Image: Ejercicios de amor...  en la Abadía

Image: Ejercicios de amor... en la Abadía

Teatro

Ejercicios de amor... en la Abadía

24 junio, 2016 02:00

Ejercicios de amor, de El Pont Flotant, difumina la frontera existente entre la realidad y la ficción.

Algo tan trillado y tan aparentemente tópico como es el amor será reinventado este viernes, 24, en La Abadía por El Pont Flotant en Ejercicios de amor, un montaje con altas dosis de humor y surrealismo en el que no faltan las canciones de Tom Waits y los collages de Po Poy.

La compañía valenciana El Pont Flotant, compuesta por Álex Cantó, Joan Collado, Jesús Muñoz y Pau Pons, llega a La Abadía de Madrid este viernes, 24, con sus Ejercicios de Amor, una obra estrenada en 2009 en el Festival Escena Oberta que aborda, con intensas dosis de humor y experimentación, el papel de los sentimientos en nuestras vidas.

La fórmula de estos

La puesta en escena tiene el sello indiscutible de la formación, responsable también de Como piedras y Trànsit. Uno de sus propósitos creativos es crear una experiencia, conseguir que cada espectador se sienta único y participe del ritual escénico que se desarrolla frente a él, acentuado en estos Ejercicios con la escenografía de Santi Montón y los collages de Po Poy. "En esa celebración del amor -explica Jesús Muñoz a El Cultural- el público no debe sentirse incómodo o forzado a participar. Queremos invitarle a que forme parte del evento sin transgredir su espacio como espectador". Con todo ello, la compañía intenta desafiar la frontera entre realidad y ficción, realizar un viaje desde el lado más racional al más emocional". Algo tan "trilladísimo" en todas las expresiones artísticas como el amor se convierte así en un nuevo objeto de descubrimiento para El Pont Flotant. "Genera una infinidad de sentimientos, muchas veces contradictorios, como la alegría, la ilusión, el miedo, la rabia, el deseo, la necesidad del otro o la vergüenza. Es lo que nos hace seguir juntos", puntualiza el también actor.

La fórmula de estos Ejercicios de amor consiste en mezclar la verdad más pura con los tópicos idealistas y románticos y exagerarlos al máximo, para darles la vuelta y conseguir que una situación aparentemente ‘rosa' pueda emocionar profundamente. Así surgirán momentos entre cómicos y surrealistas que se destilarán a través de una boda de blanco y de declamaciones típicas, dulzonas y previsibles que desemboracarán en baladas de Tom Waits cantando en directo, dentro de una bañera, como You're Innocent When You Dream. "El humor y la parodia están muy presentes, no tanto la ironía", reconoce Muñoz. A modo de entrenamiento, los cuatro miembros de la formación juegan con las emociones. Se dicen las cosas a la cara. Se tocan, se besan, se comprometen verbalmente... "Decirnos lo que no nos gusta o hacernos preguntas incómodas son algunos de los ‘ejercicios de amor' que hemos ido practicando durante todo el proceso".

Escrutar la realidad

Desde su cuartel general de la sala Flotant-Espai Teatral observan la realidad, se reconocen en un sentido del humor básico y grotesco, en su responsabilidad por no hacer cualquier cosa y en creerse por encima de todo lo que están contando. "La creación contemporánea en general, y la valenciana en particular, vive un momento excelente -dice Muñoz-. Tenemos gente buenísima que escribe, que dirige y que interpreta con talento. En cambio, existe la sensación de que la crisis ha producido un efecto engañoso. Por una parte se han multiplicado las propuestas (artistas, compañías, festivales...) pero por otro sufrimos las condiciones en las que se trabaja y los escasos medios para llegar al espectador".

Según El Pont Flotant, falta pedagogía: "Necesitamos que el teatro siga siendo una necesidad, un lugar de encuentro, de reflexión, de intercambio, y no un mero producto de consumo. De todos modos, somos optimistas. Parece que las cosas están cambiando. Creemos que comienza a haber un verdadero diálogo".

@ecolote