Raúl Rivero

Raúl Rivero

Letras

Los últimos poemas que Raúl Rivero escribió en la cárcel

9 diciembre, 2004 01:00

El poeta cubano Raúl Rivero (Morón, 1945) se ha convertido en el símbolo de la resistencia anticastrista. Encarcelado varias veces por el régimen, la semana pasada fue liberado. Tras la aparición en diversos medios de poemas de Rivero, El Cultural publica hoy, gracias a Lissette Bustamante, amiga y cómplice literaria del poeta, los últimos poemas inéditos que escribió en su encierro en la cárcel de Canaleta, en la provincia de Ciego de Ávila.

Ella

Saber que uno va a irse
de pronto una mañana
para ese viaje largo
que no se acaba nunca
sin haber caminado
contigo por La Habana.
He ahí a la muerte de perfil.
Otro ángulo de su serenísima majestad
es no poder
escribir tu nombre
y el tercero
es la certeza
de que todo esto
me va a pasar.

II
Algo muy grave
es no saber
ningún secreto tuyo,
no verte llorar
no conocer la clave
de tus silencios
y no sentir nunca
como sube desde tus gavetas
el olor de la intimidad.

III
¿Te gustará el jugo de naranja
los jardines, los pájaros
la traumaturgia, los arrabales
las 10 y 42 de la mañana
el azúcar, noviembre, el aire frío
volar, convalecer, los hombres feos
el pan y la piedad
los campanarios, Florencia
el litoral, el misterio
de las tres personas
la altura, los sillones
las muñecas de trapo, el vacío
asombrarse, Madrid, los eslabones
odiar, enmascararse, el rencor
levitar, las claridades
comprar estrellas, el as de oro
y la pesadumbre? [...]

IV
¿Se acordará que en misa
los domingos
yo era el niño
de la corbata azul?
¿Se acordará que yo
le dije que siempre
la iba a recordar
y luego le pregunté
sí tenía tiempo
miedo
y noción de la vida?
Yo cumplo mi promesa:
Medio siglo después
Sin motivo aparente
Le recuerdo
Que la recuerdo.
Nada más que la memoria salva.

Polvo de estrella

Julia Roberts se equivoca conmigo
resisto su mirada hora tras hora
y otras veces la pongo de castigo:
contra el piso su cara seductora.
Si va a decirme algo, no hago caso
si me guiña los ojos o algo d eeso
la oculto con un gesto de mi brazo
y le dejo en la boca congelado un beso.
Julia mira las paredes a porfía
sofoca con silencio su reproche
y yo, con mi desdén, la mortifico.
Le ignoro normalmente por el día
aunque a decir verdad todas las noches
la uso con pasión como abanico.

Poema para localizarme

Escríbeme una nota que me hable
del azar, de tu cara, y de las venas
una nota de duelo, de regreso
desde las catedrales de las penas.
Que diga confusión y firmamento
indemne, encadenada y presunción.
Un manuscrito que he esperado siempre
una escaleta de arrepentimiento
un dolor que me toque y que me asalte.
Un llanto relativo que me empañe
los ojos tristes y los espejuelos.
Una reseña del amor periddo
la crónica letal de esos que fuimos
las palabras finales con el mapa
(la cruz de tinta que señala el sitio)
donde abriste la tumba en la que vivo.

Poema de marzo

Prométeme que irás
y que irás sola.
Prométeme que el sol
va a estar en la distancia
opaco por las nubes
y los árboles.
Júrame que estarás
muy cerca
confundida
entre un grupo de extraños
Sin levantar la vista
salvándome del íntimo
destino que me acoge.
Prométeme que al menos
al final
vas a estar
lo más cerca posible
de mis ojos cerrados.