Humillar, reprimir, poseer
El Español estrena La Lección de Ionesco, dirigida por Gual
8 mayo, 2009 02:00Ionesco en 1988, en un ensayo de la obra
Ionesco presenta en La Lección a un profesor que quiere dominar a su alumna con falsos razonamientos. Un juego dramático sobre el poder que se estrena el día 14 en el Español de Madrid dirigido por Joan Maria Gual.
Juego y heterodoxia.
Pero Ionesco no olvida que el poder del teatro reside en el juego. La Lección fue su segunda obra y en ella demuestra que es capaz de escribir una obra respetando las unidades de lugar, tiempo y acción y, al mismo tiempo, dar al lenguaje un camino absolutamente distinto al utilizado por la mayor parte de los dramaturgos de los años 50. Partiendo del lado más lúdico del teatro, en La Lección nos transporta al juego del poder que se manifiesta en los diversos métodos de dominación, humillación, represión y posesión que, a partir de la educación, pueden conseguir la total anulación de la persona para transformarla en juguete de intereses.
Es en este doble espacio del juego del teatro y el juego del poder donde el director de escena catalán Joan María Gual ha querido situar su propuesta; y es que los tentáculos del poder pueden estar presentes en el mismo hecho educativo: un profesor que intenta dominar a su alumna con falsos razonamientos y un alto sentido del humor..., un profesor que intenta "educar" a una alumna que piensa por sí sola.., un profesor que utiliza la razón de la fuerza contra la fuerza de la razón...
Además de director de escena, Joan María Gual es un importante catalizador cultural en la escena catalana. Ha dirigido en un par de ocasiones el Mercat de les Flors y actualmente conduce el Festival Castell de Peralada. En 1974 dirigió La Lección y ese mismo año realizó la dirección artística del mismo para Televisión Española. Treinta y cinco años más tarde Gual vuelve a dirigirlo en versión de Juan V. Martínez Luciano en el Teatro Español de Madrid. Le acompañan Manel Barceló, la joven de Amar en Tiempos Revueltos, Itziar Miranda, y Maica Barroso.
La propuesta de Joan Maria Gual se basa en un realismo limítrofe que roza la frontera de nuestro concepto de lo absurdo. "Me muevo en lo que podríamos llamar el espacio del realismo exasperado, convencido de que lo absurdo no es el texto teatral sino la propia vida", declara el director. Quizás lo absurdo no sea más que un punto de vista sobre lo real. ¿No resulta acaso absurdo que sea el virus del animal amigo (el cerdito) el que provoque una mortífera pandemia entre los seres humanos? ¡Qué absurdo!