Abusir, a unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, en la orilla oeste del río Nilo, es uno de los grandes cementerios del Antiguo Egipto. Alberga pirámides de gobernantes y oficiales de las dinastías V y VI, tumbas reales o una necrópolis de la época saíto-persa, fechada entre los años 664 y 404 a.C. aproximadamente. En esta última zona, por ejemplo, los arqueólogos han documentado la sepultura de Udjahorresnet, el jefe de los médicos, tesorero y comandante de la marina real, entre otros cargos, durante el periodo de la invasión de los persas. Es un personaje famoso por la escultura que se conserva en los Museos Vaticanos, en la que describe a los reyes aqueménidas como respetuosos con la tradición egipcia en contraste con la visión transmitida por las fuentes griegas.
El inagotable yacimiento está siendo investigado desde hace más de tres décadas por el Instituto Checo de Egiptología, en una misión actualmente dirigida por el profesor Miroslav Bárta. La última campaña de prospecciones efectuada en una zona de grandes pozos funerarios al oeste del cementerio que fue usado a finales de la Dinastía XXVI o principios de la XXVII, en la segunda mitad del siglo VI a.C., ha desvelado un gran hallazgo: el mayor depósito de objetos para embalsamar los cadáveres que se descubre en Egipto.
En concreto, los arqueólogos han desenterrado un espacio cuadrado e intacto, de catorce metros de profundidad, en donde se conservaba un total de 370 recipientes cerámicos con evidencias de haber contenido materiales y utensilios que se empleaban en el proceso de momificación de los cuerpos. Las vasijas fueron divididas en más de una decena de grupos y ubicadas a distintas alturas formando una suerte de espiral a lo largo de las paredes del pozo, situado junto a una gran estructura funeraria que todavía no ha sido excavada.
En la zona superior se han identificado cuatro vasos canopos —donde se depositaban las vísceras momificadas del difunto— hechos de piedra caliza y vacíos. Según la lectura de las inscripciones que presentaban, pertenecieron a un personaje llamado Wahibre-mery-Neith, hijo de la señora Irturu.
"Aunque muchos dignatarios del periodo tienen este nombre, ninguno puede ser identificado como el propietario de los vasos canopos ya que tienen diferentes madres reconocidas", ha explicado Miroslav Bárta, el director de los trabajos. "A juzgar por el tamaño del depósito para el embalsamiento y, sobre todo, por las dimensiones y disposición de la tumba cercana, el dueño de esta (y del depósito) tuvo que haber sido uno de los más altos dignatarios de su tiempo, como sus vecinos más cercanos en el cementerio: el famoso almirante Udjahorresnet y el general Menekhibnekau".
El arqueólogo ha añadido que la campaña de 2021 se integra en un proyecto de largo recorrido con el objetivo de excavar e interpretar los monumentos datados en el periodo que la sociedad egipcia buscaba nuevas respuestas a cómo mantener su identidad única, amenazada entonces por los ejércitos griego, persa y nubio", "Los pozos funerarios de Abusir, construidos de manera similar al famoso enterramiento de [el faraón] Djoser, fundador del Imperio Antiguo, desempeñaron un papel importante en la característica expresión cultural de las élites egipcias de la época", ha señalado Bárta.
Para este año 2022, los arqueólogos de la Universidad Carolina tienen previsto analizar en el laboratorio los recipientes de cerámica recuperados así como continuar explorando las estructuras localizadas al fondo de un gran pozo funerario, donde seguramente aguarden más sorpresas del Antiguo Egipto.