Letras

Dos mujeres

Elvio E. Gandolfo

6 mayo, 2011 02:00

Periférica, 2011. 126 pp., 15'50 euros.


Elvio E. Gandolfo (San Rafael, Mendoza, Argentina, 1947) ha cultivado el relato, la novela, el ensayo, la traducción y el periodismo cultural. Periférica reedita ahora uno de sus clásicos, este Dos Mujeres compuesto por el relato largo "Rete Carótida" y una novela corta de verdad asombrosa, "Escamas, piel". Si se subraya esta última pieza es porque al término de la lectura de la primera, pueda pensarse que Gandolfo se maneja sólo digna y correctamente en una narración fresca, marcada por el sentido del humor de quien parece estar ya muy de vuelta, desglosando las idas y venidas de un oficinista, sus compañeros de trabajo y una misteriosa anciana de 130 kilos, una historia que se va tornando ácida y, finalmente, se desliza hacia el género fantástico-fantasmal.

Después de ese primer texto, piensa uno que Gandolfo sabe bordear los mundos de sus compatriotas Fogwill o Manguel sin alcanzar la potencia alucinógena del primero o el intenso pathos del que es capaz el segundo en historias tan fantasmales como "El regreso". Pero "Escamas, piel" desmiente esta clase de veredictos precipitados. En él se cuenta, desde el recuerdo, la historia de un encargado de ferretería, Berti, y el terrible vuelco que da su vida por la coincidencia diaria en una panadería con una misteriosa mujer de larga melena negra, Irene, estudiante de medicina. La lucha del personaje principal, el ascenso del deseo, la obsesión, el dilema entre caer o no caer, quedan poderosamente registrados en la narración de Gandolfo, un texto en el que nada parece faltar o sobrar y donde el erotismo es, desde el inicio, la nota dominante. Las dos historias que se cuentan en "Dos mujeres" comparten un aire de familia, pues ambas incluyen una deriva fantástica hacia transformaciones del cuerpo y del alma, mutaciones, miedos, terrores. Pero quizá de fondo quiera hablar el autor de la dificultad de las relaciones personales, del componente posesivo-destructivo de todo amor, de las heridas y huellas que nos quedan para siempre.