Letras

Las raíces del Irán moderno

Nikki R. Keddie

27 abril, 2006 02:00

Traducción de Juan Luis Trejo. Belacqva, 2006. 484 páginas, 24 euros

Más vale tarde que nunca. Que una obra como ésta, que durante más de veinte años ha sido de lectura obligada en los principales centros de estudios sobre el Oriente Medio y un manual indispensable para entender el Irán de los últimos dos siglos, se publique por fin en castellano por primera vez en 2006 explica bien a las claras lo mal que estamos por estos lares en estudios internacionales en general y en estudios sobre el Oriente Medio en particular.

Si recordamos los orígenes de Al Qaeda y del terrorismo internacional yihadista, y leemos con atención el último documento sobre seguridad nacional de la Administración Bush, que define a Irán como la primera amenaza mundial por su empeño en nuclearizarse, ese vacío refleja también al abismo que existe entre la realidad internacional y las prioridades de los españoles (Gobierno, universidades, mundo editorial y mundo académico). "Este libro es el resultado de mi investigación […] sobre la historia y la política de Irán durante más de dos décadas, pues dio comienzo con mi tesis doctoral y ha llegado hasta hoy", escribe la autora, Nikki R. Keddie, nacida en Brooklyn y doctorada en Berkeley en Historia de Oriente Medio, en el prólogo de la primera edición, publicada por la universidad de Yale en 1981 con el título Modern Iran: Roots and Results of Revolution.

Desde entonces ha llovido mucho. La revolución de 1978-79 despertó un interés inusitado por Irán. Nadie entendía bien cómo el líder de una religión tan arraigada, popular y carismático, podía emerger a finales del siglo XX como cabeza visible de una revolución y llevarse por delante en pocos meses, sin disparar un solo tiro, a un régimen como el del Sha, dotado de las armas convencionales estadounidenses más modernas y de uno de los aparatos policiales y de espionaje más represivos del mundo.

"La creciente megalomanía y autoconfianza del shah en los años setenta no le capacitó para tratar de manera nueva y flexible con una oposición masiva inesperada, en tanto que su cáncer, los medicamentos que tomaba, y probablemente las dudas que tenía respecto a las intenciones de británicos y estadounidenses, además de su tendencia a retractarse y hundirse cuando se topaba con la oposición, le llevaban a querer nadar y guardar la ropa en sus frecuentes encuentros […] con los embajadores estadounidenses y británicos en lugar de tomar una decisión firme", concluye Keddie al final del noveno y último capítulo de la primera edición.
Ante la vorágine de los veinte años anteriores en Irán y en Oriente Medio, en 2002 sus editores de Yale le propusieron realizar una nueva impresión o una edición revisada y actualizada. Optó por lo segundo y añadió tres capítulos nuevos que cubren el período de 1979 hasta 2003, una nueva conclusión, otro prefacio y una revisión de la bibliografía y de las notas a pie de página. ésta es, traducida del inglés por Joan Trejo, la obra publicada ahora por Belacqva en su colección "El ojo de la historia", que incluye, como exclusiva, un nuevo prólogo de la autora fechado en febrero de este año.

El libro se abre con una síntesis de la historia de Irán. En los capítulos siguientes, se analiza el ascenso de la dinastía de los Qakar en el siglo XIX; los vaivenes políticos y económicos, y la revolución constitucional que sufrió el país entre 1890 y 1914; y la dictadura de los Pahlevi entre 1925 y 1978, interrumpida sólo por la primavera nacionalista de Mussadeq del 51 al 53, que la CIA se encargó de abortar para recuperar el control sobre el petróleo iraní.

En los tres nuevos capítulos de la edición inglesa de 2003, que ahora recibimos en castellano, se analiza la política y economía iraníes bajo Jomeini de 1979 a 1989, y los profundos cambios políticos, económicos, culturales, sociales y educativos que ha vivido el país desde la muerte de Jomeini.

La redacción es brillante y el contenido, denso. El libro no deja a nadie indiferente. Los admiradores del Sha, numerosos entre los republicanos estadounidenses, muchos críticos judíos y los conservadores de ambos lados del Atlántico, nunca admitirán la importancia que la autora da al reformista panislámico Jamal ad-Din al Afgani en el Irán de finales del siglo XIX, sus elogios de Mussadeq a mediados del siglo XX, ni su relativización de la barbarie que trajo consigo la revolución de Jomeini.

Los nostálgicos del reinado dictatorial, que tantos beneficios proporcionó a Occidente en petróleo barato, han despellejado a Keddie por no corregir errores de su primera edición como la fecha y el modo en que se introdujo el telégrafo en Irán, por ignorar la relación entre Mussadeq y la URSS o el apoyo decisivo de la Fundación de los Desposeídos (especie de Cuerpo de la Paz del Irán jomeinista) a Hizbullah, y por considerar al ex presidente Ali Akbar Rafsanjani (1989-1997) un pragmático.

Lo esencial del libro de Keddie, autora de otros ocho libros, coautora de otros tantos, directora de muchas tesis en los Estados Unidos sobre Oriente Medio y sobre Irán, y pionera en los estudios sobre la reacción del mundo musulmán al imperialismo, es, amén de la competencia en la materia, su enfoque académico y global.

Mientras sus críticos ven en el Irán de hoy una especie de leproso o estado paria, Keddie muestra que la historia iraní de los últimos doscientos años está salpicada de revoluciones y bandazos políticos, y que, sin el despotismo occidentalizado de los Pahlevi, rehenes durante medio siglo del Reino Unido y durante otro medio de los Estados Unidos, difícilmente estaría el mundo donde está hoy: sin saber cómo frenar la nuclearización de una teocracia religiosa presidida por un Ahmadineyad dispuesto a borrar a Israel del mapa.

El título de la obra en castellano se corresponde mucho más que el título de la obra inglesa con el contenido, pues no se trata tanto de un estudio de los orígenes de la revolución como de los orígenes del Irán moderno. En otras palabras, Keddie apenas entra en los efectos del boom del petróleo en la sociedad iraní, en el resentimiento generado por el rearme durante la dictadura del shah o en el efecto pernicioso de los asesores extranjeros y de la personalidad del shah sobre el país.

Como ha escrito Daniel Pipes en el "New York Times", "sólo una octava parte del libro se refiere directamente a los orígenes de la revolución". Esto se debe, posiblemen-
te, a una decisión de los editores estadounidenses orientada a vender más libros, que han corregido acertadamente los editores españoles. Eso sí, hay que destacar que algunos de los defectos que, con razón, señaló en el texto en 1981 Shaul Bakhash en la "New York Review of Books" han sido corregidos.

Un aviso final para navegantes. "Si bien las predicciones políticas suelen acabar siendo erróneas […], las pasadas experiencias del país indican que los iraníes no van a permitir por mucho tiempo ni un gobierno impopular ni el control extranjero de su destino", concluye la autora. "Incluso si los Estados Unidos apoyasen con éxito un posible derrocamiento del gobierno, los efectos a largo plazo de la interferencia en los asuntos iraníes podrían causar peores efectos que los que acaecieron en los años setenta". Recemos para que no se intente y, mucho menos, con armas nucleares, como ha amenazado con hacer dos veces en diez días el presidente George Bush.

Nikki R. Keddie. Profesora emérita de Historia de Oriente Medio en UCLA, Ni-kki Ragozin Kiddie (Brooklyn, 1930) es considerada una de las máximas autoridades norteamericanas en temas orientales. En su tesis doctoral analizó el impacto de Occidente en la historia social del Irán contemporáneo, tema al que ha dedicado cuatro décadas de investigaciones. La reacción del mundo islámico al imperialismo es otro de los problemas que ha analizado, junto a los efectos de las relaciones entre Occidente e Islam.

Sus trabajos le han supuesto varios premios: en 2002 recibió el de Historia Persa de la Fundación Encyclopedia Iranica, y en 2004 el premio internacional de la Fundación Balzan, que destinó a nuevas investigaciones. En la actualización de Las raíces del Irán que Kiddie preparó en 2003, analizó la influencia del 11-S y explicó cómo "es demasiado pronto para decir hasta dónde llegará este resurgimiento del jomeinismo. Irán está más involucrado en los nuevos medios de comunicación y redes internacionales de lo que lo estaba en 1979, y es más que probable que la resistencia a un retorno a las primeras etapas revolucionarias fuese mayor. La política exterior iraní en 2005 apenas ha cambiado y sigue evidenciando un abrumador pragmatismo marcado por los intereses nacionales, no por la expansión o la guerra de agresión".