La nueva sala del madrileño Conde Duque acoge una pieza de Eric-Emmanuel Schmitt, El Evangelio según Pilatos, dirigida por José Sámano y protagonizada por Joaquín Kremel y Julia Torres.

Este texto de Eric-Emmanuel Schmitt, El evangelio según Pilatos, tiene la fantástica virtud de imaginar cómo era la época de Jesús desde el punto de vista de las ideas, cómo era la volcánica sociedad que vio nacer a un hombre del que no hay constancia de su existencia y, sin embargo, se ha convertido en la figura más trascendental de la civilización occidental.



El siglo I en Palestina fue un tiempo de gran efervescencia religiosa; hubo muchos falsos Mesías, tantos como Evangelios que los anunciaron. Partiendo de esta idea, Schmitt se imagina a Poncio Pilatos escribiendo a su hermano de Roma y contándole su versión de los hechos acaecidos con Jesús tras su apresamiento y crucifixión. El relato se convierte en una crónica policíaca, un thriller, en el que la mente razonable de Pilatos busca resolver el gran misterio de la desaparición del cuerpo de Cristo, la resurrección, fundamento del Cristianismo. Como dice el autor, "el Cristianismo es la historia de un cadáver que nunca se ha encontrado".



Dirigida por José Sámano, la pieza está protagonizada por Joaquín Kremel en el papel del político romano, José Luis de Madariaga como Sextus y Julia Torres en el de su esposa Claudia Prócula, que abrazará la fe cristiana."Pilatos representa al hombre de hoy, un hombre pragmático, político, laico y romano. En el fondo, él inicia una investigación policíaca que se convierte en una investigación filosófica. Yo me identifico totalmente con Pilatos, soy alguien que viene del ateísmo y que en un momento se siente conmovido por la figura de Cristo, que descubrí ya con cierta edad", declara Eric-Emmanuel Schmitt.



El personaje antagonista lo representa su mujer, que aparece por primera vez en la versión española. "Si Pilatos es el intelecto, Claudia representa el corazón, y precisamente las explicaciones no racionales de la fe. Y es a través del profundo amor que Pilatos siente por su mujer, -que fue la primera mujer romana, es decir no judía, convertida al cristianismo- como comprenderá que la razón no siempre lo explica todo". Este es el meollo argumental: fenómenos irracionales que el hombre acepta.



Vuelve el autor galo a tratar un asunto que le obsesiona desde que a los 30 años comenzó a familiarizarse con los Evangelios. "Procedo de una familia anticlerical, pero creo que los hombres tienen necesidad de espiritualidad, quizá no necesariamente de religión".



Profesor de Filosofía, dramaturgo y novelista, Schmitt ha adaptado también al cine algunas de sus obras y ha escrito cinco piezas sobre las grandes religiones: el budismo (Milarepa), el cristianismo (Oscar y la dama rosa), el judaísmo (El niño de Noé), el zen (El sumo que no podía engordar) y el islam (El señor Ibrahim y las flores del Corán)."Para mi las religiones son tesoros de la humanidad que quiero explorar".