Los escritores, a su editor
Paz, Vargas Llosa, Calvino, Enzensberger, Muñoz Molina y María Zambrano inéditos
24 octubre, 2002 02:00Ilustración de Ulises
La figura del editor adelgaza inexorablemente en el mundo literario de hoy. Los agentes, los talonarios, la televisión y otros elementos que hasta hace poco se ofrecían como aditivos, más o menos descarados, del hecho literario, ahora imponen su ley. Es una de las cosas peores que le sucede a nuestro mundo literario: el editor, o su suplente, se encuentra demasiado ocupado en cuadrar el balance. Es por lo visto, por lo visto ahora en la Feria de Francfort, hacia donde vamos, y parece previsible que en el camino se queden unos cuantos pequeños,independientes,descubridores editores.Desde estas páginas de El Cultural queremos reivindicar la figura clásica del editor, ese amigo del escritor que aconseja y sugiere, que se implica, que fabrica el libro con el autor. José Vergés fue uno de los grandes. Su correspondencia con Miguel Delibes, que estos días publica Destino, da buena cuenta de ello. Actualmente también los hay, desde luego, por mucho que los grandes grupos los empujen. Los cinco que vienen hoy a nuestras páginas no son precisamente pequeños editores pero tienen historia como para contarla. Mario Muchnik, Jorge Herralde, Pere Gimferrer, Manuel Borrás y Hans Meinke han exhumado de su archivo cartas con grandes escritores contemporáneos: Italo Calvino, Antonio Muñoz Molina, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Hans Magnus Enzensberger y María Zambrano. B. B.
Quien conoce a Mario Muchnik, veterano viajero de aventuras editoriales diversas, sabe que es conversador desbordado y sin embargo parco corresponsal con sus escritores. Tiene en su archivo diez o doce cartas de Italo Calvino a quien su padre editó por primera vez en español desde Argentina. Las cartas que publicamos fueron escritas después de unas turbulentas desavenencias con la editorial Seix Barral de la que era director y marcan el comienzo de su andadura en solitario bajo el sello de Muchnik editores. Calvino acudió en su ayuda, como también lo hizo Cortázar y le dio su versión de Orlando Furioso "por dos pesetas". El título definitivo, como es lógico, fue propuesto por Calvino, y dice: Italo Calvino: Orlando Furioso. Narrado en prosa del poema de Ariosto. A partir de entonces, la obra de Italo Calvino aparecería en España a través de las editoriales Tusquets y Siruela.
Roma, 11 de septiembre de 1983
Sr. D. Mario Muchnik
Caro Mario,
en primer lugar queremos transmitiros toda nuestra emoción y nuestro alivio ante las noticias del accidente de coche, felizmente superado.
Recibo tu carta y la traducción. No sabía que el asunto fuese tan inmediato. Quería proponerte como traductora a Aurora [Bernárdez], que por amistad contigo y conmigo habría estado dispuesta a ponerse manos a la obra enseguida. Ahora, antes aún de haber tenido tiempo de dar una ojeada a la traducción (¿de quién?), querría proponerte esto: ¿me autorizas a enviársela a Aurora para que la revise? Aurora esta dispuesta a hacerlo y creo que podríais poneros de acuerdo fácilmente.
Querría que la edición española de este libro se presentase como un libro para leer, no un libro de estudio, es decir como una novela escrita por mí leyendo a Ariosto, que se la puede leer independientemente de Ariosto. Nunca estuve satisfecho de la edición de Einaudi, que para intentar (inútilmente) el enganche con el mercado escolar interrumpe la prosa con los versos y agrega notas que nada tienen que ver, tomadas de la edición de un ilustre filólogo. Y menos contento aún de la edición francesa Garnier-Flammarion que, en lugar de los versos de Ariosto, pone una versión en prosa del siglo XIX, alternando así dos prosas distintas para contar los mismos episodios.
En tu edición querría que desapareciera todo aspecto escolástico, incluso la introducción, escrita a pedido de Einaudi con tal fin y querría proponerte que la pongamos al final, como nota o apéndice, en cuerpo menor, porque no queremos imponérsela a nadie.
Los números de los versos del texto original, entre paréntesis, no los tocaría (para mostrar que mi narración sigue fielmente el original ariostesco). Pero sin los espacios que interrumpen el relato.
Y otra cosa: tengo otros tres capítulos que no han sido publicados en la edición italiana (no recuerdo por qué; quizás porque no formaron parte de las transmisiones radiofónicas de las que nació este trabajo). Hice que los intercalaran en la edición Garnier-Flammarion. Si quieres insertarlos también tú, puedo mandarte la fotocopia a ti, al traductor o a Aurora, si aceptas su colaboración.
A ti, a Nicole, a los muchachos, un fuerte abrazo de todos nosotros. ITALO CALVINO
19 de septiembre de 1983
Sr. D. Italo Calvino
Caro Italo:
gracias por tu carta. He intentado en vano llamarte por teléfono. Pensé telegrafiarte, pero me dije que podíamos ganar tiempo si me ponía en contacto directamente con Aurora. Ella está dispuesta a hacer la revisión y hoy mismo le mando copia de la traducción a París. No quise decirte antes que el traductor soy yo, no por modestia sino para evitar toda influencia en tu juicio. Cuando recibas esta carta quizás ya hayas leído mi texto, pero también Aurora estará revisándolo. Espero, por lo tanto, que no haya problemas para poner el libro en venta hacia principios de diciembre.
Evidentemente, los tres capítulos que faltan me interesan mucho. Te ruego me los mandes cuanto antes. Estoy también de acuerdo con que suprimamos los versos de Ariosto, de hecho, era ésa mi intención. Ahora tú dices que suprimamos también la línea de puntitos de separación, y otra vez estoy de acuerdo, pero te ruego que examines bien el problema de la continuidad que con ello, tal vez, en algún punto, se crearía. Por otra parte, en la introducción, que también yo considero mejor mandarla al final, si se eliminan los versos tu texto queda truncado. Tendrías que modificar algo.
El título que le daría es Ariosto narrado por Italo Calvino: Orlando Furioso. Se me ocurrieron otras variantes: Orlando Furioso de Ariosto, narrado por I. C. pero rompe la línea de la colección. Finalmente, la posibilidad de I. C. narra el Orlando Furioso de Ludovico Ariosto, me parece un cartelón teatral. Quizás sea un mal menor, o incluso una ventaja. Dime qué opinas.
No bien tenga pruebas de la cubierta te las mandaré. Un abrazo. MARIO MUCHNIK
"Soy consciente de algunos de sus defectos"
Un Muñoz Molina inédito como novelista escribe en 1985 al editor, poeta y amigo Pedro Gimferrer. Le manda su primera novela, Beatus iIle, y la carta que publicamos es elocuente: está Muñoz Molina envuelto en pudores y temores ante el juicio del editor. La carta esta manuscrita y es la primera de unas cuantas que Pere Gimferrer contesta con brevedad puesto que siempre ha preferido el teléfono para detallar opiniones y consejos. El acuerdo con la editorial se cerró ese mismo verano y en agosto el escritor envió la versión definitiva de la novela. Beatus ille tuvo buena acogida por parte de la crítica, no demasiados lectores y situó ya a Muñoz Molina como escritor en nuestro panorama literario.
Granada, 12 de Junio de 1985
Querido Pedro:
Por fin te envío, en paquete aparte, mi Beatus ille, esperando muy vivamente que te guste, al menos como el Robinson, y temiendo mucho sus evidentes imperfecciones y sus errores o descuidos que sólo se advierten, supongo, en una segunda lectura más reposada y distante que todavía no estoy yo en condiciones de hacer. Así que si algo justifica mi temeridad es el deseo de que al leerla tú me adviertas de su valor exacto -que ignoro- y de sus errores -que sospecho y temo.
Observarás que en la primera parte, hacia la página 95, cambia el modo de indicar los diálogos. Si alguna vez la publicas, me gustaría que fueran indicados como en los primeros capítulos, con guiones en vez de comillas, pero tampoco estoy muy seguro de eso. ¿Cómo crees tú que quedaría mejor?
Como te dije en Granada, Beatus ille es una novela en la que vengo trabajando desde que tenía 21 años. A los 23 ya tenía el argumento completo, y escribí casi la mitad, pero hubo dos cosas que me impidieron terminarla entonces. La primera, que tuve que irme al ejército; la segunda, y más importante, que me faltaba oficio y aliento para culminar un trabajo tan vasto. Durante algunos años la olvidé, o escribí muy esporádicamente en ella, pero sin que yo me diera cuenta el libro seguía machacando en mí y no me abandonaba nunca. Desde que era un niño yo he sabido que lo único que quería o me importaba en la vida era ser escritor, pero hasta los 26 años, cuando empezó a salir el Robinson en el Diario de Granada, no había publicado nada. Escribir en los periódicos me ayudó a mejorar mi estilo y me enseñó algo que yo ignoraba hasta entonces: la disciplina necesaria de escribir todos los días. Tal vez por eso sólo después de terminar el Robinson pude emprender con una cierta garantía de éxito la redacción definitiva de la novela. Me acuerdo que eso ocurrió en Mayo del 83, y he tardado dos años en escribirla, entera, porque si el argumento no ha sufrido modificaciones notables, el texto que ya había escrito no me sirvió de nada.
Soy consciente de algunos de sus defectos: está llena de literatura, lo cual tal vez no sea siempre un error, pero también está llena de pasión, lo cual sin duda no es una disculpa. Sólo estoy seguro de que ese libro está tan unido a mí que era lo único que yo podía escribir, y que lo he hecho lo mejor que he sabido. Pero uno nunca sabe juzgar con inteligencia el valor de su propio trabajo, sobre todo si, como me sucede a mí, se tiene un sentido casi paralizante del pudor.
No te cuento ya nada más: lo que me queda que decir está en el libro, y desde ahora aguardo tu juicio como quien espera sentencia, porque, aparte de la timidez y el pudor, me importa mucho la opinión de uno de los pocos escritores españoles con cuya obra me siento identificado. (Creo que la amistad me permite decir esto último sin sospecha de adulación).
Saluda a tu mujer de mi parte, y tú recibe un fuerte abrazo, ANTONIO MUñOZ MOLINA
Ojalá volvamos a vernos pronto en Granada.
Sr. D. Antonio Muñoz Molina
Ribera del Genil Portal 2, 6º. B, 18005 GRANADA
Barcelona, 1 de julio de 1985
Querido amigo:
Sólo unas líneas para indicarte que Beatus Ille obra ya en mi poder. Apenas he podido hacer más que iniciar su lectura; pero he querido acusarte recibo. Si no recuerdo mal las fechas que me indicaste por teléfono, para cuando yo pueda tener algo concreto que decirte respecto al libro estarás en úbeda; ahí te escribiré o te telefonearé.
Un abrazo, PERE GIMFERRER
Durruti, la censura y otros ensayos
El ensayista aleman Hans Magnus Enzensberger, que mañana recoge en Oviedo el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, es de los autores más antiguos en el archivo de Jorge Herralde. Durante los años 70, el editor y el escritor mantuvieron una constante, rica y heterodoxa relación epistolar que ambos guardan para su biografía literaria. Enzensberger ya hablaba y leía español y había traducido a Vallejo y Neruda; por eso, en octubre de 1972, Herralde le nombró jurado del primer premio Anagrama de ensayo (los otros miembros eran Juan Benet, Clotas, Luis Goytisolo y Vargas Llosa) que, fatalmente, quedó desierto. Es una de las razones de la carta que publicamos. La otra es la biografía de Durruti que Enzensberger publicó en Alemania y que a Herralde le interesaba publicar aquí. Pero sus temores se cumplieron: la censura se lo impidió, Grijalbo lo publicó en México y 26 años después Anagrama la ha recuperado. La tercera razón es puramente editorial: Herralde le pide que fabrique para él un libro de ensayos que al año siguiente saldría con el título de El interrogatorio de La Habana. No falta tampoco una breve y clásica referencia económica. éstas son las cartas:
Sr. Hans Magnus Enzensberger
Fregestrasse 14, Berlín, Alemania
21 de octubre de 1972
Querido amigo,
Lamento que no hayas podido venir a Barcelona con ocasión del Premio Anagrama, y más por el motivo que me indicaste.
Te adjunto el veredicto del Jurado. Como era de temer resultó desierto ya que ninguna de las obras presentadas tenía la altura necesaria para el mismo. Esperamos que el año próximo haya mejor suerte; hay varios autores trabajando sobre temas que pueden ser de gran interés y que no han podido terminar sus trabajos en el plazo previsto.
Me he enterado de que acabas de publicar un libro sobre Durruti. Imagino que sería difícil que pasara la censura, pero en el caso de que no lo tuvieras comprometido me gustaría intentarlo.
Con respecto al pago de los derechos de autor de tu Cuaderno, pensaba hacerlo personalmente en Barcelona. Te adjunto un contrato para que me lo devuelvas firmado para poder solicitar las divisas. Me gustaría publicar alguna selección de tus últimos ensayos. ¿Podrías sugerirme una antología? Un abrazo. JORGE HERRALDE
Sr. Don Jorge Herralde. Anagrama
30 de octubre 1972
Querido amigo, esperemos que en el premio Anagrama haya mejor suerte en el año próximo; por lo que me concierne, me gustaría participar en su distribución.
El contrato sobre el Cuaderno te lo devuelvo; está todo en orden, la frase que junté es necesaria por razones jurídicas; estoy obligado a ponerla con motivo de mis enlaces con Suhrkamp.
El libro sobre Durruti ha sido publicado por Suhrkamp, y este editor ya ha cedido los derechos de lengua española a Grijalbo (o Grijalba), un editor que está dispuesto de publicar el libro en México, porque el proyecto parece imposible en España por las razones que se saben.
Una selección de ensayos es otra cosa. He aquí los títulos "posibles" desde el punto de visto español y al mismo tiempo desde el punto de vista del autor:
Las Casas o una mirada retrospectiva hacia el futuro (1966). Existe una traducción castellana publicada por la Casa de las Américas en La Habana, 1969, ca. 30 páginas. Los derechos quedan con Suhrkamp.
Un autorretrato de la contrarrevolución (introducción a mi libro El interrogatorio de La Habana, sobre Playa Girón. Puede leerse independientemente del libro.) 1970. 45 páginas. Derechos: Suhrkamp.
Retrato de un partido: Antecedentes, estructura e ideología del Partido Comunista de Cuba. 1969. 25 páginas. Aparecido en Kursbuch 18. Derechos quedan con el autor.
Turismo revolucionario. Ensayo reciente sobre la actitud de la izquierda europea frente a los estados socialistas. 1972. 30-35 páginas. Derechos quedan con el autor.
Lugares comunes sobre la literatura y su situación política. 1968. 15 páginas. derechos quedan con el autor.
Si te interesa una colección de este tipo, te mandaré ejemplares o fotocopias de estos textos. Tendremos que buscar un título. No veo problemas graves de censura. Habrá que tratar con Suhrkamp por dos textos. Total el libro resultará con 160-180 páginas según la tipografía. Un abrazo. HANS MAGNUS ENZENSBERGER
"Como estoy en el proceloso quehacer de la política..."
En 1989 Mario Vargas Llosa andaba perdido en la vida política peruana, pero más necesitado de la literatura que nunca, como refleja en su carta a Hans Meinke, director de Galaxia Gutenberg que publicó La verdad de las mentiras, que ahora se ha reeditado. Meinke viajó a Perú y vió a un Vargas Llosa preelectoral, rodeado de policías y escoltas, mitinero y cansado, que le produjo mucha angustia. Afortunadamente para sus lectores, perdió las elecciones y continuó escribiendo novelas.
Por su parte, Octavio Paz agradece la felicitación de Meinke por el premio Príncipe de Asturias de la Comunicación que recibió en 1993 la revista Vuelta que dirigía. Le habla del libro sobre el amor: se refiera Paz a La llama doble. Amor y erotismo, que apareció en Seix Barral. El escritor mexicano mantuvo una copiosa correspondencia con Hans Meinke en la que pasaba constante revista a la situación politica de su país.
Sr. Hans Meinke. Círculo de Lectores
Valencia, 344 08009 Barcelona
ESPAñA
Londres, 16 de octubre de 1989
Querido Hans:
Acabo de despachar a Carmen el prólogo para Al este del Edén, con el que termina la serie que he escrito para la Biblioteca de Plata. Me imagino que estará ya en tu poder cuando esta carta llegue a tus manos. Te la escribo para agradecerte tu infinita paciencia con mis atrasos en la entrega de cada uno de los textos. Sé muy bien que tú imaginabas de sobra lo complicada que es mi vida ahora, metido como estoy en el proceloso quehacer de la política, pero aun así, te estoy enormemente reconocido por tu discreción y delicadeza al no haberme jamás reclamado los textos dentro de los plazos acordados, como hubiera hecho cualquier otro editor.
Quiero también agradecerte el haber trabajado en esta colección de ensayos. Para mí, representa algo más que un empeño de circunstancias. Lo cierto es que en estos dos últimos años, absorbido por la política -actividad tan estéril la mayor parte del tiempo- leer o releer esas veinticinco novelas, anotarlas, reflexionar sobre ellas y prologarlas, ha sido un maravilloso refugio, al que acudía en los pocos momentos disponibles, como quien va a beber agua fresca en las pausas de una sofocante carrera. Al margen de como hayan salido, he escrito esos ensayos con un cariño y un entusiasmo grandes porque en estos 24 meses ellos han sido casi la única manifestación de mi vocación de escritor (que, aunque hoy día no parezca así, es la única que tengo).
He debido suprimir mi viaje a Barcelona, pues las cosas en Lima andan complicadas y debo regresar allá. No sé cuando volveré a Europa, pero dudo que sea antes de abril (y eso, si las elecciones se deciden en una primera vuelta). Como no te imagino viajando a Lima -pero qué gustazo me darías si fueras por allá- me temo que no nos veamos por algún tiempo. Avísame sobre la suerte de la colección, y, también, sobre el proyecto de reunir todos los prólogos en un volumen aparte (para el que se me ocurrió, como te habrá dicho Carmen, el título: La verdad de las mentiras, por el texto que podría servirle de prefacio).
Nada más, mi querido Hans. Gracias de nuevo y hasta cualquier rato. Un abrazo fuerte y todo el aprecio de MARIO VARGAS LLOSA
Señor don Mario Vargas Llosa
Malecón Paul Harris, 194
Barranco
Lima Perú
Barcelona, 29 de diciembre de 1989
Mi querido Mario:
Acabo de llamarte por teléfono para desearte a ti y a Patricia un feliz 1990 y una gran década final de milenio. Como María del Carmen me ha dicho que estáis de vacaciones hasta el día 5, te envío mis deseos por fax.
Aprovecho para darte las gracias por tu carta del 16 de octubre, con la que me has dado una gran alegría. ¡Tenemos tantas cosas de que hablar, Mario! En pocos meses aparece en Círculo La verdad de las mentiras como culminación de tu Biblioteca de Plata. Simultáneamente deseamos presentar el Retrato de Mario Vargas Llosa. Estamos preparando también una edición espléndida del Elogio de la madrastra. Queda pendiente de concretar contigo en detalle la edición de tus obras completas. Todo ello es motivo más que suficiente para vernos. ¿No podríamos tenerte en España antes del mes de marzo y de tu sprint final en la campaña electoral? Nos gustaría dedicarte sendos actos de homenaje en Barcelona y Madrid para celebrar/deplorar tu despedida (¿provisional?) de la literatura.
Que tu ángel de los escritores te siga acompañando y que el de los políticos te proteja e inspire en el futuro. Un abrazo afectuoso para ti y para Patricia.
Vuestro amigo HANS MEINKE
"Mi libro sobre el amor esta ya terminado"
A 27 de abril de 1993
Señor Hans Meinke.
Círculo de Lectores. Barcelona, España
Querido Hans:
Recibí tu generosa felicitación por el premio Príncipe de Asturias concedido a Vuelta. Me conmovió mucho tu gesto y te lo agradezco con el corazón entero. A mí también me hubiera gustado compartir el premio con ustedes y así lo dije en una entrevista con la televisión, el viernes pasado, en Nueva York, en donde estaba cuando se conoció la noticia. Es natural que haya contestado así a la pregunta de la periodista: tú me has hecho sentir que formo parte del Círculo de Lectores. De nuevo: gracias.
En cuanto a nuestros proyectos: el libro sobre el amor está casi terminado. Me faltan cinco páginas, exactamente. Tú eres un poco el responsable de esta obra pues me animaste mucho cuando yo te conté que tenía el proyecto de escribirla. Pero el libro resultó más extenso de lo que yo preveía: 200 holandesas. Me parece que sería mejor que apareciese de manera independiente, antes de ser incluido en el tomo X de las Obras. ¿A ti qué se te ocurre? Hay que pensar en Seix Barral: aunque no tengo una estricta obligación contractual con ellos, son mis editores. Estoy satisfecho con el trato que me han dado en Barcelona y en la sucursal de Buenos Aires pero no con la de México, que ha mostrado hacia mí y mi trabajo una indiferencia rayana en la hostilidad. Pero ustedes, por otra parte y según entiendo, publican libros destinados únicamente a los lectores del Círculo. ¿Qué hacer? Te ruego que me pongas unas líneas y me des tu amistosa opinión. Gracias de nuevo.
Un abrazo OCTAVIO PAZ
"Valente le tiene desde hace años grande amistad"
Carta manuscrita de María Zambrano a Manuel Borrás, que todavía no había fundado la editorial Pre-Textos. Raúl Bestúa mandó su libro a Borrás con el título de Los poemas etruscos, que no llegó a publicarse debido a un drama familiar del poeta.
Ginebra 7 de marzo 1981
Mi buen amigo Manuel Borrás:
Gracias por el envío de Circuncisión del sueño en bellísima edición ya.
Origen y límite me gustó mucho también como presentación. Cada vez le sale todo mejor con creciente precisión y fragancia, con más penetrante belleza. (Haré llegar a José ángel Valente los títulos que para él me envían y que él encuentra inexplicable les hayan sido devueltos. Quizás, se me ocurre deban de serles enviados sin certificar. Les repito su dirección: 2 Rue de Saint Laurent Genève 1207).
Ahora quiero hablarle de un poeta, sí, un poeta que no muchos conocen. No porque en él exista la voluntad hermética, como lo es siempre la voluntad en poesía y en verdad, de mantenerse oculto. Da su palabra en verdad humildemente, sin sentarse a puerta alguna a pedir. Tiene hermosas traducciones de Ezra Pound de Catulo. Conocimiento y amor sostienen su "arquitectura del Poema", único libro que haya publicado en su juventud no tan lejana en Lima, su ciudad natal de cuya secreta luz no creo que se haya nunca separado. Conozco un libro inédito Poemas etruscos y luego otros por separado. Lo histórico se hace transparente en esta poesía dejando ver su entraña y extraña racionalidad, se me figura. Y la estatua cobra vida. "Solitario en su cáscara evina, -el gran vacío ronda su cabeza [...] el ave es su silencio"... dice de Giordano Bruno en Campo de Fiori. José ángel Valente le tiene desde hace años en grande amistad y en muy honda estimación intelectual y poética, me dice que le transmita a usted que me acompañe en la intención de estas líneas.
El poeta, Raúl Bestua, le enviará en su día, es decir, si a usted le interesa la ordenación de los poemas y los textos. Hoy yo me dirijo a usted autorizada por él, más él espera que usted me comunique que está dispuesto leer su poesía.
Yo espero también. Bajo la sombra de los grandes pajarracos, las golondrinas tienen que proseguir su ronda para que la tierra no se quede sin aire, ni sin cielo. Y el cielo mismo tierra, aire y agua donde bañarse y re-crearse. Con amistad de adentro, MARíA ZAMBRANO