Teatro

Es hora de experimentar

Comienza la XI Escena Contemporánea de Madrid

21 enero, 2011 01:00

Golgotha, performance de Steven Cohen

Escena Contemporánea es este año más nacional y también más multidisciplinar. Su programación revela que los artistas más experimentales están pulverizando los límites de los géneros escénicos. El Festival arranca el jueves.

La XI edición del Festival Escena Contemporánea de Madrid es más multidisciplinar y, curiosamente, tiene una apariencia más ordenada. Alberto Núñez se estrena en él como director y dice que uno de sus objetivos a la hora de diseñarlo ha sido "primar los universos creativos de los artistas" y reunir a creadores de largo recorrido con otros más jóvenes. Además de los capítulos habituales que contempla el Festival -teatro, danza, performance, talleres y ciclo de autor-, esta edición incluye espectáculos de circo, instalaciones y un apartado dedicado al video, la foto y el cine.

En tierra de los alternativos.
Nombres que llevan moviéndose desde hace años en el territorio más experimental de la escena madrileña y que, paradójicamente, podríamos llamar "clásicos de la vanguardia", coinciden en el apartado teatral. Elisa Gálvez y Juan Úbeda vuelven con la obra Tierra pisada, por donde se anda, camino, en la que podremos evaluar cómo les sienta su refugio de Ávila, su destino después de que cerraran hace dos años la sala madrileña El Canto de la Cabra. La primera producción del Espacio de Teatro Contemporáneo de la Cuarta Pared -uno de los pocos ámbitos de investigación teatral de Madrid- lleva por título Transit. Está dirigida por Marcelo Díaz, y en ella coinciden actores de varias nacionalidades. Y también es la ocasión para Darío Facal y su compañía Metatarso, que presenta La vida imaginaria de Bonnie & Clyde, escrita con Peru Saizprez y en la que ambos tejen un paralelismo entre el período de la Gran Depresión y nuestros días. Entre las novedades, destaca Ana Pasadena, un proyecto de investigación escénica en torno al cuerpo, al sexo, al género y al conflicto creado por la joven escritora y actriz María Folguera.

Mencionar el Teatro de los Manantiales, sala valenciana cuya compañía presenta Cíclido amarillo, concebido como un tableaux pictórico. Y también Photo Romance, de los libaneses Lina Saneh y Rabih Mroué, en la que investigan sobre la ficción teatral para convocar un espacio de realidad compartido por actores y público a partir de temas que hablan de la historia de su país. Respecto al ciclo de Autor, este año tiene como protagonista a la excepcional compañía polaca Chorea.

Al filo, en el circo. El Price y el Festival organizan el día 5 de febrero un maratón de números de circo, Al filo, después de abrir una convocatoria el pasado año para recibir propuestas de los artistas del género de todo el mundo. Al filo proseguirá al día siguiente con una reunión de profesionales dirigida a intercambiar impresiones sobre los procesos de creación.

La danza reúne este año a coreógrafos extranjeros, como el canadiense afincado en los Países Bajos André Gingras que con su compañía Dance Works Rotterdam presenta Les Commerçants, una serie de vídeo-retratos dancísticos, en formato de entrevista y solo de danza. Los retratados son individuos escogidos porque su cuerpo es también su herramienta de trabajo: un artista circense, una campeona europea de boxeo y un actor porno. También a la coreógrafa y bailarina afincada en Berlín, Christina Ciupke, que presenta un trabajo en colaboración con la fotógrafa Gisela Dilcher, Rissumriss, y la video-performance Subtitles.

Por último, la coreógrafa belga Chantal Yzermans acude con Guns and roses, en la que se sirve de una analogía entre deporte y arte, a partir del vocabulario corporal del salto de altura. La lleva a escena la bailarina española Tania Arias (entrenada por José Luis Martínez, de la Escuela Nacional de Entrenadores de Atletismo) y el violinista Hans Van Kerkhoven.

Respecto a los nombres nacionales, figuran artistas que llevan más de dos lustros en el lado más experimental de la danza contemporánea: la compañía Mal Pelo, de María Muñoz y Pep Ramis, Elena Córdoba, Ana Buitrago, Mónica Valenciano y la portuguesa Vera Mantero.

El género de moda.
La performance estará muy presente en creaciones de Vicente Colomar, Regina Fiz o Steven Cohen, además de los planteamientos de las citadas coreógrafas. Habrá tiempo también para espectáculos de más difícil clasificación, que comparten terreno con la performance, la instalación o el videoarte. Es el caso de Ixiar Rozas, polifacético personaje que ha filmado en un documental al coreógrafo americano Steven Paxton con los miembros de Malpelo. O los diversos trabajos de vídeo, danza y performance de Chus Domínguez. El Festival albergará también tres instalaciones de Carlos Marquerie, Regina Fiz y André Gingras.