No son las mejores circunstancias para celebraciones pero Teatralia, el Festival Internacional de Artes Escénicas para todos los Públicos de la Comunidad de Madrid, que cumple 25 años, no puede dejar de festejar un aniversario tan redondo. Cuenta Lola Lara, su directora artística desde 2016 (aunque parte de su equipo directivo desde 2006), que para sacar adelante esta compleja edición han echado mano de los valores de siempre: “Calidad artística y respeto al público infantil. Convocamos a artistas que están convencidos de que dialogan con un público con capacidad y sensibilidad para discernir el arte de una mala copia”.
Serán un total de 28 compañías las que ofrezcan sus montajes desde este viernes hasta el próximo 28 de marzo. Lo harán en 44 espacios de toda la Comunidad. Lara ha creído conveniente hacer algunos guiños al pasado por lo que ha recuperado obras que dejaron profunda huella años atrás. Es el caso de El gato manchado y la golondrina Sinhá de El Retablo, que ganó en el 2000 el Primer Premio de los galardones que entregaba Teatralia en esa época; de Concierto para baraja y piano de MagoMigue, el primer trabajo de magia escénica que incorporó a su cartel, en 2010; y Las aventuras de Huckleberry Finn, de Ultramarinos de Lucas, reciente Premio ASSITEJ y estrenada en Teatralia en 2007.
Esta compañía, nacida en Guadalajara en 1994, cuenta además con el Nacional de la Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud. Reconocimiento que también lucen otros grupos incluidos en Teatralia 2021. Como Baldufa Teatre, que presenta los espectáculos Bye Bye Confetti y La fábula de la ardilla, y Marie de Jongh, que estrena en Madrid la pieza Ikimilikiliklik (Mi pequeña). Son algunas de las perlas que se han ensartado con fines ‘terapéuticos’. La risa será una de las claves para enfrentar las angustias contemporáneas, pero no la única. “La simbolización a través del arte de los problemas que nos aquejan reelabora nuestra mente, y eso alivia. Este año, hay humor y obras que arrancarán carcajadas, claro que sí, pero también hay crítica ácida, asombro, memoria, vida, muerte, coraje, amor, desencuentros...”, señala a El Cultural.
Propuestas memorables
Lara está particularmente contenta de contar con compañías europeas a pesar de las dificultades logísticas. Enumera trabajos como Perceptions (Bivouac), Boh! (Casa degli Alfieri - Universi sensibili y La Casa Incierta), A caminhada dos elefantes (Formiga Atómica) o los conciertos de Paolo Lameiro. Confiesa que ha habido bajas de otras propuestas foráneas. Gajes de la coyuntura actual. El capítulo internacional tiene, en cualquier caso, ingredientes sabrosos. El nacional, a su juicio, es todo “memorable”, admitiendo, eso sí, que la experiencia escénica depende mucho del día que tengamos. Dice además que la evolución del sector en España ha avanzado en los últimos años “a velocidad supersónica”. Lo que en lugares de referencia en el teatro infantil (la Canadá francófona y Dinamarca) llevó décadas aquí, advierte, se ha recorrido en mucho menos tiempo. El festival se ha acompasado a ese ritmo frenético y ha participado de las rupturas de las formas clásicas que operan en la creación escénica contemporánea. También ha ampliado su presencia en más municipios y, aunque por la crisis financiera perdió su Encuentro de Alcalá de Henares, Teatralia, “25 años después de su milagroso nacimiento, sigue pujante”.