Teatro

Carmen Machi, la Magnani hispana

28 octubre, 2011 02:00

La actriz en Juicio a una zorra

En la plenitud de su carrera artística Carmen Machi y el director Miguel del Arco se han unido en "Juicio a una zorra", que llega a La Abadía de Madrid el 2 de noviembre. La actriz es Helena de Troya.

Miguel del Arco se ha convertido en apenas dos años en el director de escena más solicitado. Su nuevo status lo alcanzó gracias a La función por hacer, libérrima versión de Seis personajes en busca de autor que presentó en el vestíbulo de un teatro, con un equipo de actores entregados y sin escenografía. Desde entonces ha estrenado otros tres espectáculos (Proyecto Youkali, La violación de Lucrecia y Veraneantes) en los que ha puesto de manifiesto que su fuerte son versiones muy desprejuiciadas de textos clásicos o contemporáneos y una dirección que potencia el lucimiento del actor. Su último trabajo es Juicio a una zorra, monólogo que estrenó en la pasada edición del Festival de Mérida y que estará en La Abadía del 2 al 20 de noviembre.

Para este pequeño espectáculo Del Arco ha escogido a una actriz que también lleva una trayectoria imparable, Carmen Machi. Ambos están en la plenitud de sus carreras artísticas, pero como la actriz comenta acerca de su compañero, "su buen hacer no es gratuito, Miguel ha trabajado mucho, y hay un punto a su favor como director, él también es actor. Eso se nota. Yo me siento muy cómoda con él, tenemos una empatía absoluta. Le gusta que el actor se sienta a gusto, se emociona contigo, te va guiando y tienes la sensación de que los descubrimientos los haces tú. Esa es su gran habilidad: su dirección no se nota".

En opinión de Del Arco, el teatro es, en buena medida, el trabajo del intérprete, al menos el que él sabe hacer. Pero hay otro pilar fundamental que lo sustenta: "La disciplina solitaria y necesaria de escribir. A mí lo que me interesa es trasladar aquí y ahora textos universales, hablar de lo que nos afecta y nos interesa. Algo que han hecho muchos otros escritores, Shakespeare, por ejemplo, era una gran versionador de mitos y leyendas. Gracias a los guiones que he escrito para televisión, he aprendido esa disciplina".

En Juicio a una zorra, Del Arco se permite dos grandes licencias: reescribir los mitos griegos a su antojo, siempre con una base documental o literaria. Y un atrevimiento quizá mayor, hacer de Machi, de una actriz de físico tan alejado del ideal de belleza clásico con el que Helena de Troya ha sido inmortalizada en el arte, la princesa de Esparta. "Se me ocurrió de madrugada y me entró un ataque de risa. Pero puedo asegurar que el espectador sale de la función con el convencimiento absoluto de que ha visto a Helena", asegura Del Arco.

Para lograrlo, nos presenta a una Helena ya mayor, "harta de ser eterna, de existir", que quiere someterse a un juicio en el que está condenada de antemano, pero en el que va a contar su historia desde su punto de vista. "En realidad, es una reivindicación de que la Historia pertenece a los que la escriben. Se nos ha dicho que Helena fue el origen de una guerra que enfrentó a Troya con los aqueos, pero estamos en lo de siempre, la razón era otra, una poderosa razón económica", explica el director. De esta manera, Del Arco libera a Helena de su irresponsable proceder y, de paso, hace una desmitificación de los héroes. Como dice Machi, "no me queda más remedio que humanizarlos y para ellotengo que bajarlos de su pedestal". Visión feminista de Helena, en la que pasa de ser la mujer más vilipendiada a tomar las riendas de su propia biografía y relatar los abusos de que fue objeto desde su niñez por ser la mujer más bella.

Devorar al mito o sobrevivir.
El otro elemento importante para creernos a Machi es que Del Arco nos la presenta con melena rubia, vestida de rojo y taconazos platino, o sea, una zorra como literalmente indica el título. Dice la actriz: "Mi personaje es el de una mujer deslenguada, que está por encima del bien y del mal, y que conoce los poderes de una droga milagrosa que, administrada con vino, permite olvidarse del dolor. A mi Helena le queda poco de dulce ". Con este planteamiento, Machi se come al mito y ya solo tiene que echar mano de su buen hacer para servirnos una Helena brillante y temperamental. "Lo que me entusiasma de Carmen es que es una actriz de vuelta de todo, que no ha perdido el humor, y que tiene una profunda dimensión trágica", añade el director. Una Magnani hispana que no ha temido dejar el éxito de su personaje televisivo para refugiarse durante una larga temporada en las tablas. Ya ensaya lo próximo, Agosto, un mano a mano con Amparo Baró que estrenará el próximo diciembre.