Image: Temporada Alta abre con el Macbeth de Rigola

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Teatro

Temporada Alta abre con el Macbeth de Rigola

28 septiembre, 2012 02:00

Un momento del montaje de Rigola, que abrirá Temporada Alta. Foto: David Ruano.

El director Àlex Rigola apuesta por la sencillez en su montaje de Macbeth, con el que se inaugura el 4 de octubre una nueva edición del festival Temporada Alta. Será la gran tragedia escocesa de Shakespeare la primera obra en cartel del nuevo teatro de Gerona, El Canal.

Àlex Rigola continúa con su año Shakespeare. Después de estrenar Coriolano en enero se adentra ahora en la locura de Macbeth, todo un desafío que el director lleva a un terreno más personal que el de la mera pugna por el poder en la corte. Rigola enfoca la obra como "una lucha entre el deseo y la ética". El director cree que la "tragedia escocesa de Shakeaspeare", como la llaman en Inglaterra para evitar los malos augurios, sitúa a los personajes ante un dilema que cada cual habrá de resolver. "Macbeth habla, en realidad, de los límites que todos tenemos, de unas barreras que si decides cruzar van a cambiar tu vida, sin posibilidad de vuelta atrás, y la de los demás, porque tus actos afectan a todo el mundo". En el caso del matrimonio cortesano es el sueño del trono lo que les lleva a lanzarse por el camino del crimen para acabar despeñándose al final. Algo que para el director no se circunscribe en las altas esferas del poder. Sino que esa ambición, ese querer conseguir cosas que otros tienen, afecta a todas las personas, sin importar su rango. "El deseo más nimio nos lleva a pensar que podremos convertir nuestra vida en una fiesta y no en esa tragedia que termina siendo". Como puede leerse hoy en los titulares de los periódicos, "una época en la que los límites están desdibujados por culpa de quienes creen tener derecho a todo, cueste lo que cueste, caiga quien caiga, cruzando los límites de la decencia humana". Quizá por eso el director ha optado por un montaje "sencillo, low cost".

Para la puesta en escena, Rigola no utiliza más que unos pocos elementos escenográficos, que le sirven para que los seis personajes principales puedan transitar del palacio al bosque en un instante. Se trata, al fin y al cabo, de recrear espacios físicos, pero también mentales. "A todos nos gusta el bosque, es un lugar maravilloso para caminar. Pero sabemos que está lleno de peligros, que nos invade la soledad, que somos vulnerables a los peligros y estamos desorientados". Mucho más si, de acuerdo con la premonición de las brujas, el desplazamiento de ese bosque sirve además como heraldo de la propia muerte, una de las escenas más famosas de la obra en la que Rigola ha optado también por la economía de medios.

Con este montaje, el director catalán inaugurará el 4 de octubre una nueva edición del festival Temporada Alta. Macbeth servirá además para abrir las puertas de un nuevo teatro en Gerona, el de El Canal. Inaugurar el teatro no le supone "más presión, porque es imposible sumar más; todo el camino está marcado", confiesa en las vísperas del estreno.

Sí reconoce estar agotado, como le sucede siempre que monta una obra, aunque con un autor de este calibre el desgaste, pero también la satisfacción, hayan sido mayores. "A la gente de teatro nos pasa un poco como a los deportistas: cuanto más esfuerzos hacemos más endorfinas liberamos". Por eso ahora va a olvidarse durante una temporada del dramaturgo inglés. "Es agotador, no puedes hacer dos shakespeares seguidos", exclama, aunque enseguida se da cuenta de que este año se ha saltado la regla. "Bueno, pero no volverá a pasar, mi siguiente proyecto es un cambio total". Y así es, ya que su próximo montaje lleva la firma de Woody Allen. Adaptará y dirigirá Maridos y mujeres, que se estrenará el 17 de enero en el madrileño Teatro de La Abadía. Además, continúa con la preparación del apartado teatral de la Bienal de Venecia, que ya dirigió el año pasado y que volverá a hacer el próximo verano.