Image: Shakespeare toma el mando en Almagro

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Teatro

Shakespeare toma el mando en Almagro

26 junio, 2015 02:00

Arturo Querejeta (Shylock) y Cristina Adúa (Yésica) en El mercader de Venecia de Eduardo Vasco. Foto: Chicho

Varios directores españoles exhiben versiones de sus obras. Eduardo Vasco denuncia la venalidad de nuestra época a partir de El mercader de Venecia, Andrés Lima envuelve Las alegres casadas en la estética del circo y Marta Pazos se adentra en La tempestad.

El próximo jueves (2 de julio), 150 vecinos de Fuentovejuna tomarán la Plaza Mayor de Almagro. El aluvión de extras dará empaque de superproducción hollywoodense al drama de Lope de Vega ambientado en su pueblo. Con este espectáculo arrancará el festival de teatro clásico manchego, que en esta edición llega cargado de títulos shakespeareanos, en un año a caballo entre dos efemérides redondas con el bardo como excusa: en 2014 celebramos el 450 aniversario de su nacimiento y en 2016 tocará conmemorar los 400 años transcurridos desde su muerte.

Aparte de la alucinógena versión de El sueño de una noche de verano, de Tim Robbins y su Actors's Gang, otros directores españoles enseñan sus cartas. Eduardo Vasco, cada vez más absorbido por el dramaturgo británico (luce ya en su currículo versiones de Hamlet, Noche de reyes y Otelo), aborda ahora El mercader de Venecia (días 24 y 25 en la Antigua Universidad Renacentista). Repite con uno de sus actores fetiche encabezando el elenco, Arturo Querejeta, metido en la piel del usurero Shylock, personaje en el epicentro de la polémica sobre los supuestos prejucios raciales de Shakespeare . "Es una historia cargada de aristas que, aunque maneja un tema tan espinoso como el antisemitismo, se asienta sobre el dinero: el dinero y las posibilidades, la falta de dinero y lo imposible", explica Vasco, que también ha levantado esta temporada Hedda Gabler de Ibsen en el CDN.

En la Venecia recreada en su montaje acentúa la sensación de que "todo se mueve alrededor del mercadeo, la propiedad y el interés". La capital véneta, además, emerge con una potencia evocadora atemporal, lo que permite hilar la degradación descrita por Shakespeare con la de nuestra época.

Idéntica conexión cronológica busca Andrés Lima con Las alegres casadas (día 17 en el Espacio Miguel Narros), adaptación de Las alegres comadres de Windsor. El fundador de Animalario propone un viaje de ida y vuelta entre el Windsor de principios del siglo XVII y el Teruel contemporáneo. Aporta así un toque castizo y surreal, como ya hizo con Los Mácbez, situando la tragedia del monarca escocés en una Galicia rebosante de políticos y financieros corruptos. Lima también barniza al gordo y amigable Falstaff, encarnado por Miguel Munárriz, con trazos caricaturescos. Y para redondear la estética de la producción mete en la túrmix de su inventiva una ristra de géneros populares: el circo, el cabaré, las varietés, la opereta... Elevados todos por el influjo de Brecht, Valle-Inclán y Heine Müller, tótems inspiradores a lo largo de su carrera."En este enredo maravilloso, la comicidad es lo primero. Shakespeare ofrece aquí una visión del mundo certera, simpática y burlona", sentencia.

La tempestad será otro de los títulos presentes en los escenarios almagreños. Por partida doble, además. Esta parábola sobre la piedad y el perdón, última perla en la dramaturgia de Shakespeare, se servirá para ‘todos lo públicos' por Marc Hervás y la compañía catalana Príncep Totilau (día 7 en el Teatro Municipal). Los títeres interactúan con actores (Clara Dalmau, Ares Piqué y Andreu Sans) en la isla en que Próspero, duque de Milán, ha recalado tras el naufragio de su nave. Marta Pazos, con su compañía Voadora, también arriba a las mismas orillas, sólo que con colchonetas hinchables (día 12 en la Antigua Universidad Renacentista). La joven directora gallega avisa de por dónde sopla el viento en su puesta en escena: "Será intensa, muy física y muy plástica. Un fuerte oleaje de penetrante amor , traición encarnizada y comedia hilarante". Vayan agarrándose.