Lluís Pasqual ha dimitido como director del recién nacido Teatro del Soho de Málaga, propiedad de Antonio Banderas. El actor contrató al director teatral en un momento difícil para Pasqual, poco después de que dimitiera como director del Teatre Lliure de Barcelona debido a la acusación de acoso de una actriz.
Pasqual llegó a Málaga para ponerse al frente del Teatro del Soho en febrero de 2019, y en noviembre se inauguró con A Chorus Line, un musical clásico de Broadway dirigido y protagonizado por su propietario, Antonio Banderas. La obra sigue en cartel y después iniciará una gira española, aunque ya sin Banderas, candidato al Óscar y al Goya y ganador del premio al mejor actor en Cannes por su papel en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.
El director del teatro ha enviado una carta abierta a Banderas en la que considera cumplida su misión de ayudarle a levantar el teatro. "Cuando Antonio me propuso acompañarle en la aventura del Soho yo ya tenía claro que había llegado el momento en mi vida en que quería sólo dedicarme a mi parte artística, a mi oficio de director de escena, sin ningún otro tipo de responsabilidades en un teatro más allá que lo que ocurre en un escenario. Pero Antonio necesitaba varias manos que asir para que el sueño fuera concreto y real. Y una de esas manos pensó que era la mía. Al mismo tiempo me ofrecía la suya en un momento no especialmente fácil para mí, aunque eso ya sea historia".
Entre líneas puede leerse que el protagonismo de Antonio Banderas en el proyecto es demasiado grande como para que Pasqual se sienta cómodo en la dirección del teatro: "El Teatro del Soho Caixabank es un hijo de Antonio Banderas y yo pienso, como pensé desde el principio, aunque él mismo no lo supiera que no hay nadie mejor que él para dirigirlo. Una de las cosas que más alegría me ha producido este tiempo es ver cómo el liderazgo de lo que durante mucho tiempo hemos llamado sueño se afirmaba en su persona y lo convertía de una manera natural en director de su teatro".
Por su parte, Antonio Banderas ha respondido así a la carta de Pasqual: "Agradezco de corazón a Lluis Pasqual el esfuerzo, el trabajo y el cariño que ha puesto para alumbrar al teatro Soho Caixbank. Desde su sabiduría de avezado arquitecto teatral ha contribuido a edificar este teatro con unos sólidos cimientos que dan forma al que siempre ha sido mi sueño de tener un teatro en mi Málaga natal".
Pasqual, que dedica la primera mitad de su carta a elogiar a Banderas y a recordar cómo se conocieron —el director le hizo una prueba para una obra de teatro cuando Banderas trabajaba en la cafetería del Teatro María Guerrero de Madrid y aún no había despuntado como actor—, presentará próximamente en el Teatro del Soho Romancero gitano, espectáculo en el que dirige a Nuria Espert en una nueva puesta en escena del célebre poemario de García Lorca.
A la dimisión de Pasqual hay que sumar la de Antonio Gallego, hombre de teatro malagueño con tres décadas de experiencia en el Teatro Cervantes, precisamente por desavenencias con Pasqual. Gallego iba a ser en principio el director del teatro, y tras la contratación de Pasqual permaneció en el organigrama como asesor, hasta que renunció en noviembre —apenas una semana después de la inauguración de las funciones— por el "total desacuerdo con el sistema implantado" por el director catalán. Por su parte, el teatro respondió de manera oficial reconociendo "la existencia de un importante desacuerdo entre ambas partes".