Dos actrices, Laura Santos y Miriam Montilla, impactadas por el relato de Marta Sanz Daniela Astor y la caja negra (Anagrama, 2013) contactaron con la directora Raquel Alarcón para llevarla al teatro. Solo hizo falta la adaptación de Mónica Miranda y Helena Lanza completando el elenco para que el montaje pudiese llegar al escenario del Teatro Fernán Gómez, a partir de este jueves, 9 marzo, dentro de la programación del festival Ellas Crean.
Así es como se ha convertido en teatro la historia de Catalina H. Griñán, la mujer que decide contar la historia de su madre a través de un juego de espejos en el que no falta la mirada retrospectiva a la década de los setenta desde un lugar indeterminado en el que se mezcla la mirada de una niña de doce años con la de la mujer de cincuenta de la actualidad.
Así es también como veremos la peripecia existencial de Catalina y su amiga Angélica, que pasan las tardes jugando a ser Daniela Astor y Gloria Adriano, dos actrices espectaculares inspiradas en las musas de aquellos años del destape. “Mi intención era desarmar ese juego de espejos para intentar ver lo que había detrás. Y entendí que para abordar la puesta en escena tenía que adentrarme en la desnudez frente al relato, dejando que la palabra modificara los cuerpos y las voces, sin intención de que un personaje que entrarse ocultara a las actrices reales. Desnudez también frente al hecho escénico, mostrando abiertamente cómo se construye el artificio teatral en todo momento”, explica a El Cultural Alarcón, que ha dirigido, entre otras obras, Sueños y visiones de Rodrigo Rato.
“La cuestión que se pone sobre la mesa es la posibilidad de que la mujer pueda ser libre con su cuerpo”. Raquel Alarcón
“Catalina H. Griñán nos confronta con nosotras mismas –añade–, con el origen de nuestros propios relatos como personas, por qué nos gusta lo que nos gusta, por qué rechazamos lo que rechazamos, por qué decidimos lo que decidimos. Nos ayuda a entender mejor nuestro presente porque nos conecta con nuestro pasado más cercano. La cuestión que quizá se pone aquí sobre la mesa es la posibilidad de que la mujer pueda ser libre con respecto a su propio cuerpo. Cómo el cuerpo femenino ha estado forzado a representar históricamente unos cánones impuestos que muchas veces la han llevado a entrar en contradicción con su propio cuerpo”.
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Marta Sanz, confiesa la directora, ha tenido una gran presencia a la hora de concebir y de materializar el espectáculo: “Leyó una primera versión del texto y después vino a ver un preestreno. Comprendimos por su reacción que había esperado con curiosidad a que llegara el momento. Mostró una generosidad insólita al permitir que se construya otro relato, con otro lenguaje, a partir de su obra, respetando los márgenes, las diferencias, y dejando mucho espacio para la creación escénica. No siempre sucede”.
Pero, ¿estamos ante una obra para mujeres? Alarcón matiza: “Habrá mucha gente que la considere así, y yo estaría de acuerdo, pero hay una frase de la novela que ha sido muy importante para la puesta en escena y que Mónica incorporó en la apertura de la obra: ‘Ésta es una historia sobre el adulto que llevan dentro todos los niños’. Creo que esto interpela a cualquiera que vea este montaje”.
"Estoy deseando que, cada vez que la historia esté protagonizada por mujeres, deje de hacerse esa pregunta -tercia Mónica Miranda-. Luego se dice que las mujeres tendríamos que venir con manual de instrucciones y mierdas así. Y es que estamos tan acostumbradas a historias protagonizadas por hombres, a callar, escuchar y aprender sobre ellos que, en serio, ocúpense un poquito más. He aquí uno de esos manuales de instrucciones, anímense a aprender. No, ya en serio, no creo que haya ninguna historia de mujeres que sea solo para mujeres. Te pueden gustar más un tipo de historias u otros, un género dramático u otro, pero el hecho de que sea sobre mujeres no es ni un tipo de historia, ni un género. Y espero que el mensaje no cale solo en las mujeres, espero que cale en la sociedad al completo. Porque me parece que la historia de Catalina H. Griñán nos concierne a todos. Porque somos responsables de ella".