Image: Juan Antonio González-Iglesias

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Letras

Juan Antonio González-Iglesias

“Detesto la represión del erotismo”

27 diciembre, 2007 01:00

Juan Antonio González-Iglesias

Especial: Lo mejor del año

Aunque Juan Antonio González-Iglesias (Salamanca, 1964) no se considera escritor, sabe que ser poeta es "un destino en una época en la que no lo hay". Quizá por eso, y por su inspiración y talento, nuestros críticos de poesía (A. Colinas, T. Blesa, Díaz de Castro y A. Sáenz de Zaitegui) han elegido por unanimidad Eros es más (Visor) como el libro de 2007.

-El origen confesado del libro es una entrevista con Vicente Núñez en la que éste le confesó que "Eros es más... que logos". ¿Realmente el amor es más importante que el lenguaje y la cultura?
-Realmente el amor es más que ninguna otra de las cosas del mundo. Afecta a todos los seres humanos, no importa su nivel social o cultural, en cualquier época. El concepto griego de eros significa la fuerza de unión entre todos los seres del universo. Es también más fuerte que el principio de desunión, llamado odio o muerte. Por eso detesto la represión del erotismo. Tiene consecuencias muy negativas, y lo mismo me da que venga de las religiones más cerradas que de la nueva corrección política de cierta izquierda. Ahora se les ha ocurrido que todas las formas de erotismo pasen por el aro del matrimonio. Pero también eros es más que ellos.

-"El amor es más / y triunfará de un modo misterioso". ¿A quién le hubiera gustado más el verso, a Cernuda, a Gil de Biedma, a Lorca, con quién está más en deuda?
-Sin ninguna duda al que más debo es a Lorca, que es un poeta tocado por la maravilla. Hablo como lector de poesía, porque creo que eso, un lector pleno, es sustantivamente un poeta. Alguien que puede permitirse que los poemas de otros sean la pauta de sus días. Pienso mucho en el Lorca que escribió "ya mi desnudo quisiera / ser dalia de tu destino / abeja, rumor o vino / de tu número y locura / pero mi amor busca pura / locura de brisa y trino". Y no es que piense en él, es que oigo mentalmente sus versos. Me los digo en voz alta en momentos importantes. Si pensamos en los grandes poetas del pasado como posibles lectores, escribimos mejor.

-¿Tienen razón quienes le acusan de ser excesivamente fiel a sí mismo con este libro?
-Quienes acusan a un poeta siempre tienen razón. Si la acusación es tan bella como ésta, con más motivo. De todos modos, si ese exceso (noción que a un horaciano, educado en los límites, siempre le preocupa) significa ensimismamiento, me siento muy seguro de que no había nada de ello cuando escribí los poemas. Lo entiendo mejor como independencia respecto a las circunstancias del mundo.Sin un mínimo de retiro no existe libertad, ni en la estética ni en la vida.

-¿Qué tienen que ver, cómo consigue casar a Robbie William y San Agustín en un solo verso que resume una aspiración universal?
-Al oír el último disco de Robbie Williams me di cuenta de que repetía literalmente unas palabras famosas de San Agustín, esas en las que le dijo a Dios "Hazme puro, Señor, pero no todavía". Estas navidades Roberto Begnini comentó las mismas palabras de San Agustín en Roma, y al día siguiente un cardenal se apresuró a corregirlo diciendo que eso no lo había dicho San Agustín, sino Agustín, que no llevaba una vida santa. Para mí ese hombre, santo o no, es uno de los grandes escritores romanos. Su vida entregada a los placeres es otra forma de santidad, aunque le cueste entenderlo a un cardenal. Además, Agustín es diez años más joven que Robbie: esa oración la formuló cuando tenía diecinueve años. Estos ejercicios que más que de literatura comparada, son de tradición clásica, me hacen pensar que quizá algún día haya un San Robbie Williams.

-¿Y sabe por experiencia propia quizá, que sí, que a partir "del año cuadragésimo de vida / los ojos del asceta / apenas miran ya las cosas de este mundo"?
-Vaya si lo sé. Lo sé por la vida, porque hace tres años que cumplí los cuarenta (una lectura muy poco pretenciosa del libro sería la de crisis de los cuarenta). Y lo sé porque álvaro Mutis lo dice en un poema sobre Felipe II, si no recuerdo mal. Es el momento de empezar a desentendernos de todas las ataduras del mundo. Miro el puente romano sobre el río Tormes, algunos cuerpos, algunos ojos. No mucho más.

-Si tuviera que elegir un poeta contemporáneo español como su maestro, ¿a quién escogería?
-Pablo García Baena. Porque ha escrito muy bien y muy poco. Porque es ahora mismo el mejor de nuestros poetas. Porque sus versos no serán olvidados, con él esto sí lo tengo claro. Porque es hondamente pagano y hondamente cristiano. Porque él y sus amigos de Cántico trajeron a nuestras letras una modernidad cosmopolita en los momentos más duros. Porque mantiene alta la llama de Séneca y de Góngora. Por la naturalidad con que vive lo que en otros podrían ser contradicciones. Porque es extraordinariamente culto. Porque la íntegra dedicación de su vida a la poesía ha dado como resultado un hombre bueno. Que además es divertido, irónico, libre, sereno y muy generoso. Porque ha amado y ama mucho. Y todo eso se nota en cualquiera de sus poemas.

-Sin embargo, algunos poetas jóvenes dicen que no tienen referentes comunes... ¿falla la formación?
-Durante el franquismo, bajo el franquismo, contra el franquismo, se hicieron muchas cosas excelentes que ahora están pagando culpas que no son suyas. La visión de la guerra y la posguerra es ahora mismo tan monótona que creo que aburre ya a los jóvenes. Cuando todo esto se asiente, se producirán grandes "descubrimientos". Del individualismo deberíamos extraer todos (jóvenes o no) el fruto mejor, que es la insubordinación a las modas o a las consignas estéticas, ideológicas o religiosas. Pero a los poetas jóvenes lo mejor, me parece, que es dejarlos a su aire, libres. Que vivan y que lean.

-Hoy la polémica poesía de la experiencia/poesía del silencio parece superada, y sustituida por el "todo vale", pero ¿con qué consecuencias?
-Esas líneas de la poesía, que responden a proyectos estéticos importantes, se enquistaron entre nosotros en una querella (uso el término como se hace en historia de las ideas) absolutamente menor. La disputa tiene muy poco interés para el lector de poesía, que encontrará buenos libros en ambos bandos. El asunto está ya en la historia de la literatura. Archivado. ¿Rige el "todo vale"? No lo veo tan claro. Sigue habiendo grupos de poder literario, teorías normativas, intentos de imposición, manipulaciones políticas. En arte, prefiero los creadores selectos a los gregarios, así que desconfío de los que teorizan para imponer su criterio. Tengo la impresión de que pontifican. Otra cosa es el debate sincero, cuyo resultado está por ver, al que los participantes acuden sin prejuicios.

-¿Cuál debe ser la relación entre poesía y realidad?
- Poesía es realidad. La poesía es una de las cosas del mundo. A mí me gusta ponerla en la balanza, para que pese del lado de lo bueno. Cada cual debe hacerlo como mejor le parezca, escribiendo o leyendo los poemas que sumen vida a la vida. La poesía viene de la realidad y vuelve a la realidad, cambiándola. Iluminándola. Dándole altura. Y entre tanto es realidad.

Los diez mejores libros de poesía de 2007

1. Eros es más de Juan Antonio González Iglesias (Visor)

2. Espacios translúcidos de Clara Janés (Eds. Casariego)

3. La familia nórdica, de José Luis Rey (Visor)

4. Hilos, de Chantal Maillard (Tusquets)

5. Cuerpo sin mí, de Eduardo Moga (Bartleby)

6. Casa de Misericordia, de Joan Margarit (Visor)

7. Dinero, de Pablo García Casado (DVD)

8. Las provincias del frío, de Santos Domínguez (Algaida)

9. Fundido en negro, de Jesús Jiménez (DVD)

10. Cara máscara, de álvaro Tato (Hiperión)