Image: Festival de Otoño en Primavera

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Teatro

Festival de Otoño en Primavera

El programa, con 32 espectáculos, pone el acento en el circo moderno

7 mayo, 2010 02:00

Los integrantes de la Cie XY en Le Grand C

El traslado a la primavera del Festival de Otoño de Madrid marca este año el comienzo de la temporada de los festivales. A partir de esta semana, y hasta el final del verano, no hay tregua para el aficionado. En Madrid, del 12 de mayo al 6 de junio, se van a mostrar los últimos trabajos de consagrados directores como Peter Brook, Declan Donnellan, Luc Bondy, Sidi Larbi Cherkaoui, Emilio García Wehbi, Jerôme Deschamps o Deborah Warner. Espectáculos que han sido probados en otras ciudades y que comparten programa con compañías y artistas menos conocidos pero muy sugestivos: Peeping Tom, Aurelia Chaplin, Falk Richter o Mario Pensotti. Y atención, hay mucho circo para ver.

Con el Festival de Otoño en Primavera llegan este año a Madrid 47 chinos. Son los actores de Al borde del agua, una producción de la Escuela de Ópera de Pekín que recorre Europa y que actuará en los Teatros del Canal. Alojados en un apartahotel aledaño a la Plaza de España, vienen acompañados por sus cocineros privados que, pásmense, son también sus profesores de la Escuela. Es el único requisito que la troupe china ha exigido a la organización: un hotel en el que puedan guisar su comida. La anécdota es reflejo del microuniverso que es un Festival como éste y del trajín que supone: la representación de los 32 espectáculos programados, 25 de ellos internacionales, exige recibir y alojar a 393 personas.
A tenor del nuevo apelativo del Festival, es posible que algunos de estos artistas, sobre todo los de latitudes más alejadas a la nuestra, no sepan qué ropa meter en su maleta para su estancia en la capital. Cómo se recordará, la Comunidad decidió cambiar las fechas del Festival para satisfacer una vieja reivindicación de los productores de teatro. Y la confusión es el precio a pagar con tal de no perder la marca: no es lo mismo celebrar la XXVII edición del Festival de Otoño que la I del Festival de Primavera.
La misma presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, ha explicado a qué obedece este cambio: "Son los teatros privados los protagonistas del auge del teatro en Madrid y yo soy contraria a que con dinero público se haga competencia desleal al teatro privado. Por eso, hemos optado por trasladarlo a una época en la que sabemos que la actividad decrece, tal y como nos lo han pedido los productores de teatro".
Los organizadores del Festival son cautos a la hora de predecir cómo se comportarán los aficionados con la llegada del buen tiempo. Además, la oferta cultural madrileña se multiplica en estas fechas con el cartel de Las Ventas y la programación musical de las Fiestas de San Isidro (del 13 al 17 de mayo). Algunos recuerdan que hace unos 30 años se celebraba por mayo el Festival Internacional de Madrid, y llegó incluso a convivir con el de Otoño durante sus cuatro años iniciales. Lo organizaba la asociación Caballo de Bastos, aunque lo pagaba el Ayuntamiento y la Comunidad.

Arranca el Festival.
De aquella asociación fue precisamente fundador Ariel Goldenberg, director de este Festival desde hace más de una década. Es conocida pues la receta que sigue para confeccionar su menú escénico, en el que la Comunidad ha gastado este año 2.750.000 euros: espectáculos de calidad que se exhiben en los circuitos escénicos europeos, tanto en festivales como en teatros públicos.
En esta edición abunda lo francés (Goldenberg tiene su observatorio en París). La inauguración, el día 12 en los Teatros del Canal, corre a cargo de la compañía de Jerôme Deschamps y Macha Makeieff. Presentan Salle des fêtes, un humorístico espectáculo musical que estrenaron hace dos años y del que la crítica ha dicho que es para partirse de risa. No pinta mal para empezar. Esta primera semana se completa con dos citas ineludibles: la compañía de Peter Brook, que presenta 11 and 12 (Naves del Español), y la de Philippe Decouflé, artífice de un teatro que mezcla danza y magia y que actúa con Coeurs Croisés en el Teatro Circo Price. (Más información en las páginas siguientes).
De circo.
La segunda semana del Festival, del 14 al 20 de mayo, tiene un marcado acento circense, signo también de la fructífera evolución que está experimentando el género. Vienen tres compañías de estilos diferentes. De Finlandia llega el malabarista Ville Walo y el mago Kalle Hakkarainen, quienes presentan en La Casa Encendida Keskusteluja (también actuarán en Titirimundi, en Segovia). Un circo atípico, en el que sus protagonistas tratan el tema de la incomunicación que, paradojas de la vida, propicia la tecnología. Pero la gran compañía circense es la francesa Cie XY, 18 acróbatas y trapecistas interesados en hacer del circo un espectáculo de calle, actuando en bares o paradas de autobús, aunque en Madrid lo harán en el Price. Presentan Le Gran C. Y también de Francia procede uno de los más fantásticos y poéticos espectáculos: El oratorio de Aurelia. Hija de Victoria Chaplin y Jean Baptiste Thierrée (autores de maravillas como Le Cirque Invisible o Le Cirque Imaginaire), Aurelia es, junto con el bailarín Jaime Martínez, protagonista de este espectáculo que ha dirigido su madre. Una obra que busca el puro entretenimiento mientras nos describe un mundo al revés, como en los cuentos (Teatro Español).
No es circo, sino danza-teatro y, ¡atención!, la compañía ha gustado mucho cuando actuó la semana pasada en el Centro Párraga de Murcia: la belga Peeping Tom que han conseguido con 32, rue Vandenbranden una de sus mejores obras (Teatros del Canal).

Hora de Alemania e Inglaterra.
En su paso por el ecuador, del 21 al 27 de mayo, el Festival nos introduce en el teatro inglés y alemán, con dos de los directores más afamados del momento y uno de los teatros berlineses de referencia. Se trata de la Shaubühne, de donde procede Trust, uno de los títulos que más defienden los organizadores. Lo dirige uno de los nuevos nombres de la dramaturgia alemana, Falk Richter, que en esta ocasión ha colaborado con la coreógrafa Anouk Van Dijk (Teatros del Canal).
Legión de admiradores tiene ya en Madrid, en donde se ha hecho habitual, el inglés Declan Donnellan y su formación, Cheek by Jowl. Podrán gozar con su Macbeth, también aclamada en el Temporada Alta de Gerona de la pasada edición. Se aprende tanto con Donnellan como con Shakespeare. Tal para cual (Naves del Español). Y una coproducción anglo-alemana-austríaca que ha dirigido Luc Bondy. Aunque el director suizo no tuvo mucha suerte en su debut madrileño hace dos años, esta Sweet Nothings de Arthur Schnitzler ha tenido a la crítica inglesa de su parte (Teatros del Canal).
Para pieza de teatro de cámara, humorística y singular, Bab et Sane, producción del teatro suizo Vidy-Lausanne. En ella, dos actores negros representan a dos guardianes de la mansión de un dictador africano. Cuando éste es derrocado, no saben qué hacer ni adónde ir, así que optan por permanecer encerrados en la casa (La Abadía).
El toque performativo llega con Teatro da Mangiare, propuesta italiana sólo para 26 espectadores que son invitados a degustar alimentos biológicos y reflexiones íntimas (Cuarta Pared). También es el momento para los seguidores de Rodrigo García, que llega con Muerte y reencarnación en un cowboy (Naves del Español).

Última semana.
En el tramo final del Festival, del 28 de mayo al 6 de junio, figura Sidi Larbi Cherkoui, un artista que se ha hecho querer por la afición madrileña, pues no ha faltado a las últimas ediciones. Es Babel, en la que ha unido su danza al arte del artista británico Antony Gormley, su último trabajo. (Teatro de Madrid).
Ésta es la semana del teatro argentino, con lo último que ha dirigido Emilio García Wehbi, ex-socio de Veronese en Periférico de Objetos: Dolor exquisito (La Abadía). Precisamente dirigido por Veronese, la compañía andaluza Histrión ofrece en el Español Del maravilloso mundo de los animales: Los corderos. Y discípulo del anterior es Mario Pensotti, autor y director que llega a Madrid con El pasado es un animal grotesco (Cuarta Pared).

Destacan también el monólogo de Fionna Shaw, dirigido por Deborah Warner sobre el poemario de TS Elliot, Tierra baldía (Español); un recital musical de la cantante alemana Ute Lemper sobre poemas de Bukowski dirigido por Mario Gas (Canal), y Quizoola!, experimento de seis horas de duración de la compañía británica Forced Entertainment en el que el público puede entrar y salir a su gusto de La Casa Encendida, y en el que tres actores improvisan constantemente preguntas y respuestas con la grada.