Emili Rosales: "Los finalistas de este año son excelentes"
El director editorial de Destino reflexiona sobre la importancia del galardón literario decano en nuestras letras
5 enero, 2010 01:00Emili Rosales, director editorial de Destino.
Alberto OjedaEl Premio Nadal llega este miércoles fiel a su cita con el día de Reyes. Queda poco pues para conocer el ganador de su 66ª edición, que sucederá a Maruja Torres en el honor de incluir en su currículo literario una victoria en el galardón decano de nuestras letras. Emili Rosales, director editorial del Destino, reflexiona sobre el peso específico que aún mantiene en el panorama literario nacional y aunque no suelta prenda sobre el posible ganador, deja un dato sobre la mesa: la apabullante mayoría de originales adscritos al género negro recibido por la editorial. ¿Será una pista fiable? Pronto saldremos de dudas.
Pregunta.- Este año el Nadal sólo tendrá un ganador. ¿Por qué habéis decidido eliminar el tradicional finalista?
Respuesta.- Hemos decidido focalizar todo el empuje y el prestigio del premio en un solo título. La eliminación del finalista queda cubierta con la creación del Premio Francisco Casavella, que tendrá por finalidad prioritaria descubrir nuevas voces de nuestra literatura, lo que no significa que los autores premiados tengan que ser forzosamente jóvenes.
P.- En los originales recibidos este año hay una gran abundancia de novelas negras. ¿Presiona esta circunstancia de algún modo a la hora de escoger el ganador?
R.- El Nadal siempre ha ofrecido una buena perspectiva de la novelística actual. En los originales pueden encontrarse novelas intimistas, históricas, de conflictos e intrigas, pero es verdad que, este año, las obras que se pueden adscribir al género negro son mayoría, algo que responde al auge que vive en España. Y no, no supone ningún tipo de presión.
P.- ¿Cómo le ha ido al último Premio Nadal, la novela de Maruja Torres, en un año tan complicado como el que acabamos de cerrar?
R.- El 2009 ha sido un gran año para Destino, por el Premio Nadal de Maruja Torres y por el fenómeno Larsson. Espérame en el cielo, la novela con ganó Maruja Torres, y en la que retrata su amistad con Terenci Moix y Vázquez Montalbán y los sueños de una generación de barceloneses, va ya por los 60.000 ejemplares. Esperemos que este año sigamos en la misma senda.
P.- Este año la cena del premio vuelve al Palace. ¿Qué supone la vuelta a este escenario?
R.- El Nadal ha creado a lo largo de su historia varias tradiciones. Una de ellas es celebrar la ceremonia de entrega siempre en el mismo sitio, en el Palace (antiguo Ritz de Barcelona), desde hace más de medio siglo. Es como volver a casa.
P.- ¿Cómo definiría la importancia del Nadal dentro de un panorama literario con hipertrofia de galardones?
R.- El Nadal vive al margen de estas circunstancias. Es el premio más antiguo, con una nómina mítica, en la que se encuentran Delibes, Ferlosio, Martín Gaite... Y también autores de generaciones más nuevas como Vicent, Millás... Esta nómina hace que siga siendo un gran aliciente para escritores consagrados o con carreras en curso. El premio ha conseguido ir renovándose para seguir siendo una referencia.
P.- ¿Cómo han ido las deliberaciones? ¿Hay consenso o disenso?
R.- El proceso empieza hace meses, en septiembre, con la recepción de los originales. Tras unas lecturas previas, entra en juego el jurado. Lo que sí se puede decir es que va a ser muy fácil escoger un buen libro, porque entre los finalistas hay excelentes novelas. Así, el trabajo del jurado es una tare muy grata.