La escritora Annabel Pitcher. Foto: El Mundo

Desde los diez años, Annabel Pitcher (Inglaterra, 1982) lo tenía claro, quería ser escritora. Tuvo que elegir entre otras profesiones que también le gustaban como la de espía, o la de actriz pero, al final, la pasión literaria, transmitida por su madre que era profesora de literatura, pudo más.



Le dijeron que para escribir, lo mejor era ser profesora. "Falso. Cuando empecé a dar clases, no tenía tiempo para nada más que para mis alumnos, el colegio y las correcciones, Por eso, un día, decidí tomarme un año y viajar por todo el mundo con mi marido".



En casa de Annabel Pitcher, se levantan a las 5.30. Cada mañana a las 6.30 ya está en su mesa en donde escribe hasta la hora de comer, es decir, unas seis o siete horas diarias.



Mi hermana vive sobre la repisa de una chimenea (Siruela), la primera novela de la joven inglesa con la que ha cosechado ya un éxito extraordinario, nació de ese viaje, del contacto con la gente, de las voces que la escritora oía en los diferentes lugares que visitaba. "Nunca había salido de Europa y, cuando nos casamos, mi marido y yo decidimos irnos una temporada. Mi verdadero deseo era el de tener tiempo para escribir un libro. En casa, entre el trabajo y la familia, no encontraba nunca el momento. La idea de esta novela me vino en Ecuador."



La historia es la de un niño de diez años, Jammie, que crece en una familia que perdió a Rose, su hermana, en un atentado terrorista en Londres, cinco años atrás.