Refugiados: rabia, éxodo y muerte
Me llamo Suleiman
Anticipándose al Día Mundial del Refugiado (el 20 de junio), La Abadía programa seis espectáculos que recogen testimonios audiovisuales de víctimas de estas trágicas diásporas. De Lesbos a Nea Kavala, de Palestina a Malí...
El trabajo del colectivo Paramythádes en Nea Kavala, a 60 kilómetros de la localidad griega de Tesalónica, ha dado como resultado Kalimat (que significa ‘palabras' en árabe y que abrirá el ciclo el próximo miércoles), un montaje, surgido de varios talleres, en los que cuentan sus experiencias los habitantes del campo de refugiados. Ahmed, uno de los participantes que vio truncada su formación como actor en Siria, señala que el teatro le permite dar su visión de lo que está ocurriendo en su país pero también su idea de lo que debe ser el mundo. Pau de Nut (Barcelona, 1977), miembro de Paramhythádes, señala a El Cultural que este tipo de iniciativas permiten reír, ironizar, parodiar, escenificar el problema y descubrir que se puede tener una parcela de control sobre él: "La puesta en escena no estará exenta de acción y prevalece sobre el movimiento". Picó dirigirá a diez actores que darán voz a los refugiados autores de los textos dentro de una puesta en escena casi radiofónica. "Las palabras están embadurnadas de muerte, miedo, éxodo, abandono, rabia e impotencia. En este caso, valen más que mil imágenes", añade De Nut, que además ha puesto música al montaje.
Ankomsten
Un trabajo del artista australiano Shaun Tan es el punto de partida de Ankomsten (Avistamiento), la obra que estará en La Abadía a partir del 31 de mayo y que narra la llegada de un hombre a una costa lejana sin más posesiones que una maleta y una foto de familia. El 6 de junio, Naomi Yoeli (Jerusalén, 1950) presentará Good Tidings (Buenas nuevas), una mirada familiar a su pasado, en parte cantada a capela, partiendo de la dura experiencia de su padre en tiempos de la Palestina británica."Rechazo el teatro como burdo entretenimiento, para fiestas ya tenemos Eurovisión. La experiencia artística y estética de dramas reales vividos en primera persona tiene una potencia de conmocionar superior a los documentales o a las imágenes del telediario". Son las palabras de Ximo Flores (Valencia, 1968), que dirigirá Los invitados los días 15 y 16 de junio. Todo empieza en este montaje con la nominación de Stratos Valamios, un pescador desconocido de la isla de Lesbos que se dedica a ayudar a los refugiados, al Premio Nobel de la Paz. Los actores Manuel Puchades y Amparo Ferrer viajaron hasta la localidad griega para conocerlo y para ver la situación que allí se vivía. A la vuelta contactaron con Flores y así surgieron los primeros pasos de un proyecto que cuenta con materiales de audio y vídeo grabados in situ.
Karl Kraus y su mítica obra Los últimos días de la humanidad es la base de la lectura-concierto que dirige Susana Gómez el 19 de junio. El quinteto de cuerda Wiener Kammersymphonie evocará, junto a intérpretes de La Abadía, los sucesos provocados por la violencia de la Primera Guerra Mundial.
El ciclo se cierra con la propuesta de Mario Vega en torno a Me llamo Suleimán (21 a 23 de junio), la novela homónima de Antonio Lozano que aborda la emigración clandestina entre África y España, en concreto la historia de un niño que sale de su Malí natal para llegar a Europa a través de Melilla primero y Canarias después. "Es un drama humano que planta en el corazón del espectador la primera y más importante semilla para acercarnos a su universo: la percepción de que los anhelos y ambiciones de Suleimán son iguales a los nuestros", explica Vega.
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