Image: Diversificar los clásicos

Image: Diversificar los clásicos

Teatro

Diversificar los clásicos

Bambalina consigue con Carmen un depurado espectáculo de títeres

25 junio, 2010 02:00

Escena de Carmen, en teatro para títeres

Clásicos en Alcalá reúne esta semana tres espectáculos de interés: Carmen en títeres para adultos, el teatro de humor de Shakespeare para ignorantes y The prince of Homburg, de Von Kleist, por el Orkeny de Hungría.

El Festival Clásicos en Alcalá presenta esta semana tres producciones que guardan poco en común y sobre las que merece la pena detenerse. La primera es la Carmen en títeres para adultos ideada por la compañía valenciana Bambalina, estrenada el pasado mes de febrero y que se presenta los días 27 y 28, en el Corral de Comedias. Su mejor carta de presentación es el Premio de las Autonomías que recibió en la pasada edición del Festival de Títeres Lérida: "su capacidad expresiva, la calidad artística y las posibilidades para adaptarse a cualquier espacio escénico" fueron los elementos que el jurado valoró.
El de los títeres es uno de los géneros teatrales más experimentales y que mayor profesionalización ha demostrado en los últimos años, pero arrastra un prejuicio del que no acaba de zafarse, suele asociarse al teatro para niños y, por ello, suele ser excluido de los espacios escénicos importantes. En la actualidad las compañías pelean porque su trabajo sea entendido como un género dramático más y son muchas las que hay. Según el Centro de Documentación Teatral, en nuestro país 50 compañías se dedican al teatro de títeres, sombras y objetos, casi tantas como festivales, 48.
El Quijote de cabecera.
Bambalina es una de las formaciones más veteranas del país. Dirigida por Jaume Policarpo, la producción Carmen es un ejemplo del trabajo que viene haciendo esta formación con los títeres, de la que se recuerdan espectáculos memorables como Quijote, aún en su repertorio. "Esta Carmen se han inspirado en nuestro Quijote, el espectáculo valenciano más representado fuera de nuestras fronteras y que se ha visto en 40 países. Hemos querido aprovechar parte de su sustancia para edificar sobre ella un espectáculo más acorde con nuestra sensibilidad actual", explica Policarpo.
Añade el director que otro de los objetivos que perseguían con esta Carmen era hacer un montaje en formato internacional, comprensible para cualquier público, sin texto. "Elegimos Carmen porque nos interesaba contar una historia con el sello de los títeres, mostrar que cualquier cosa puede ser contada por manipuladores, con la ayuda de la música, la imagen y el gesto de los muñecos".
Tres actores manipuladores -David Durán, Merce Tienda y Josep Zapater- sustentan este montaje que se desarrolla en dos planos: el de los personajes interpretados por los títeres y el que desarrollan los propios actores dando su opinión externa, con ironía y sentido del humor, a la hora de tratar los tópicos de la obra. Por ejemplo, el final en el que Don José mata, llevado por los celos, a la cigarrera ha sufrido una inversión para no mostrar lo que hoy sería un claro ejemplo de "violencia de género". Por otro lado, la música cumple una función importante para la comprensión de la historia. Original de Josep Maria Zapater y Oscar Jareño, se inspira en la ópera de Bizet pero también remite a sonidos flamencos y es interpretada en directo.
En una línea muy alejada del espectáculo de Bambalina se sitúa el que presenta Mofa y Befa, compañía gallega dirigida por Quico Cadaval que llega al Patio de la Hospedería de Estudiantes con Shakespeare para ignorantes, los días 29 y 30. La historia presenta a tres actores que pretende ofrecer una conferencia sobre el famoso autor inglés para mostrar las escenas más ignoradas por el público de hoy. Sirviéndose de fragmentos de sus tragedias (Macbeth, Julio Cesar, El rey Lear, Hamlet... ), pero también de alguna comedia (Como gusteis o Medida por medida), el trío de actores saca la risa más cruel y las villanías más astutas de forma humorística. Un universo poblado de chulos, asesinos, mendigos, bufones, conspiradores, cornudos y chivatos.
Desde Budapest.
Por último, la nota internacional llega con la compañía Orkeny Theater de Hungría en The prince of Homburg, de Von Kleist, programada los días 1 y 2 de julio en el Cervantes. La obra trata de un joven general que desobedece las órdenes recibidas y manda a su caballería a la batalla antes de tiempo. Y aunque la gana, es condenado por el príncipe Héctor. Un héroe para su patria, al que todos admiraban, pero que ha sido castigado con la pena capital y al que le atenaza el miedo mientras espera su castigo.
Dirigida por András Domotor, es una producción del Teatro Orkeny, un joven teatro independiente en el centro de Budapest, que comenzó en los 60 como laboratorio para grupos y autores húngaros renovadores. Desde 2001 lo dirige por el actor y director Pal Macsai. Cuenta con una compañía de 17 actores y su repertorio, a fin de resultar comercial, combina comedias (Molière, Feydau, Ionesco...) y dramas (Brecht, Von Kleist, Chejov...).