso ser rey
Fotonovela de la obra que García May estrena en el María Guerrero
20 noviembre, 2008 01:00Por fin Ignacio García May ve cumplido uno de sus deseos de la infancia: llevar a escena el relato de Kipling El hombre que quiso reinar, más popular gracias a la película de John Houston. Atraído por los relatos de los aventureros románticos que en el XIX renunciaban a su mundo para entregarse y fundirse con culturas que nadie antes había conocido (en la estela de Richard F. Burton, James Brokee, Charles Masson), García May ha perpetrado un espectáculo de pequeño formato que reivindica el espíritu individualista y rebelde que animaba a aquéllas figuras. A diferencia del afán civilizador que empujaba hacia tierras vírgenes a los viajeros ilustrados del XVIII, los del XIX acabaron de espías, piratas, narcotraficantes o comerciantes de tesoros. Fueron los "hombres-rey" que, como dice el dramatugo, "buscaban ser dueños de su propio destino" sin importarles en muchas ocasiones los métodos: "Ninguno de ellos fue un alma cándida y de algunos podría afirmarse que fueron auténticos canallas". Esta obra se sitúa en un bazar indio, donde Danny Dravot (interpretado por José Luis Patiño) y Peachey Carnehan (Marcial álvarez), dos desechos del Imperio Británico, cuentan la peripecia por las tierras de Kafiristán, un paso fronterizo entre Afganistán y Pakistán, conocido como "el país de los que no tienen fe" y, paradójicamente, hoy tomado por los talibanes. Escrita y dirigida por García May, se estrena hoy en la sala Princesa del María Guerrero de Madrid.