El director Julián Fuentes Reta vuelve a subirse a los escenarios (el día 27 en La Abadía) rodeado de su equipo habitual. Como ya ocurriera con Cuando deje de llover (estrenada en el Teatro Español en 2014) y con Las cosas que sé que son verdad (Teatros del Canal en 2019) vuelve a recurrir a un texto del australiano Andrew Bovell (Kalgoorlie, 1962), a la adaptación de Jorge Muriel y a la producción de Octubre para presentar Canción del primer deseo, un montaje que tiene como base el poema Cancionilla del primer deseo, de García Lorca, y una historia “transgeneracional” que recrea tres fechas, tres momentos clave de la historia de España: 1942, 1968 y la actualidad. “Es una pieza sobre la cercanía de la memoria realizada en colaboración con todo el equipo, sin ningún partidismo ni ajustes de cuentas”, precisa Fuentes Reta.
“Lo que emana es la honestidad y la comunicación, no una una identidad o circunstancia concretas”. Julián Fuentes Reta
El director de Hard Candy reconoce a El Cultural que en el proceso de construcción de la puesta en escena descubrió que uno de los personajes necesitaba recordar algo olvidado: “Era como un ritornello obsesivo, algo roto que debía regresar. Hablamos de Miguel Hernández, de Buñuel y, por supuesto, de Lorca. Todos están presentes en Canción del primer deseo”.
Bovell ha sido un punto de referencia para Fuentes Reta en los últimos diez años. Ha marcado, como dice, su camino de madurez, basado en una “poética salvaje” y en relatos trepidantes que suelen impulsarse más allá de las meras palabras: “Las obras de Andrew han cimentado y dado crecimiento y paz a todo un equipo. No hay nada más grande que esto. Nadie camina solo y él nos ha ido contando historias mientras andábamos juntos. Y en ello seguimos, en la consolidación de toda una poética. Hicimos los textos anteriores y ahora tenemos que hacer Canción del primer deseo para ver que lo que emana es la honestidad y la comunicación, no una nacionalidad, ni una identidad o circunstancia concretas. Con este montaje cerramos una etapa y abrimos otra. Terminamos de apropiarnos así de una manera de trabajar”.
[Fuentes reta, frente a la pederastia digital]
Fuentes Reta, cuya imparable actividad pasa por dirigir este mes en Alcalá Huerto, una pieza de danza de Paula Quintana, por realizar la puesta en escena de la gira A un pájaro rojo, de Sofía Comas, y por montar junto a Javier García Yagüe una escuela de directores en la sala Cuarta Pared, considera que esta tercera entrega de la “trilogía Bovell” ha saltado de examinar con lupa una psique ajena, la australiana, a realizar el proceso inverso, en el que el autor de las antípodas ha analizado la nuestra: “Gracias a este viaje hemos observado que el resultado es el mismo. Es universal”.