Escena de Kaspara
A última hora, el Festival de Otoño ha incluido en su programación Kaspar, que se presenta en La Abadía. Un texto de Peter Handke llevado a escena por la compañía alemana Theater an der Ruhr, dirigida por el italiano Roberto Ciulli.
Según explica Ciulli, "es probable que el verdadero Kaspar fuera un niño autista y víctima de unos padres sádicos que lo mantuvieron encerrado lejos de todo contacto humano". La tragedia de este caso real fascinó a algunos de los más importantes escritores de los siglos XIX y XX que vieron en el joven "salvaje" un ejemplo paradigmático del funcionamiento de una sociedad que no deja espacio para el diferente: aquel individuo "residual" que el progreso social suele traer consigo. Entre ellos, encontramos a Baal de Brecht, militante de Kaspar; Woyzeck de Büchner, precursor del paria de la sociedad, y Jakob von Gunten de Robert Walser, hermano literario y máximo exponente del efecto devastador que tiene sobre los jóvenes una educación autoritaria y creadora de futuros "don nadies".
En su obra, Handke elige el punto de vista más pesimista del lenguaje presentándolo como herramienta de poder ("el lenguaje de la sociedad que se muestra en la obra ha perdido su verdadero contenido", apunta el director del montaje), entiende la identidad del joven como metáfora de la opresión, y juega con el doble sentido de la palabra "kaspar" en alemán (que además del nombre propio del protagonista, significa "payaso"). Pero el Kaspar que veremos en La Abadía va más allá de la mera representación de la historia real del adolescente: se trata de un extraño y alarmante juego teatral en el que la voz del actor se ve amplificada con multitud de megáfonos y contestadores automáticos.
Compañía cosmopolita.
"No hay un lugar en el mundo que el cosmopolita Theater an der Ruhr no haya explorado conducido por la insaciable curiosidad política de su director, Roberto Ciulli: Polonia, Egipto, Rusia, Turquía, etc... Su teatro es capaz de interpretar al más alto nivel artístico, asociado siempre a una auténtica vocación multicultural y de impulsos creativos", así define Marco Martinelli (director del Teatro delle Albe de Ravenna) el trabajo de Theater an der Ruhr, institución y compañía creadas en 1980 en un antiguo baño de aguas salinas de la ciudad alemana de Mülheim por Ciulli, junto al dramaturgo Helmut Schäfer y su escenógrafo habitual Gralf-Edzard Habben. Para el eterno agitador cultural nacido en Milán, su trabajo es "un lugar de diálogo y un instrumento para cambiar el mundo" y nace de un terrible sentimiento de disconformidad con la realidad que le rodea. Cualquier sociedad que reduce el lenguaje a estereotipos se queda sin voz.