Joaquín Juan, Javier Sánchez, Ricardo Moreno y Vicente Llorente, los cuatro puntos cardinales de Huacanamo.

"Hay cosas que no se deciden, se hacen". Con este ímpetu se lanzaron los músicos Javier Sánchez y Vicente Llorente, el profesor de literatura Joaquín Juan y el empresario Ricardo Moreno a los peligros del mercado editorial. Con ella y con el libro Menú del día, del propio Llorente, que vio la luz en septiembre de 2007 inaugurando el catálogo de Huacanamo, su proyecto dedicado a la poesía. Querían, recuerda hoy Javier Sánchez, publicar aquellos libros de poesía que como lectores necesitáramos leer, apostando por lo más novedoso en autores y temática, como Abrxia 365, de Ricardo Moreno Mira, o Memoria, de Ben Clark, junto a voces más conocidas: Leopoldo M. Panero, Roger Wolfe y Alexandro Jodorowsky, entre otros.

Pero se puede ir más allá de la poesía, así que aderezaron su proyecto con "música, imágenes, escenarios...". Una voluntad que se traduce en multitud de acciones poéticas que giran en torno al catálogo. En sus palabras, Huacanamo es una isla que, poco a poco, se mueve como un barco". Fue lenta en sus comienzos, porque la distribución resultó compleja: "Es vital que el libro esté presente cuando vas a buscarlo o cuando vas a que ese libro te encuentre", comenta Javier Sánchez, que junto a sus socios ha trabajado mucho para lograr la actual distribución nacional e internacional con la que cuenta el sello.

Internet también es una herramienta importante en este sentido. Además de vídeo poemas basados en sus libros y realizados por Jairo Arráez, y la difusión en diferentes redes sociales, cuentan con una librería virtual en la página de la editorial, "con los mejores precios para nuestro catálogo y sin gastos de envío", añade. Además, crean espectáculos y canciones que surgen directamente de los libros publicados, como Noches de blanco papel, que ha estado en escena con la presencia de Roger Wolfe recitando sus poemas y la música de Vicente Llorente, en directo. (http://nochesdeblancopapel.blogspot.com ).

En su opinión, el renacimiento de la editorial independiente no es tal en el ámbito poético: "No es un sector que demande más publicaciones, sino mejores", expone el editor, que vive la crisis del mercado con cierta naturalidad: "No es nada nuevo en poesía, porque un amplio espectro de lectores potenciales de poesía no sabe que lo es. Nos obligaron a leer a Bécquer en el colegio y lo vistieron de romántico, que también lo era, pero nada nos dijeron de sus dibujos erótico-pornográficos y de su humor ácido. Hoy en día trabajaría en El Jueves, posiblemente", bromea.

Para los de Huacanamo hay que reivindicar la poesía como el medio más íntimo de expresión entre escritor y lector y quitarle "el estigma de aburrida". Lo tienen claro: "La poesía es un acto de fe, de vida, de amor y de humor, y este último término nunca se asocia con lo poético, no sé muy bien por qué. Es muy divertido leer al Neruda de Sobre mi mala educación, al Oliverio Girondo de Yolleo... es divertido incluso llorar con un poema. Probadlo".