Jesús Cánovas Martínez, que "sabe de la conversación solitaria con la palabra y los sentimientos", insiste a través de su poesía en sí mismo y en sus seres queridos, recuperando con la palabra la presencia de los que se fueron para siempre. El poeta se siente tentado por el Amor, el Amor de verdad, y en él pone todo su empeño. En La luz herida (Espartaria) nos traslada a un mundo melancólico, lleno de fuerza al mismo tiempo, con una poesía llena de memoria, de soledad y amor, pero también de observación y compromiso.

Poeta conciso y claro, que "no busca donde no hay", este es Antonio Marín Albalete, autor prolífico que con sus poemas nos recuerda que "la nieve no espera más allá del invierno", que todo lo que vivimos ahora es maravilloso aunque va a durar poco y no tardaremos en echarlo de menos; pero Marín vuelve siempre al tema del amor, un amor que nos salva y nos deshace al mismo tiempo. Todavía la nieve en la palabra (Vitruvio) es el libro final de la trilogía comenzada con Estación de la nieve y La memoria del viento, donde la belleza está siempre presente en la imagen de la nieve.

Después de El pan más necesario y Madrid como delirio, La cuenta atrás (El Juglar y la Luna) es el tercer libro de Carlos Javier Morales, donde cada poema acerca al hombre a su realidad más profunda, en un recorrido hacia la muerte. Su poesía está cargada de una simbología que sirve de nexo entre emoción y pensamientos y que contagian al lector, dejándole solo ante una verdad secreta y universal.

El uruguayo Fernando Ainsa propone en su último libro de poemas, Travesías (Litoral), la crónica de un viaje inacabado. La isla surge como metáfora y refugio de los "que han perdido el norte" en un viaje que es la búsqueda de un espejo para la identidad humana. Microrrelatos, fragmentos y aforismos nostálgicos y críticos componen este original "cuaderno de vieje".