Image: Variedades de verano

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Teatro

Variedades de verano

Cabaret líquido se instala en el Marquina

19 junio, 2009 02:00

Los integrantes de Laví e Bel en Cabaret líquido

Las variedades vuelven a la cartelera madrileña para instalarse durante todo el verano. La compañía Laví e Bel presenta el próximo jueves en el Marquina Cabaret Líquido, su espectáculo más aclamado, galardonado con un Max y que ya han visto 50.000 personas en España.

El casi olvidado género del cabaret vuelve a Madrid. La compañía granadina Laví e Bel ofrecerá hasta finales de agosto Cabaret líquido, espectáculo que han visto 50.000 espectadores desde su estreno en la Expo de Zaragoza. Además, le sirvió al grupo para conseguir un Premio Max al mejor montaje musical del pasado año. Galardón que les dio también el reconocimiento de sus compañeros de profesión por una trayectoria atípica en la escena nacional dedicada al cabaret y las variedades que empezó en 1992 y que no ha parado desde entonces.

A diferencia de otros trabajos, como Cabaret Caracol, que se basaba en una troupe de faranduleros anarquistas durante el Madrid asediado de la Guerra Civil, este espectáculo no cuenta con un hilo conductor que lo recorra. "Son los actores y los músicos los que unen este viaje que hacemos por el mundo", asegura Emilio Goyanes, director de la compañía y del montaje. El periplo lleva a los espectadores a Japón, donde unos niños y un cerezo hacen desistir a un hombre del suicidio; al Egipto de Nefertiti, para que la faraona vuelva del mundo de los muertos, y a otros lugares que les permite a los actores incurrir en las variedades, género que tanto éxito tuvo hace años. Hoy, pese a su tradición, no goza de muy buen cartel.

Revista y cabaret.
"Eso es porque tenemos en la cabeza la idea de Sábado noche y otros programas de tv, pero son géneros que permiten hablar de lo que quieras, con una libertad y riqueza increíbles", reivindica Goyanes. El director recuerda "la larga tradición que ha habido en España de revista, variedades y cabaret", géneros que han dejado de representarse de "forma abrupta", por lo que una mayoría de españoles los desconocen o, directamente, los denigran. "Por eso se sorprenden mucho cuando nosotros les damos la oportunidad de recuperarlos, con un trabajo de investigación previo y cuatro meses de ensayos antes del estreno, y descubren la alegría que proporcionan al cuerpo".

Goyanes se desmarcó en la entrega de los Premios Max porque en vez de dedicar el galardón obtenido por Cabaret líquido a una larga lista de familiares y a otros allegados como hace la mayoría, lo hizo "a los teatros que pagan a tiempo". "Es que la situación está muy difícil y el día anterior habíamos estado en Fuenlabrada, donde nos habían dado un cheque por nuestras actuaciones, y se lo quise agradecer", recuerda entre sonrisas. Ahora el desafío de actuar en Madrid es mayor, ya que lo hacen en un teatro comercial: "No, no tenemos miedo de estar en un teatro como el Marquina. En realidad, estos son los teatros que frecuentamos por toda España. Sólo en Madrid y en algunos otros sitios íbamos a las salas alternativas". Y añade: "Es cierto que sustituimos a Arturo Fernández, pero antes estuvieron durante muchos años Arte y El método Grünholm, por lo que su público es muy variado". Aunque eso no suponga que no tenga "un cierto vértigo" ante un verano tan largo en la capital, con los riesgos económicos que eso supone. "Vamos a taquilla, dentro de la programación de los Veranos de la Villa, por lo que el desafío es considerable", reconoce el director.