A 3.008 metros de profundidad en el mar de Weddell, en el corazón de la Antártida, los potentes focos de los vehículos de búsqueda subacuática iluminaron unas grandes letras doradas y una estrella de cinco puntas en la popa de un pecio de madera. Claramente se puede leer "ENDURANCE". El célebre barco del explorador Ernest Shackleton, hundido a finales de 1915 por la presión del hielo y protagonista de una de las más asombrosas historias de supervivencia de siempre, ha sido al fin hallado por un equipo internacional de investigadores.
La expedición, bautizada como Endurance22 y formada por arqueólogos marítimos, ingenieros, aventureros y científicos de diversos países, ha localizado el pecio en el fondo del mar de Weddell, al este de la península antártica, tras rastrear una zona de más de 250.000 kilómetros cuadrados. El pecio, que tenía unos 44 metros de eslora y contaba con tres mástiles, ha sido descubierto en un gran estado de conservación. Los investigadores aseguran que el hallazgo, anunciado este miércoles a través de un comunicado, es "un hito en la historia polar". Se trata de uno de los naufragios más buscados por los especialistas.
"Este es, con diferencia, el mejor pecio de madera que he visto en mi vida. Está erguido, espléndido sobre el fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación", ha destacado el arqueólogo marítimo Mensun Bound, uno de los directores de los trabajos. "Ha sido el proyecto de búsqueda subacuática más complejo que jamás se haya realizado, con varios récords mundiales alcanzados para asegurar la correcta identificación del Endurance. Hemos tenido que utilizar las tecnologías submarinas de última generación para alcanzar este resultado exitoso", ha asegurado por su parte Nico Vincent, encargado de la investigación con los drones subacuáticos.
Las imágenes distribuidas muestran la cubierta trasera del barco y la entrada a las dependencias principales. La presión del hielo había dañado la embarcación, encallada en febrero de 1915, antes de su hundimiento, y en las fotografías la parte delantera parece estar bastante quebrada. El pecio, descubierto el pasado 5 de marzo, el día que se cumplían cien años exactos del entierro de Shackleton, ya está protegido como monumento histórico en base a los términos del Tratado de la Atlántica y por el momento no ha sido recuperado ningún objeto.
El proyecto para buscar el Endurance ha estado impulsado por el Falklands Maritime Heritage Trust y se ha utilizado el rompehielos sudafricano Agulhas II, uno de los navíos más modernos para la investigación polar y que está equipado con dos potentes sumergibles que peinaron el fondo del mar dos veces al día y en inmersiones de unas seis horas. El geógrafo John Shears ha descrito el momento del hallazgo del nombre del pecio como "asombroso": "Hemos completado la búsqueda más difícil del mundo, luchando contra el hielo marino en constante cambio, ventiscas y temperaturas que bajan a -18 °C. Hemos logrado lo que mucha gente dijo que era imposible". Otra expedición organizada en 2019 terminó en fracaso por las condiciones climáticas adversas.
La aventura
El hallazgo del Endurance es un descubrimiento de enorme importancia tanto por la dificultad de la empresa como por la aventura que esconde: la llamada Expedición Imperial Transantártica de Ernest Shackleton. En 1914, el explorador reclutó una tripulación de 27 hombres para alcanzar el polo Sur y convertirse en el primer hombre en cruzar el continente antártico. Lo hizo con un célebre anuncio publicado en The Times, anunciando una odisea inigualable para citarse con la muerte: "Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura regresar con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
Shackleton, uno de los grandes protagonistas de la edad de heroica de la exploración antártica, zarpó hacía la bahía Vashel, junto al mar de Weddell, a finales de 1914. Sin embargo, la misión se torció en febrero del año siguiente, cuando el navío encalló por culpa del hielo. Los miembros del barco permanecieron unos meses refugiados en los camarotes, pero la presión terminó hundiendo el Endurance en noviembre.
Milagrosamente, y tras un viaje dramático sobre el hielo, los 28 miembros de la tripulación consiguieron alcanzar la isla Elefante. La mayoría se refugió allí, alimentándose de carne de foca, mientras que Shackleton y otros cinco hombres más se embarcaron en una empresa de una mayor dificultad: llegar a una estación ballenera en la isla de Georgia del Sur, a más de 1.000 kilómetros de distancia.
Allí arribaron en mayo de 1916, y el explorador inició rápidamente la operación de rescate de los hombres que había dejado casi a la intemperie, en durísimas condiciones, en la isla Elefante. Tras varios intentos infructuosos, para agosto de ese mismo año y gracias a la ayuda del Gobierno chileno, el Shackleton consiguió salvar a todos sus hombres. No murió nadie en semejante odisea y esa expedición se glosa como una de las más heroicas de todos los tiempos.