Image: Dogville, en las tablas

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Teatro

Dogville, en las tablas

El grupo Rayuela estrena la obra de Lars Von Trier el día 10 en Salamanca

4 junio, 2010 02:00

Escena de Dogville

Dentro del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León, los vallisoletanos Rayuela estrenan en el teatro Caja Duero la versión escénica del filme.

Lars Von Trier estrenó en 2003 Dogville, película que protagonizó Nicole Kidman y que transcurre en un inmeso plató en el que las casas y las calles de un pueblo están pintadas en el suelo con tiza. La obra puede considerarse teatro filmado y al respecto el director declaró: "No estoy loco por el teatro, pero me apetece verlo en televisión o en cine. Hasta cierto punto también me he inspirado en Bertolt Brecht y en su estilo teatral, simple y despojado. Mi teoría es que se olvida muy pronto que no hay casas, lo que permite inventar el pueblo y también concentrarse más en los personajes. No hay casas que distraigan y, al cabo de un rato, el espectador ya no las echa en falta porque sabe que no habrá".
La compañía vallisoletana Rayuela se ha animado a llevar a escena la versión española de esta obra que, inspirada en la película, ya ha sido representada en escenarios daneses. Fue una ocurrencia de Calixto Bieito que la compañía la estrenara en el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Fácyl), que tiene lugar en Salmanca. El espectáculo se sirve de la adaptación estrenada en tierras danesas, original de Christian Lollike y traducida por Susana Cepa. Pero la directora del montaje, Nina Reglero, ha incorporado novedades en su puesta en escena, como la presencia de la Moses Dog Band que, a ritmo de blues,conduce la historia.
El drama cuenta la historia de Grace (interpretada aquí por la actriz Marta Ruíz de Viñaspre), quien perseguida y fugitiva de una banda de mafiosos, se refugia en un miserable pueblo minero, en Dogville. Los habitantes del lugar, deciden esconder a Grace a cambio de trabajo. Grace cree haber encontrado su lugar en el mundo. Pero, a partir de la llegada de la policía, que la busca, los vecinos exigen una mayor compensación por el riesgo al que se exponen. Maltratada y humillada, Grace descubre el rostro más sombrío del ser humano.
"No queríamos emplear el mismo recurso que Von Trier de dibujar el pueblo en el suelo", explica Nina Reglero. "Hemos jugado con los vestuarios de la mina del pueblo como espacio de acción, mientras los personajes disponen de unas cestas en las que dejan sus pertenencias y que simbolizan sus casas; estas cuelgan del techo como metáfora de la sociedad que intenta aplastar la vida de Grace. El resultado es un espectáculo de 14 actores muy plástico y musical".