Humor, lágrimas, ironía, enfado, gritos, risas… Estos son algunos de los ingredientes de La fuerza del cariño, la nueva entrega como directora de Magüi Mira tras ganar el XIII Premio Valle-Inclán de Teatro por Consentimiento. Como en la obra de Nina Raine, el texto de Dan Gordon habla, con personajes de carne y hueso, de la vida real a través de la comedia más hilarante y del drama más duro. Lolita Flores, Luis Mottola, Antonio Hortelano y Marta Guerras nos mostrarán, a través de emociones extremas, a una madre perfecta (también viuda), una hija rebelde, un profesor torpe pero seductor y un astronauta excéntrico y mujeriego.
La obra –que podrá verse en el Teatro Palacio Valdés de Avilés el 9 de agosto y el 11 de septiembre en el Infanta Isabel de Madrid– está producida por Pentación y, como en el montaje galardonado por el XIII Premio Valle-Inclán, Curt Allen Wilmer firma la escenografía. “La madre, la hija, el profesor y el astronauta viven enredados en lazos amorosos que les hacen levantarse de la cama cada mañana. Transitan por la vida veloces, con un corazón trepidante que apenas les permite gozar del hermoso y profundo paisaje que les rodea”, explica Mira. “Todos merodean alrededor de la burbuja en la que todos queremos entrar para olvidar la angustia de la vida, para encontrar el placer infinito de amar y ser amado”.
La directora siempre ha querido subir esta obra al escenario. La adaptación, que no oculta la influencia de la película de James L. Brooks protagonizada en 1983 por Shirley MacLaine, Jack Nicholson y Debra Winger, nos habla, según explica Mira a El Cultural, de la fuerza movilizadora del cariño, del poder del deseo y de la contradicción entre la necesidad de disfrutar el amor y la dificultad para protegerlo. “No hay actualidad efímera en el texto de Gordon. Hay esencia de vida ADN puro y duro. Hemos construido una sociedad difícil y a veces hostil. La tecnología nos distancia. Fulmina el cuerpo a cuerpo. Vivimos sumergidos en un territorio virtual. Hay que volver a los labios reales que hablan y besan”.
La fuerza del cariño se presenta así como “un antídoto contra la comunicación virtual” en el que tiene un gran protagonismo la presencia de Lolita Flores (Aurora) una mujer que Mira siempre ha querido tener cerca: “Es única, una atleta emocional. Entendí que podría jugar con este texto, tanto en la comedia como en el drama, y que llevaría a los espectadores a un clima gozoso”. Pero no todo es negativo en los grandes avances que nos rodean. La directora de Consentimiento, que tiene a punto de estreno como actriz la película Un mundo normal, de Achero Mañas, se muestra fascinada por los estudios sobre el cerebro y sus conexiones con los sentimientos: “Es un viaje inquietante. La ciencia nos induce a pensar que todo se compenetra, que los fenómenos del universo constituyen una inmensa red. La mente se convertirá en el mejor ejemplo de un sistema interconectado llamado naturaleza. Cambiará la forma de amarnos”.