Delicatessen regional
Comienza la XV Muestra de Teatro de las Autonomías
19 febrero, 2010 01:00Escena de Las gracias mohosas
La Muestra de Teatro de las Autonomías, que comienza el jueves en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, cumple 15 años. Lo celebra invitando a las compañías que más han destacado en cada región.
Hace quince años nació la Muestra de Teatro de las Autonomías de Madrid, con el fin de mostrar el teatro de otras regiones y dar satisfacción al viejo anhelo de los actores de actuar en la capital, empresa más arriesgada y difícil de lo que se cree. Organizada por José Manuel Garrido, y patrocinada por el Ayuntamiento, en cada edición de la Muestra se ha venido invitando a compañías de dos o tres autonomías. Los resultados han sido desiguales, dependiendo del cartel. Es más fácil acertar con Cataluña, el otro polo de la industria del espectáculo en nuestro país, que con Galicia, Asturias o Castilla-La Mancha, donde resulta difícil encontrar compañías capacitadas para dar el salto a los escenarios matritenses. Seleccionar lo mejor de cada casa es lo que se propone la Muestra.
La edición de este año tiene algo de aniversario, pues garantiza la presencia de espectáculos de todas las autonomías de la mano de sus más reputadas compañías. Se abre el jueves próximo con los veteranos Tanttaka, que dirige Fernando Bernués (El Florido Pensil). Presentan Comida para peces, texto dramático de Javier de Dios que fue Premio Euskadi de Literatura en 2006 y que busca remover conciencias con el tema del acoso laboral. Al día siguiente, el turno es para la madrileña Micomicon, dirigida por Laila Ripoll y Mariano Llorente, y que llega con un clásico: Basta que me escuchen las estrellas, sobre la fascinante vida de Lope de Vega. El tema de la inmigración es abordado por los canarios 2RC, curiosa formación de teatro de repertorio en las islas creada por Rafael Rodríguez (de él es el exitoso espectáculo De cuándo acá nos vino, de la CNTC); llegan con Los mares habitados, dirigida por Carlos Alonso Callero.
Dos joyitas
. Merece la pena detenerse en dos espectáculos. El primero es El misántropo (día 3 de marzo); sus artífices son Alberto Castrillo-Ferrer (a recordar Ildebrando Biribó), de la compañía aragonesa El Gato Negro, y David Ardid, de la vasca Yster Teatro Antzerki. Se trata de una adaptación de la obra de Molière que cuenta con Enriqueta Carballeira y Cristina Inza en el reparto. El otro espectáculo, Las gracias mohosas, es un clásico del feismo original de Feliciana Enríquez de Guzmán dirigido por el andaluz Juan Dolores Caballero (14 de marzo).
En la extensa programación se incluye un thriller psicológico de los valencianos Bramant, 2.24; humor a costa de los políticos que nos sirve el Teatro de Guerrilla, Humo; el irreverente Ubu Rey por la compañía balear Iguana; y vuelta al teatro clásico con La celosa de sí misma, de Tirso, que han puesto en escena los castellano-manchegos Teatro de Malta y A priori. Se suceden obras de Castilla León (Show Park), Cantabria (El gabinete de curiosidades), Asturias (Alizia 21), Extremadura (Muerte accidental de un anarquista), Galicia (Shakespeare para ignorantes) y Murcia (Clasicorro lo serás tú).