Image: Una de buenos

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Teatro

Una de buenos

Del Moral, Caballero y García May estrenan Santo, en el Español

25 febrero, 2011 01:00

Ensayo de la obra con Sánchez Gijón y Esther Acevedo

El día 3 de marzo se estrena en el teatro Español Santo, un experimento escénico escrito por Ignacio del Moral, Ernesto Caballero e Ignacio García May, en torno al valor de la santidad en nuestros días. La obra la protagoniza Aitana Sánchez-Gijón.

Tres autores de teatro discutían sobre el atractivo y la eficacia dramática de los personajes malos frente a los buenos. "Abren más frentes para la acción", sostenía uno. "Muestran el lado oculto del ser humano y, hoy, el malditismo está de moda", decía otro. "Sin embargo, os propongo ir a la contra", añadió el tercero, "escribir una obra acerca de la bondad humana en nuestros días. Escribir sobre vidas excepcionales, sobre personajes ejemplares cuyas experiencias, tan descartadas en nuestro mundo, nos fascinan o nos causan perplejidad". Los tres autores eran Ignacio García May, Ernesto Caballero e Ignacio del Moral y cumplieron religiosamente con lo que se propusieron, ya que el próximo 3 de marzo estrenan Santo, en la sala pequeña del Teatro Español de Madrid.

Durante los siglos XVII y XVIII floreció en el teatro español un género que gozó de mucho éxito, las comedias de santos, en las que se contaban la vida de santos milagreros con un fin ejemplarizante. Y aunque la temática de anacoretas mártires y experiencias sobrenaturales siguió presente en la literatura de siglos sucesivos (Tolstoi, Dostoyevski, Eça de Queirós), la bondad como tema fue casi desterrado de los escenarios de forma inversamente proporcional al prestigio alcanzado por el teatro de Brecht y su negación del bien (El alma buena de Schuan). La excepción en el teatro del siglo XX es Paul Claudel. Y hay una estela de directores que bucean en la antropología oriental en busca de un teatro de lo sagrado (Peter Brook, Grotowsky, Odin).

Santo reúne tres obras breves en las que cada autor se ha enfrentado de forma distinta a la santidad. Ignacio García May matiza que él aborda "el tema de lo santo, en el sentido acuñado por Rudolf Otto: lo sagrado como aquello que es misterioso, como experiencia sobrenatural o trascendente". Desde esta perspectiva ha escrito Los coleccionistas, la pieza más jocosa del tríptico, aunque todos los autores subrayan su compromiso en tratar el asunto sin atisbo de ironía, burla o mofa.

Coleccionistas de reliquias.
García May ha recurrido a las reliquias y al valor que encierran como "objetos que abren la puerta de lo sagrado y permiten acceder a mundos extraños". Un componente de aventura,- algo muy usual en su teatro-, vertebra su pieza, que gira en torno a una red de coleccionistas de reliquias.

Mientras Dios duerme es la de Ignacio Del Moral, en la que busca enfrentar el bien y el mal a través de una mujer que en medio del Amazonas ha optado por sacrificarse por los demás y llegar incluso al martirio. Una especie de santa de nuestros días, próxima a las figuras de Vicente Ferrer o Teresa de Calcuta, que terminará envuelta en un caso de homicidio en el que se autoinculpará para justificar su santidad. Del Moral sostiene que el tema le obsesiona desde hace tiempo, "especialmente me interesan esos personajes que en nombre del bien acaban procurando el mal". Y añade que para él "la santidad es un acto de amor a los demás".

Por último, Ernesto Caballero, que también dirige el espectáculo, consagra su Oratorio por Edith Stein a una de la patronas de Europa. Es quizá la pieza más filosófica de las tres y cuenta la experiencia de Edith Stein: "Me interesa lo que puede hacer una persona en su búsqueda por la verdad, pero también me atrae cómo la entrega desinteresada a los demás abre las puertas del conocimiento, de un conocimiento que trasciende la razón y que se relaciona con la generosidad absoluta". Caballero ha encontrado en Stein un modelo: "Judía de origen, ella no se conforma con la verdad de la Tora, estudia filosofía y es alumna de Husserl, pero su agnosticismo no le satisface hasta que lee a Santa Teresa de Jesús y vive la Revelación. Su catolicismo, se hizo monja carmelita, no la salva de Auschwitz".

Caballero señala que Santo está siendo un espectáculo muy especial en su carrera y muestra la pintura Visión después del sermón, de Gauguin, para explicar su enfoque: "Estas experiencias excepcionales están hoy descartadas de nuestra cotidianidad. Por eso, lo trato con melancolía, con un anhelo por el heroísmo y la singularidad de estas figuras. Porque vemos la realidad en blanco y negro, cuando se puede ver en colores".

Aitana Sánchez-Gijón: "Siento envidia por los santos, ¿cómo logran serlo?"

Para esta miniatura escénica que es Santo, Ernesto Caballero pensó en Aitana Sánchez-Gijón como protagonista, y José Luis Esteban, como antagonista, además de Esther Acevedo y Borja Luna. Sánchez-Gijón encontró atractivos los textos, pero también el hecho de actuar en la sala pequeña del Español, donde el espacio se ha dispuesto con dos gradas enfrentadas: "Quería trabajar con el público cerca, de manera íntima", dice la actriz. Son, además, tres piezas presididas por tres personajes femeninos para el lucimiento de una intérprete y, por otro lado, no es la primera vez que Aitana hace de santa, ya interpretó en el oratorio Juana de Arco en la hoguera (de Hoegger) a la doncella gala. Para ella lo interesante de Santo es el punto de vista desde el que se aborda: "No hay una intención iconoclasta, sino la de conocer qué tienen de trascendente estas figuras, y hacerlo con un discurso respetuoso. Los que hacemos este montaje no tenemos una relación directa con la religión, pero reconocemos una fascinación hacia estos hechos religiosos y también cierta envidia, la de cómo se logra eso, ¿están a un nivel superior?". Sobre si cree que este tipo de obras nacen fruto de una sociedad cada vez más laica, dice: "Está bien tomar distancia (de la religión), y perder su acritud y ese peso de siglos, que todavía sigue muy latente, pues tiene un apoyo importante en la sociedad. Pero su discurso no está superado... El Papa tiene mareas de seguidores y su discurso es muy retrógrado".