Image: Lavaudant lleva a Arthur Miller al Romea

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Teatro

Lavaudant lleva a Arthur Miller al Romea

29 enero, 2016 01:00

Eduard Fernández es un dinámico y plástico Eddie Carbone en Panorama desde el puente. Foto: Teatre Romea

La resaca del año Miller llega al Romea a partir del 2 de febrero con Panorama desde el puente. Estrenada en Broadway en 1955, Georges Lavaudant dirige un montaje que protagoniza Eduard Fernández y que pretende redescubrir la poliédrica escritura escénica del autor estadounidense.

Detrás de este Panorama desde el puente, se encuentra Borja Sitjá, que a final de temporada abandonará las tablas del Teatre Romea para subirse a las del L'Archipel de Perpignan en sustitución de Domènec Reixach. Con este Arthur Miller, el más profundo y complejo, vuelve a nuestros escenarios el director Georges Lavaudant (Grenoble, 1947), uno de los nombres más exquisitos del teatro europeo, que rescata el laberinto emocional y social en el que nos sumerge el drama del atormentado estibador Eddie Carbone, interpretado en esta ocasión por Eduard Fernández.

Llega así el teatro psicológico estadounidense en todo su esplendor, al que lleva adscrito el director galo desde que montó en 2009 La noche de la iguana, de Tennesse Williams. "He querido -señala a El Cultural- conciliar la psicología y el naturalismo con un espacio desnudo y, a la vez, depurar y enaltecer la fuerte presencia escénica de los artistas en un espacio abstracto". Lavaudant resalta la importancia de trabajar con actores de primera fila, capaces de poner toda la carne en el asador en los perfiles dibujados por el dramaturgo. Lo hizo hace un año con Cyrano y Patrick Pineau y vuelve a hacerlo ahora con Carbone y Eduard Fernández: "Siempre existe un período de adaptación en el que aprendemos a conocernos y en el que somos un poco más tímidos pero una vez producido el reencuentro, el trabajo resulta formidable. Eduard es un actor muy plástico, dinámico y proactivo. Se implica en el montaje, propone y busca nuevas ideas. Escucha y nunca se deja llevar por estereotipos".

Fernández reconoce a El Cultural que ha revisado la versión cinematográfica de Sidney Lumet protagonizada por Raf Vallone en 1962. "El trabajo con Lavaudant ha sido muy distinto al que puede hacerse en una película -explica desde uno de los ensayos-. Hemos trabajado muchísimo y eso es consecuencia del gran respeto que tiene por el actor. El personaje, como señala el abogado Alfieri en la obra, es un hombre simple, directo, hecho a sí mismo, que tiene una relación muy difícil con su sobrina. ¿Estamos ante una relación incestuosa? Diría que su historia es, por encima de todo, íntima y emocional pese a toda la peripecia colectiva, de inmigración ilegal y dificultades sociales que la rodean. El texto de Miller destila un mundo de una gran altura. Nadie sabe si estará influido por sus experiencias biográficas (su relación con Marilyn, su contencioso con Kazan...) pero sí puede decirse que en todo momento es complejo y personal".

Un fenómeno social y político

Estrenada el 29 de septiembre de 1955 en Broadway, Panorama desde el puente le proporcionó a Miller su segundo premio Pulitzer (el primero lo recibiría con Muerte de un viajante en 1949, una feroz crítica al sueño americano desde el seno de una familia aparentemente modélica). En aquel año, diez años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la emigración a Estados Unidos se convierte en un fenómeno social y político. En ese contexto nos encontramos a Eddie Carbone, un trabajador de Nueva York de origen italiano que vive dedicado en cuerpo y alma al cuidado de su sobrina (Catherine), que adoptó junto a su mujer (Beatrice).

El Romea y Lavaudant se unen con este montaje a la resaca del centenario del autor de Las brujas de Salem, un intento, gracias también a la adaptación de Joan Sellent y Daniel Loayza, por actualizarlo y llevarlo al público del siglo XXI. "Ha sido uno de nuestros principales cometidos. Representado durante este aniversario en numerosas ciudades, en este montaje hemos trabajado para redescubrir su escritura en el ámbito escénico".

Uno de los directores que también intentó actualizar la obra fue, en 2000, Miguel Narros, con Sancho Gracia en el papel estelar y con la versión de Eduardo Mendoza, con quien ya trabajaría en El sueño de una noche de verano. El autor de La ciudad de los prodigios considera en el prólogo del recientemente editado Teatro reunido de Arthur Miller (Tusquets) que Panorama desde el puente sigue vigente porque nos habla de una realidad cuya fuerza aún nos sobrecoge: "No es una obra cómoda en la medida en que enfrenta al espectador a un constante dilema: enjuiciar una conducta que se sabe censurable, pero que difícilmente puede condenar sin reservas. Años más tarde, esta incomodidad perdura como el día en que por primera vez se impuso al público de Nueva York".

@ecolote