Fachada de la sede de la editorial Gustavo Gili

Con motivo del Barcelona Design Festival y para celebrar los 50 años de su emblemático edificio, la editorial barcelonesa Gustavo Gili abre sus puertas durante el mes de octubre a todo el que quiera conocer su sede y visitar por dentro ese referente arquitectónico galardonado con un premio FAD.




Por una vez, la realidad desafía aquello de "En casa del herrero cuchara de palo" llegando a incumplir el refrán. Y es que la editorial Gustavo Gili, con casi 110 años de vida (que cumplirá en 2012) y especializada en Arquitectura y Diseño, es un ejemplo con mayúsculas de la corriente de arquitectura industrial moderna que arrasó en los años 50 y 60 en Estados Unidos y los países desarrollados de Europa.



Un poco de historia

En 1902 Gustavo Gili Roig (bisabuelo de los actuales editores) decidió independizarse de su padre (Joan Gili, también editor) para crear su propio sello, al que bautizó con su nombre. Eran tiempos de poca competencia en el sector de modo que Gili empezó editando lo que le apetecía, primero libros religiosos, siguiendo la iniciativa paterna, para luego continuar con volúmenes técnicos e ilustrados y hasta alguna que otra novela. La editorial pasó de generación en generación hasta que Gustavo Gili Torra (padre de Mónica y Gabriel, actuales editores) decidiera, a mediados de los años sesenta, especializarse en Arquitectura y Diseño. "Para continuar como sello independiente nuestro padre -explica Mónica Gili, responsable de producción y contenidos editoriales de la casa- apostó por la Arquitectura y el Diseño, dos áreas en las que había un claro vacío de contenidos en el mercado nacional. Además, existían muchos libros extranjeros que estaban por traducir, con lo que se abría un largo recorrido para la editorial".



Esta clarividente decisión ocurrió pocos años después de que la casa se trasladara a su actual sede. "Desde su nacimiento la editorial estaba ubicada en pleno Ensanche, concretamente en la calle Enrique Granados. Nuestro abuelo, Gustavo Gili Esteve -continúa Mónica- decidió a finales de los años 50 que había llegado el momento de cambiar y compró un solar entre las calles Rosellón y Calabria. Y en 1958 encargó la nueva sede de la editorial a dos arquitectos que trabajaban asociados, Francisco Bassó y Joaquín Gili, éste último primo suyo. Ambos formaban parte del Grupo R, un equipo de profesionales formado en el estudio de José Antonio Coderch y seguidores de la euforia racionalista iniciada por el GATCPAC".



Un soplo de modernidad

Gili Esteve tenía muy claro lo que quería: un edificio contemporáneo y funcional, con abundante luz natural, espacios diáfanos y mucho cristal, para que la vegetación estuviera muy presente en el interior. Su referencia eran las oficinas americanas que seguían la estela inaugurada por Frank LLoyd Wright con el edificio Johnson Wax en Racine y que se extendían por Europa de modo que inició una serie de viajes por Alemania junto a los dos arquitectos escogidos, para que éstos vieran personalmente lo que deseaba. Uno de sus requisitos fue que se plantaran árboles alrededor antes de empezar los cimientos del edificio, de este modo cuando estuviera acabado los árboles ya estarían crecidos y sus hojas se colarían por las ventanas. El proceso de construcción fue lento y difícil ya que Gili Esteve iba costeando las obras poco a poco, pero finalmente la editorial inauguró su nueva sede en junio de 1961 y antes de que acabara el año el emblemático edificio se hizo con el Premio FAD de Arquitectura, lo que le consagró definitivamente como referente de esa corriente arquitectónica.



"Trabajar aquí es un privilegio -explica Mónica Gili-. Al estar retirado de la calle, en un interior de manzana, resulta enormemente silencioso, algo chocante si se tiene en cuenta que nos encontramos en pleno centro de la ciudad. Y eso, junto a la luz natural y la presencia de la vegetación, contribuye a crear una atmósfera de sosiego y recogimiento muy placentera. Siempre hemos recibido visitas de arquitectos y profesionales del diseño, pero ahora la invitación se extiende a todos los ciudadanos y la acogida de esta iniciativa ha sido espectacular. No hay día en que no se acerque alguien para conocer las oficinas por dentro".



Mientras tanto, la casa sigue pisando fuerte, reinventándose para hacer frente a la crisis. La editorial abre en 2012 sede en Sao Paulo, lo que apuntala su plan de expansión que ya se extiende por México DF y Lisboa. Y su abanico de contenidos se ha ampliado a Fotografía, Diseño de Modas, Arte Urbano y hasta unos deliciosos libros de Arte para niños, de próxima aparición, como el Alfabeto de Sonia Delaunay, en el que la genial artista ilustra las letras del alfabeto mezcladas con canciones populares.



Editorial Gustavo Gili, Rosellón 87, tel. 933 228 100. Horario de visitas de lunes a viernes de 9 a 17h. Hasta el 21 de octubre. Los visitantes son obsequiados con una bolsa de tela y un opúsculo firmado por Ignasi de Solà-Morales con la historia del edificio.