Image: Sin noticias de la crisis

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Teatro

Sin noticias de la crisis

Mercartes analiza la industria teatral

20 noviembre, 2008 01:00

'La importancia importancia de llamarse Ernesto', una de las obras que se vende en Mercartes

Por tercer año gran parte de la industria teatral se cita en Sevilla, donde hoy y mañana se celebra Mercartes. Allí, productores y exhibidores van a intercambiar información sobre proyectos teatrales y también sobre los desafíos inmediatos. De momento, aseguran que la crisis no se nota.

Mercartes es un mercado de teatro atípico en comparación con los que se celebran en el resto del país. Es algo más que una feria y algo menos que un foro de discusión. En Mercartes los productores y compañías informan e intentan seducir a los compradores con sus obras y proyectos; este año, por ejemplo, se presentan una variada gama de empresas y planes como el de Artibus de Madrid, la Agencia de Promoción de la Cultura y las Artes de Murcia, el Plan integral del Circo en Cataluña o Top Ticket Line, el líder europeo de venta de entradas por internet. Pero también informan sobre problemas inmediatos como las estrategias para atraer recursos públicos o los requisitos para acceder a los circuitos escénicos. Como explica Daniel Martínez, presidente de Faeteda, una de los organizadores, "si Escenium de Bilbao es básicamente un foro de discusión y reflexión sobre el desarrollo y la evolución del sector, Mercartes es su complementario, trata de mejorar las relaciones profesionales de los agentes que intervienen, presentando la actividad de grandes y pequeñas empresas y haciéndolas visibles a la sociedad". De esta forma, Mercartes se anuncia como un escenario que, desde el punto de vista del marketing y la promoción, puede resultar una inversión interesante para las empresas.

Euforia y presupuestos. La crisis es uno de los temas que más preocupa y que será objeto de debate. Aunque para el productor Martínez, que dirige Focus (uno de los grupos líderes del sector en el país) y preside Faeteda (organización que agrupa a casi el 90% de las empresas productoras), la crisis todavía no se palpa: "El teatro no puede hablar de crisis, el nivel de asistencia se mantiene en las capitales, y la contratación también. Hay que tener en cuenta que los ayuntamientos (propietarios de la mayoría de los teatros) están todavía con los presupuestos del año pasado, por lo que hay que dejar pasar un tiempo, un año como poco, para conocer la magnitud de la crisis en nuestra industria".

De la misma opinión es Gerardo Ayo, presidente de la Red Española de Teatros de Titularidad Pública: "En Madrid y Barcelona están eufóricos porque el público no ha bajado, pero no es comparable con el resto de España. En mi teatro, el de Basauri, hemos notado incluso un ligero incremento de público y también he tenido una leve subida del presupuesto para el próximo año. Pero es pronto para saber cómo va a afectar la crisis".

La industria teatral debe, además, enfrentarse a una remodelación pendiente: su excesiva atomización exige una concentración empresarial que haga competitivas a las empresas españolas. Se calcula que hay más de 3.000 empresas o unidades de producción en el país, de las que apenas un 3 % son profesionales.

Para Gerardo Ayo, desde su labor como programador, los desafíos de la industria teatral apuntan en otra dirección: "El reto del sector es generar nuevos públicos y mantener el que tenemos. Hay que buscar nuevos cauces que atraigan espectadores. Y, en este sentido, reflexionar en cómo está cambiando la sociedad con la inmigración para responder también así a sus intereses y hacerse una idea más acertada de los públicos potenciales a los que podemos interesar".

Gestión mixta de la Red. Por último, Daniel Martínez añade otra idea que poco a poco va propagándose desde los empresarios privados y que puede estar enfrentada a los intereses de la actual Red Española de Teatros: "Las ansias de que la empresa privada vuelva a recuperar la actividad teatral". Si bien el sector privado controla la mayoría de los teatros de Madrid y Barcelona, la distribución y exhibición en el resto de España está en manos de los ayuntamientos y de sus gestores. "El gran reto sería pasar a una gestión mixta (capital privado y público) de estos teatros". Un asunto de gran calado que tiene detractores.