Image: Pla y sus 'trampas'

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Teatro

Pla y sus 'trampas'

Joan Ollé escenifica en el Grec la obra El cuaderno gris

19 junio, 2009 02:00

Los actores Joan Anguera, Iván Benet y Montse Carulla

Acabada la Gran Guerra, Josep Pla vertió en El cuaderno gris una apasionada crónica del ambiente que le rodeaba. El director de escena Joan Ollé ha llevado a escena esta obra, que estrena en el Lliure el día 25.

Josep Pla (1897-1981) escribió un diario personal entre 1918 y 1919 en el que desgranaba su cotidianeidad. No había fechas. En la primera parte hablaba de lo que ocurría entonces en Palafrugell, en el Empordà (Gerona), cuando comenzaba a salir de su mundo rural y llevaba vida de estudiante; en la segunda, dedicaba sus escritos a las calles de Barcelona, a los intelectuales que frecuentaba, a la ciudad. Lo escribió cuando tenía 21 años. Luego, cuando en los años 60 la editorial Destino le propone publicar la obra que finalmente sale en 1966, Pla revisa en profundidad El quadern gris (El cuaderno gris) y pone fechas que antes no estaban. Ahora Joan Ollé lo lleva a los escenarios en el Teatre Lliure, dentro del Festival Grec de Barcelona.

El director de escena Joan Ollé parece tener afición a representar la poesía, la novela, la palabra pura en el teatro. Lo hizo en sus primeros inicios, en 1974, con la poesía de Salvat-Papasseit y lo ha hecho recientemente con el magnífico espectáculo sobre la poesía de Vicent Estellés, Coral romput. También ha escenificado novelas como Soldados de Salamina (2006) o ha pasado a tres voces La plaça del diamant (2004), de Mercè Rododera, que luego Jessica Lange representó con una sola voz en Nueva York. "Y ahora estoy buscando una actriz para volver a hacerla aquí. Ni en Rodoreda, ni en Estellés, ni ahora en Pla he añadido ni una sola palabra", señala.

A Ollé le gusta jugar con las palabras. Pudimos ver L'illa del tresor (La isla del tesoro), un rocambolesco juego de palabras, quizá dadaísta, que se originaba en el programa de la televisión catalana que hacía con Joan Barril y que se emitió durante años. "Hace tiempo que me di cuenta que una gran actriz podía no cuajar en un gran espectáculo pero era capaz de captar al público si estaba inmóvil recitando. Mi teatro parte de la confianza en la palabra, del amor a la palabra bien dicha. No hace falta la convención teatral; si alguien dice algo interesante, la gente escucha. Esto se pudo ver en Fedra, en El ángel exterminador. En Set i mig (Siete y media) y en L'illa del tresor latía mi devoción antigua por el surrealismo. Un divorcio conmigo mismo, buena letra con bagage surrealista. Eran espectáculos sobre la palabra, entre la poesía y la tontería, como la maestra Pina Bausch. Es amor a la palabra bien dicha. Con complicidad, confiando en las palabras -cómicas o serias- se puede entretener a la gente. Yo busco una página en blanco donde se pueda escribir".


Dos autores en uno.
Sin duda se puede confiar en las palabras puras y cuidadas de El quadern gris, en el estilo concreto y comprensible de Pla. Pero ¿cómo se escenifica este texto?¿Cómo lo articula Ollé entre los tres actores del reparto?

"Hay trampa en El quadern gris. Se escribe en 1919 y se reescribe en los años 60. Cuando Pla tiene cincuenta años le hace decir a un joven de veinte lo que éste no diría. Hay algo que me permite el juego con los dos Pla, el de veintiún años y el de sesenta. En el espectáculo, Montserrat Carulla es la musa, la que dice fragmentos pero no en primera persona sino como una narradora lírica, como una lectora distanciada. Joan Anguera es el Pla viejo, Ivan Benet es el Pla joven. Es un lenguaje muy contemporáneo y comprensible para todos. Un redactor del diario catalán "Avui" no es más contemporáneo que Pla, sentencia Ollé

-Pla era un pesimista vital, muy crítico con los personajes barceloneses del momento pero muy romántico cuando habla de la tierra.

-No, Pla era contradictorio. Es romántico con los pueblos pero luego dice que los pueblos pequeños no son interesantes. No es pesimismo, es lucidez. Hay alegría de vivir y pesimismo alegre. Es un enamorado de la vida pero no de la gente. Yo intento limar las contradicciones. Intento que salga todo aunque nos reñirán y dirán que hemos reducido.

-En 1990, Flotats hizo Ara que els ametllers ja estan batuts (Ahora que los almendros están marchitos). Luego en el centenario de su nacimiento, Boadella le homenajeó con La increíble història del Dr. Floït i Mister Pla…

-Las diferencias obvias con Flotats son de presupuesto y de que aquí hay tres actores pero no vi el espectáculo, tengo un video que voy a ver uno de estos días. En Boadella había una dimensión política, social, un análisis de su figura. Yo me circunscribo al Quadern gris, al Pla de 1918-19, rehecho en 1966.


Y a vueltas con Espriu.
A los magníficos espectáculos de Joan Ollé basados en la palabra poética se unirá dentro de unos meses El jardí dels cinc arbres (El jardín de los cinco árboles), la poesía y la prosa de Salvador Espriu y un único fragmento teatral del final de Primera història d'Esther. "No sé qué haré con Espriu, intentaré que no se parezca a Ronda de mort a Sinera, pero lo dedicaré a Ricard Salvat (falleció el pasado mes de marzo), que fue un maestro para mí y que me tuvo mucho cariñ. Se lo agradezco".

Localista y universal

Aunque Josep Pla publicó 120 libros y más de 2.000 artículos, su obra más señalada es El quadern gris, obra de madurez escrita a partir de unas notas de juventud. Autor y periodista, la obra de Pla está marcada por un localismo profundo, el de su Palafrugell natal, que le vinculó siempre al Empordà y el mar Mediterráneo. Escribió en catalán y en castellano y era un narrador descriptivo, muy amante del paisaje y al que le gustaba relatar la realidad más próxima, eso sí, car-gada de subjetivismo.