Zahi Hawass sonríe, luce su característico sombrero emulando a Indiana Jones y arranca a hablar ante los periodistas y las cámaras, su hábitat, con esa vozarrona fuerte y directa que no cesa de dar y exagerar titulares. "Esta momia puede ser la más antigua y completa descubierta en Egipto hasta ahora", dice el popular y polémico egiptólogo, lanzando una bomba mediática. Está en la necrópolis de Saqqara, al sur de El Cairo, uno de los yacimientos que más hallazgos sobre el Antiguo Egipto han arrojado en los últimos años, explicando entre gran expectación el nuevo descubrimiento de su equipo: una tumba sellada desde hace 4.300 años.
En una zona con abundancia de estructuras de piedra conocida como Gisr el-Mudir, el Gran Recinto, a solo unos cientos de metros al oeste de la famosa pirámide escalonada del faraón Zoser, Hawass ha descubierto un pozo funerario de unos quince metros de profundidad. Al fondo del todo, intacto, sellado con mortero, estaba un gran sarcófago rectangular de piedra caliza. Al abrirlo, los investigadores descubrieron la momia de un hombre cubierta con láminas de oro. Se llamaba Hekashepes, según las inscripciones del exterior del ataúd.
El exministro de Turismo y Antigüedades ha presentado este jueves los últimos hallazgos realizados en Saqqara por su equipo arqueológico. Aunque todavía no se han visto imágenes de la momia en cuestión, sí ha compartido una fotografía de lo que parece ser el sarcófago y ha mostrado a los medios otras tumbas documentadas en la zona y pertenecientes a personajes relevantes de las dinastías V y VI, del Reino Antiguo.
El enterramiento más significativo pertenecía a un hombre llamado Khnumdjedef, inspector de los funcionarios, supervisor de los nobles y sacerdote en el complejo piramidal de Unas, el último faraón de la Dinastía V. La tumba está decorada con escenas de la vida diaria. La segunda sepultura de mayor tamaño estaba dedicada a Meri, "guardián de los secretos y asistente del gran líder del palacio".
"También hemos hallado la tumba de un sacerdote del complejo piramidal del rey Pepi I que contenía nueve hermosas estatuas [una representa a un matrimonio y otras a sirvientes]. Al principio no encontramos ninguna inscripción que pudiese identificar a su propietario, pero podría ser un hombre llamado Messi basándonos en las inscripciones de una falsa puerta identificada después", ha detallado Hawass.
La misión liderada por el egiptólogo, que trabaja en colaboración con el Consejo Supremo de Antigüedades, también ha desenterrado otro pozo funerario, de unos 10 metros de profundidad, que contenía un abundante grupo de estatuas de madera y tres de piedra que representaban a un juez y escritor llamado Fetek. Junto a las figuras fueron identificadas una mesa de ofrendas y un sarcófago de piedra que contenía su momia. Entre el resto de hallazgos, datados entre los siglos XXV y XXII a.C., se contabilizan numerosos amuletos, vasijas de piedra, herramientas para la vida cotidiana, estatuas de deidades y cerámica.
Esta semana, Mostafa Waziri, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, ha desvelado otra relevante noticia: el papiro descubierto en uno los centenares de sarcófagos que salieron a la luz en Saqqara el año pasado es el primero completo que se encuentra en más de un siglo. El rollo, de 16 metros de longitud —hay ejemplos de 30 metros— y de unos 2.000 años de antigüedad, contiene textos del Libro de los Muertos, la particular guía de los antiguos egipcios para alcanzar el más allá. Pertenecía a un personaje llamado Pwkhaef y pronto será expuesto.
Waziri también anunció el miércoles el descubrimiento varios lugares de entierro familiar y un ataúd completo de la Dinastía XIII del segundo periodo intermedio (hacia 1782 - 1570 a.C.) durante los trabajos de excavación en el cementerio de Zeraa Abu el Naga, al oeste de la orilla del Nilo, en Luxor. En esa misma zona se ha documentado recientemente "una ciudad residencial completa" de la época del Imperio romano, la "más importante y antigua en la orilla oriental" del río. La semana mágica del Antiguo Egipto.